La mañana siguiente llego, lastimosamente no pudo dormir esa noche, la gratificante sensación de haber besado a kuroko no le dejo pegar el ojo.
Emocionado tomo su maleta y las llaves de su bicicleta, aun era muy temprano pero no podía esperar para volver a ver a su pequeño peliceleste, iría a recogerlo para ir juntos a la escuela. Su plan era perfecto, pero por desgracia en el camino había recordado una de sus tareas que su maestro de literatura les había encargado hace días, las leyes de Murphy "Nunca nada sale como lo planeaste"
Antes de que pudiera llegar a la esquina de la casa del doncel se detuvo, el mismo lujoso auto que se habia estacionado frente a la escuela el anterior día se encontraba parado frente a la casa kuroko. No hizo más que ver como el doncel se lanzaba a los brazos del hombre y como ambos se subían en el coche arrancando, dejándolo atrás.
El coche era testigo de una incomoda conversación que los ocupantes tenían y avanzo hasta un estacionamiento vacio donde la pareja retomaria su conversación.
- Porque no me explicas que pasó ayer Tetsuya -
El tono de voz de Aomine era grave y con sólo mirarlo Tetsuya sabía que estaba molesto.
- Ya te lo dije...tuve un problema y no podía ir a verte -
Aomine fruncido el ceño y tomo agresivamente las muñecas del doncel inquieriendo presión.
- Ah...me lástimas...Daiki! -
- Quiero la verdad AHORA! -
- AH! es la verdad! Tuve que regresar a casa de inmediato...por eso...no pude ir...duele! -
- Es mentira! Ayer fui a tu casa y vi como te besabas con ese mocoso! -
La presión aumentaba con cada palabra de Aomine y Tetsuya era incapaz de partarlo, estaba asustado.
De forma inconciente a su mente llego la imagen del pelirrojo.
- Sueltalo! Te dijo que eso dolia idiota! -
- Kagami kun! -
Kagami abrió la puerta y sacó al moreno del auto comenzando una brutal pelea. Golpe tras golpe, ninguno parecía retroceder, Kagami era bastante fornido para su edad y Aomine hacía bastante ejercicio.
- No! Basta - grito kuroko alejado de la pelea.
- Ahgr! Maldito bastardo! -
- Estúpido mocoso! -
Para la desgracia de Kagami, Aomine se habia metido en bastantes peleas en su juventud y tenía más experiencia, en cambio él era joven y aunque le doliera admitirlo no estaba a la altura de Aomine, quien lo arrincono contra el suelo.
- déjalo! Daiki -
Sólo entonces kuroko decidió intervenir intentando alejarlo de Kagami, temía que pudiese herirle de gravedad, pero este lo empujo con brusquedad.
Esta acción hizo a Kagami hervir de rabia alzandose contra el moreno hasta dejarlo sin fuerzas, fue entonces que tomo al doncel y salió corriendo.
Cuando ambos estuvieron lo suficientemente lejos se soltaron y tomaron aire.
- Lo siento...estas bien? -
Pregunto Kagami pero tras él sólo se escuchaban sollozos, Tetsuya trataba de ocultar su llanto debajo de su flequillo mientras se sostenía fuerte el corazón.
- debo volver... fue lo que dijo mientras daba media vuelta pero Kagami fue más rápido
No podía dejarlo ir en esas condiciones, no con ese sujeto.
- perdóname pero no puedo dejarte ir, no es seguro -
- pero...-
- por favor...no...-
lo único que se le ocurrió en ese momento para alejar el llanto del pequeño, fue atraparlo contra su pecho.
- No te soltare. Es mi deber protegerte -
Kuroko lanzó golpes e intentos de insultos pero no consiguió mover a Kagami. Lloró y gritó hasta que finalmente cedió.
- Lo amo...lo he esperado toda mi vida...no quiero alejarme de él. Así que por favor...déjame ir -
Esas palabras lograron que el cuerpo de Kagami se tensara aflojando el agarre. Esta accion fue aprovechada por el más bajo alejándose a toda velocidad.
Kuroko volvió de inmediato al estacionamiento pero al llegar no encontró a Daiki. Desilusionado y herido salió en dirección a su escuela.
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ELIGE
FanfictionSi te dijera que esto solo va a doler, si te advirtiese de que el fuego va a quemar. ¿Entrarías caminando? ¿Me dejarías hacerlo a mí primero? Hazlo todo en el nombre del amor. ¿Me dejarías guiarte incluso cuando estás ciego? En la oscuridad, en mita...