5 Años Atrás.
Era un día cualquiera. Estaba en mi cuarto apreciando la lluvia mientras caía por la calle, hasta que escucho muchas cosas caerse allá abajo. Con cuidado de no hacer ruido voy hasta la escalera a ver que paso. Mis padres discutían como nunca antes y con mi papa había una mujer, creo que unos años menor que mamá. Esa mujer sale de la casa muy indignada, mi papá está por seguirla cuando de la nada, la mano de mi mama conecta con la cara de papá.
- Desgraciada - le devuelve el golpe. No aguante más y salí de mi escondite.
- ¿Que está pasando? - pregunte casi en un susurró
- Steve no volverá - lo empujó hacia la salida.
- Tu no me hecharás de mi propia casa maldita - Tomo a mi mamá fuertemente del brazo
- ¡Déjala! - me lance a su espalda y comencé a golpearlo.
Como no podía sacarme de su espalda, se hecho con mucha fuerza contra la pared. La respiración se me fue por unos segundos.
- Yo te enseñaré a respetarme malcriada - levanto su mano para darme un golpe y mamá lo atajó, Steve la arrojó contra un mueble y por el impacto de desmayo.
Ahora éramos Steve y yo. Empecé a correr por la casa hasta esconderme en el ático, entre una gran fila de cajas. Mi respiración esta descontrolada.
Lo que paso después, fue muy doloroso que termine en el hospital con varias fracturas ocasionadas por los golpes de Steve.
Ahora.
Esas escenas se repetían en mi mente una y otra vez. Después de eso, no soportaba que se acercarán mucho a mí, menos que me tocarán. Pero como dicen, el tiempo lo cura todo. Estuve un par de años con eso, y a veces estaba con momentos de si-me-tocas-gritare, pero menos frecuentes.
Y uno de esos momentos era este. No quiero estar cerca de Eric, ni de nadie, solo quiero estar sola, contar mis cortes, terminar y volver a empezar, agarrar una tijera y hacer otro para la colección.
Con lágrimas brotando de mis ojos como un diluvio, me levante y fui por mis fieles cutters. No había ninguno en mi cajón. Con enojo abrí la puerta y el maldito me abrazo. Lo aparte.
- ¿Y mis cutters? - lo mire con furia
- Los tire - dijo el estúpido
- ¿¡Donde están!? ¡LOS NECESITO! - no aguante más y empecé a golpear su pecho.
Sin decir nada, me apretó contra él, mientras más trataba de alejarme de él más me acercaba. Cuando por fin paré de luchar, lo abrace.
- No necesitas cortarte - se alejó un poco de mí y me miro directo a los ojos - Solo necesitas que alguien te abrace hasta que el dolor pase - dicho esto, me dio un beso en la frente.
Seguimos abrazados hasta que alguien se aclaró la garganta.
- ¿Interrumpo algo? - dijo mi mamá con una sonrisa.
- Quisiera decir que no, pero si - comencé a reír
- Entonces los dejo a solas, pero nada de sexo - nos señalo
- Oh descuide Señora Grey, solo somos amigos - dijo Eric riendo
- Esta bien - nos guiño el ojo y se fue
Oh si, amigos que se besan. Había dicho que me ama y que quiere estar conmigo y luego me dice que soy su "amiga". Maldito bipolar. No tendría que importarme, después de todo el sigue siendo novio de Alison.
- Será mejor que te vayas - miré la hora en su reloj - el colegio empieza en una hora
- Está bien - me dio un beso - pero no vayas ¿sí?
- Sí. - cruce los dedos
Cuatro Horas Después.
Soy una mierda. Debí quedarme. Debí hacerle caso a Eric. - repetía eso en mi mente.
Lo que me había hecho antes Alison no se comparaba con lo de ahora. Si mi mama pudiera verme ahora no me reconocería.
Mi cabello castaño, el que tanto me molestaba por estar enredado siempre, ahora no estaba. Los cortes que estaban por terminar de cicatrizar, se abrieron nuevamente. Mis labios, pálidos y lastimados. Mi ojo derecho, con todos los tonos de violeta posible. Lo sé porque Alison tuvo la delicadeza de poner un espejo frente mi cara mientras se reía. Después de eso agarro un marcador y comenzó a escribir algo en mi frente, brazo y estómago. Me dio una última patada en el estómago y se fue. Lo más divertido de todo esto es que Megan estaba ayudándola y Eric no estaba en ningún lado.
Con la poca fuerza que me quedaba deslice mi adolorido brazo a mi bolsillo para sacar mi celular. No estaba. Recorrí la habitación con la mirada y lo encontré en una esquina al otro lado del vestuario de animadoras. Hoy no tenían entrenamiento así que descarte la idea de que una me encuentre y se apiade de mi pobre persona hecha mierda.
Decidida comencé a arrastrarme hasta mi celular. Cada movimiento era una tortura. Pero estaba más cerca de salir de la misma.
Por fin, lo alcance y llame a Eric.
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I'm Fine. I'm Always Fine.
Novela JuvenilCada cicatriz tiene una historia. No importa si te las hiciste cuando te lastimabas de pequeño o si te la haces ahora mismo con una tijera, cutter, navaja o lo que tengas más a mano. Summer Grey tiene una colección de historias en su brazo izquierdo...