Corría. La obscuridad de la noche me cubría completamente. Alguien tomaba mi mano, un chico de unos 27 años con piel palida, ojos azules y cabello castaño. "Todo esta bien, no te hara daño" eran las palabras que el chico, con un tono de voz demasiado atractivo, repetía constantemente. Tomaba mi mano y me acercaba a una chica de pequeña estatura, piel y cabello palido, ojos rojos y un vestido blanco que combianaba perfectamente con ella. Me quedaba totalmente paralizada, e hipnotizada por esos ojos color carmesí. En eso, se avalanzaba a mi cuello, clavando sus colmillos y succionando el liquido dentro de mi. Una exitación mezclada con miedo se apoderaba de mi, seguido de una debilidad que me mataba. En el momento en el que estaba a punto de desvanecerme es cuando deperté.
Mi nombre es Jenna, y al parecer este es uno de los sueños más exitantes que he tenido. A lo largo de mi vida siempre me han llamado la atención los vampiros, y esta fue la causa que me llevó a realizar esta investigación. Hace una semana me decidí a recaudar toda la información posible para demostrar la existencia de estos seres. Desde libros de ciencia ficción, hasta reportes médicos e historicos. Lo sé, seguramente es una investigación con una conclusión comprobable: estoy loca. Pero esto no me detuvo, y estoy segura de haber encontrado algo. De acuerdo un numero de reportes, han habido muchas desapariciones ultimamente en un pueblo de Canada llamado Kingston, en la región de Ontario. Principalmente de chicas entre 17 y 29 años. Todas encontradas una semana despues sin algun rastro de sangre. Por eso me decidí aventurarme, y he rentado una cabaña cerca de uno de los bosques mas conocidos del lugar. Mi hermana Edith,una chica de 160 cm, piel morena y ojos cafes enormes, con cabello color negro, me acompaña en esta aventura.
Una vez establecidas en el lugar, una cabaña de madera de dos pisos muy elegante, decidimos ir a comprar algo para cenar. Al regresar, me dirigí directamente a mi recamara, y como de costumbre, me asomé por la ventana. Una capilla de cerámica, con detalles muy góticos, y algo que llamaba demasiado mi atención. No tengo una excelente visión, así que a lo que era mi parecer, había un maniquí cerca de la capilla, uno que jamas había notado. De repente me miró, y note una mirada asesina que jamas había visto. Un miedo recorrió todo mi cuerpo en ese instante, así que desvié la mirada. La curiosidad me mataba, así que decidí poner nuevamente mi mirada sobre ella. Era una chica, cabello rojizo, piel palida, delgada, de 170 cm de altura.
- Tienes algo que decirme? Dejame entrar y resolveré todas tus dudas - me dijo esta chica que de alguna forma llego a mi ventana rápidamente.
En algún momento lei acerca de los vampiros, y como le es imposible entrar a la cada de una persona sin ser invitados primero. Asi que le respondi al mismo tiempo que intentaba cerrar la ventana
- No, no tienes permiso para entrar. - En ese momento ella me tiro con mas fuerza de la que pude resistir, a lo cual respondió
- Muy tarde, tu hermana ya me ha dejado entrar. –
Sali corriendo y cuando llegué al baño, muy amplio por cierto, cerré la puerta con todas mis fuerzas, y grite
– En el nombre de Jesus te ordeno que te vayas. –
Solo logre escucha una pequeña risa, algo confundida a mi parecer. Y un susurro detrás de la puerta que decía
- ¿Una creyente? No puedo creer que haya elegido a una creyente. La profecía no decía nada al respecto. –
Se dio media vuelta y no volvi a escuchar ruido alguno. Me escondí detrás de un mueble, y pude sentir un miedo que en mi vida había experimentado.
De pronto tocaron la puerta del baño. Atermorizada hasta el alma le grite que se fuera, pero a mi sorpresa era mi hermana.
- Ya deja de babosadas, déjame entrar tengo que ir urgentemente al baño. –
Me decidi a salir de mi escondite y abri la puerta, solo para encontrarme a un vampiro tomado del cabello de mi hermana y a punto de clavar sus colmillos dentro de ella. Me inmovilice, no sabia que hacer, estaba tan asustada. El vampiro empujo a mi hermana sin lastimarla, y cuando entro se dirigió directamente hacia mi, tomándome del brazo con fuerza.
- No podemos tocarte ni a ti, ni a tu familia, asi que no te preocupes tanto. –
En eso voltee mi mirada a la puerta, solo para encontrarme con la misma chica que había tratado de entrar anteriormente.
- Mi nombre es Crystal, pero puedes llamarme Stal. Soy la encargada de tu búsqueda, y existe una razón por la que estes aquí. En cualquier momento llegara nuestra reina. Por lo mientras te explicare la razón de nuestra visita. –
Crystal caminaba de un lado al otro, curiosa e intrigada por nuestra conversación.
- Selene te ha elegido para ser la próxima reina de nuestro aquelarre, sin embargo, tienes que convertirte en uno de nosotros. Michelle te ayudara con el proceso, y se encargara de que tu sangre sea pura. –
Crystal hace una seña con la mano y entra una señora de edad avanzada. Delgada, cabello largo y grisáceo, con ropa muy anticuada. Se acerca, me examina y me toma de la mano. Recorre todo mi brazo hasta llegar a mi garganta. Es tan sutil que apenas se puede sentir el toque de sus manos, hasta que me toma bruscamente y estruja mi cuello de tal manera que no puedo respirar. Solo se escucha un suspiro y sus manos se relajan rápidamente. Sus ojos permanecen abiertos como platos, y así de repente, se desploma en el suelo, dejando al descubierto una mano sosteniendo un corazón ensangrentado.
Una mano pálida, que correspondía a una chica de no más de 27 años. Piel pálida, de 170 cm de altura, muy delgada y con cabello tan negro como hebra de hilo. Vestía un vestido negro estilo gótico, como del siglo XVII, con detalles demasiado llamativos. Todo el mundo se quedo anonadado, incluyéndome. De repente esta chica se acerca al lavabo y se enjuaga suavemente sus manos, las seca y se acerca a mí.
- Lo lamento, se suponía que era una persona de confianza. Ella ha despertado a los lideres de nuestros aquelarres por décadas, pero supongo que se ha asustado por la profecía. Mi nombre es Selene, supongo que ya has escuchado quien soy, y porque he venido personalmente. –
Mete su mano en el bolsillo, saca un gotero con un liquido negro, y me lo entrega.
- Esta en tu decisión el convertirte uno de nosotros o no. Sin embargo, tienes que comprender que la vida de nuestra especie depende de ti.-
- ¿Qué está pasando? ¿De qué hablas? - la confusión en mi voz era demasiado notoria.
- En el mundo, una persona es elegida cada siglo, una mujer de entre 18 y 28 años. Aquellos elegidos serán revelados a través del gran visionario, y este se le revelara a la elegida a través de un sueño. Esta persona usualmente tiene conexión con nosotros, aún si ella no lo sabe. Si aceptas se te asignara una gran responsabilidad, la supervivencia de nuestra especie. Podrás tener una vida de inmortalidad, la habilidad de reparación celular, velocidad y fuerza inhumana, y sobre todo control sobre todo el mundo, desde mortales hasta de los nuestros. -
- ¿A que te refieres a si acepto?
Guarda silencio por unos segundos, pero prosigue.
- En cambio, si lo rechazas, no solo perderás esos beneficios, pero un aquelarre sin su reina perece, por lo que nuestra especie desaparecería por completo en toda la región occidental. Recuerda que ahora que sabes de nuestra existencia corres gran peligro, no solo por aquellos que quieren terminar con nuestra especie, si no aquellos que han sido rebeldes y prefieren perecer a seguir con vida. –
Cautelosamente se acerca a mi, acaricia mi cabello y se aleja.
- Vámonos, no es necesario permanecer aquí en lo que decide. Rodeen la casa y asegúrese que no haya nadie que pueda herirlas. –
De repente con una seña se dirije a los presentes. Sale detrás de ellos y me mira de forma muy hipnotizante. Debo aceptar que siempre me ha llamado la atención lo sobrenatural, pero esto va demasiado lejos.
Todo pasa tan de prisa que no se lo que pasa. Es demasiado confuso pero a la vez siento como si todo encajara. Mi mera existencia se hace presente.
YOU ARE READING
The Vampires Prophecy: La elegida
Vampire¿Qué pasaría si la obsesión de toda tu vida en realidad solo fueran señales de tu destino? Una investigación, una pasión, una obsesión que llevó a mi vida al borde de decidir entre la vida y la muerte. Esas creaturas que se alimentan de sangre, con...