- Marcus, necesito saber la verdad. Todo es mucho que procesar y el fin de semana se acerca. Necesito saber que sucede o no podré recuperarla. Ella es todo lo que tengo ahora. Nuestros padres... - un silencio se apoderó de mi.
- Lo se, ellos fallecieron. - Marcus respondió de manera muy tosca.
- ¿Cómo que "lo sabes"? ¿A caso sabes algo que yo no? - Lo miré desesperadamente.
El seguía de pie, mientras yo trataba de levantarme del suelo pero era inútil. De prisa ayudó a levantarme y me llevó a la habitación. El movimiento fue tan rápido que no sentí el movimiento.
- ¡Por favor Marcus! ¡Contesta! - había llegado al límite ahora.
- Si. ¿A caso crees que no sabíamos de ti? - pausó por un momento, pero retomó la conversación casi de inmediato. - Sabíamos de tu existencia mucho antes de que nacieras. Todos nosotros. Pero no tenías edad para llevar las riendas de esta vida. Tus padres trataron de protegerte al criarte en el cristianismo, pero eso no te detuvo. Cuando empezaste tu investigación, nosotros estuvimos cerca. Te guiamos, hasta que tu llegaste por tu cuenta. -
- Maggie sonaba muy sorprendida cuando supo que era una creyente - Le respondí casi de inmediato. Mi voz trataba de encontrar algún error en su historia. Era yo tratando de intimidar a un vampiro solo para no creer lo que decía.
- Selene nos hizo jurar mentir para ocultar la verdad -
- ¿Y mis padres? - salté de la cama solo para empujarlo. Tras mis varios intentos fallidos, comenzé a golpearlo en el pecho. El trataba de abrazarme para controlarme pero no podía. Mi voz se quebrantaba y mis ojos llorosos, se cerraban. - Dime que fue un accidente. Dime que no fue mi culpa. Dime que no los asesinaron.
- Escúchame. No fue tu culpa. Tu no sabías nada de esto. Fueron ordenes de uno de los vampíros superiores. Uno de los ancestros de Nicolai. El trató de acelerar las cosas y ordenó tu muerte. Los vampíros que lo intentarón creyerón que estarías con ellos ese día, pero no fue asi. El consejo se enteró y los condenó a muerte a cada uno de ellos, pero no a quien dió la orden. -
Todo era tan intenso. Me faltaba el aire y mi visión se volvía borrosa. No podía estar un segundo mas ahí. Al retroceder, me desplome en los brazos de Marcus.
El recuerdo de mis padres era lo mas preciado para mi. El saber que fue por mi existencia el que ellos hayan sido asesinados y que por mi existencia mi hermana este en peligro, empeora todo. Ahora tengo varias razones para convertirme en aquello que juré nunca ser, pero que siempre me llamó la atención. Mi vida siempre fue vigilada y ¿Ahora?
Nicolai me acomodó en la cama y me cubrió con una manta. Tomo una toalla fria y la posó sobre mi cabeza. Solo podía sentir mi cabeza palpitar y hervir al mismo tiempo. Sentía que en cualquier momento podía morir, pero parte de mi daba lo mejor solo para pensar en recuperarla.
- ¿Marcus? - mi voz era débil, tanto que apenas podía pronunciar su nombre.
- Jen, no hables. -
- Dime algo. ¿Cómo es que sabían de mi?
- Al momento en que te concibieron, algo cambió en nuestro mundo. Todo era diferente por alguna razón y fue ahi cuando supimos de la profecía. Supimos que el tiempo había llegado. -
- ¿Por que no me protegieron? A mi o a mis padres -
- Ellos fueron informados. Uno de los lideres de la sociedad fue y habló con ellos cuando a penas tenías siete. Intentó traerte con nosotros, pero tus padres se opusieron. La sociedad tiene leyes, y una de ellas incluye no exponernos. Cuando el líder habló con ellos, en una forma nos expuso, pero tus padres no creyeron asi que fue mejor no insistir. -
- ¿Mis padres sabían? -
- Si, pero la única forma de protegerte despúes de eso fue vigilandote. Protegiendo cada paso que dabas y a que lugares asistías. En cada lugar al que ibas, siempre hablaste con uno de nosotros, pero estaban encubiertos y por eso no sabías nada. -
- Es por eso que siempre sentía que alguien me observaba.-
- Correcto. Te conocemos desde que eras solo una bebé. -
- ¿Y por que no soy un vampiro como ustedes? -
- Bueno es cierto que tienes genes vampíricos, pero tambien humanos. Tus genes de vampiro están suprimidos, y solo se pueden despertar si bebes el elixir, que básicamente es sangre pura de vampiro. Si un humano cualquiera bebe esa sangre, llegan a un nivel de locura instantáneo que produce la muerte. En cambio tu, tu te convertiras en uno de nosotros sin ningun problema-
- Asi que tendré que beber sangre por el resto de mis días. -
- Si, pero prometo que no tienes que matar a nadie para adquirirla si tu no quieres. -
- Y existen los cazadores? -
- Si. Pero ellos estan unidos con la Sociedad Vampírica. De hecho, ellos también te han protegído pero un poco más cerca. Uno de tus ex-maestros..¿Michael? El era un cazador, por eso siempre iba a visitarte y se volvió casi de la familia. -
- ¿El ser una creyente me ayudó en alguna forma? -
- Claro que si. Demasiado diría yo. Los vampíros venimos de Lillith, y como ya sabrás ella fue parte de el inicio. Eso signfica que hay un Dios y tambien un demonio. El que fueras una creyente te mantuvo lejos de el radar de los rebeldes. Fue tu protección. -
- ¿Me iré al infierno? -
Su mirada se desvió con rabia y melancolía.
- No. Pero tu vida en la tierra será el infierno con el pasó de los años. -
Tomo la toalla, se levantó y se fue. Mis ojos cansados volvieron a cerrarse para no volver a abrirse en un largo tiempo.
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The Vampires Prophecy: La elegida
Vampire¿Qué pasaría si la obsesión de toda tu vida en realidad solo fueran señales de tu destino? Una investigación, una pasión, una obsesión que llevó a mi vida al borde de decidir entre la vida y la muerte. Esas creaturas que se alimentan de sangre, con...