Capítulo 8: El frágil destíno

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Al salir de mi habitación Nicolai cierra la puerta, sin embargo antes de irse deja en la mesa de noche una pequeña caja de madera. Me enfoco en desempacar pero mi curiosidad me sobrepasa y corro para abrir esa pequeña caja. Al abrirla me percato que es el elixir. ¿Será una trampa? ¿Habrá cambiado el contenido por veneno? Para un vampiro beberlo sería totalmente inofensivo. 

Muchas preguntas me llegan a la cabeza y mi corazón se acelera. Esta es la oportunidad que estaba esperado. Tengo la oportunidad de acabar de una vez con todo esto. La bebo, me vuelvo uno de ellos y mato a Nicolai.¿pero y si dice la verdad? 

En mi cabeza se repiten una y otra vez todos los pasos del plan que hicimos con Marcus:

 1- Gánate su confianza. Nicolai no confiara en ti así como así. Él fue elegido unos años antes de que supiéramos de tu existencia. Cuando lo confirmamos, armó una revuelta y se puso en contra de todos los de la sociedad. 

2 - Hazle creer que te ha convencido - La única forma de que tu averigües la verdad, es si conoces todos los puntos de vista. Podrás ver sus incongruencias y así tomar una decisión. 

3- Mátalo antes de acabe contigo. - Cuando lo encuentres en su momento más débil, toma el elixir, bébelo y mátalo. 

Salgo de la habitación para encontrarme a Nicolai, con una camisa negra y unos pantalones grises. Nunca le puse tanta atención a sus facciónes. El podría ser considerado, de donde vengo, como perfección pura. No creo que algún modélo reconocido se le asemeje. En frente de mi me encuentro con una mesa elegante y una cena para dos. 

- ¿Qué esta sucediendo? ¿De verdad crees que voy a caer por ti? Esto es rídiculo. Vine a aqui a buscar la verdad, nada más. - 

En menos de un segundo, Nicolai pasa de estar del otro lado de la casa a solo un paso de mi. 

- Es divertido jugar con mis presas de vez en cuando. - Su risa burlona hace que mi sangre hierva de enojo. 

- A mi me gusta ver como los insectos son aplastados. - Le sonreí de manera fastidiosa y lo empuje. 

Al parecer, a él no le importó y se comportó como tal humano. Se hizo a un lado como si mi fuerza le hubiera afectado. A diferencia de Marcus, el trata de hacerme sentir como si pudiera acabar con el ¿Pero porque? 

- El elixir estaba en mi habitación. Lo cambiaste ¿cierto? Por que es casi imposible que me lo hayas devuelto asi como asi. - 

- No. Nadie lo puede abrir. ¿A caso no te dijeron eso? El elixir solo puede ser quebrado o abierto por quien es su verdadero dueño. Es indestructible para cualquier otro. - 

- Entonces solo yo tengo el poder de beberlo. - 

- Correcto - 

- ¿Y por que darmelo? - 

- ¿Y por que tenerlo? es inservible para mi. Además, ya tengo todo lo que necesito. - 

- Entonces demuestralo - Le dije al mismo tiempo que se lo entregué. - Demuestramé que dices la verdad y empezaremos desde cero. Sin profecías, sin recordar nada de lo que ha sucedido. Solo por estos días. -

- ¿Y después de eso? - 

- Será mi decisión, pero no te juzgare ni dudare de las cosas que digas durante este fin de semana. - 

Nicolai lo toma y lo arroja al otro lado de la habitación con el propósito de romperlo. Mi reacción es inevitable. Al ver que lo arroja cierro los ojos por instinto. Me sorprendo cuando me percato que para ser una pequeña botella de cristal, sale intacta del golpe. 

- De acuerdo, escucharé lo que digas. Confiare en ti como si nada hubiera pasado. - 

Estrecho mi mano en forma de acuerdo. Puedo sentir como mi corazón se para unos cuantos latidos. 

Se que me dijeron que me alejara, que huyera, que peleara, pero en este mismo instante, todo lo que hay alrededor de mi me hace recordar lo que alguna vez lei. Los vampiros son animales, con un deseo insaciable de vida. Una infección contagiosa. Sin embargo, algo de el me era distinto. Era como un magnetismo demasiado fuerte, sentía que me quería, pero la pregunta era ¿De que forma? ¿De la forma que un depredador quiere a su presa? o ¿De la forma en la que un alma encuentra su otra mitad? 

The Vampires Prophecy: La elegidaWhere stories live. Discover now