Cap. 2

3.2K 125 3
                                    

—Ey, despertó la bella durmiente —Dijo Herrmann. No me tarde darme cuenta en que Kelly no estaba junto a ellos.

—Dormi demasiado.

—Lena quiero presentarte a unos amigos —Señalo hacia unos hombres para presentarlos —El es Otis, José Cruz y Mouch.

—Lena quiero presentarte a unos amigos —Señalo hacia unos hombres para presentarlos —El es Otis, José Cruz y Mouch

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

—Hola chicos un gusto en conocerlos

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

—Hola chicos un gusto en conocerlos.

—El jefe no mentía diciendo que tenía una novia hermosa —Comentó Otis con una sonrisa.

—Gracias Otis —Sonrei agradecida —¿Shay no viste a Kelly?

—Ahora mismo esta con el jefe —Respondió —Ahora toma a esta hermosura que me estoy orinando —Me burle de la situación, pero tome a la bebe en brazos y Shay se fue casi corriendo.

—¿Tienes hambre niña? —Pregunto Mouch —Pediré pizza y hamburguesas espero que te guste —Se marcho directo hacia el teléfono, ni siquiera me había dado tiempo a responder.

En eso entra Kelly con un hombre alto moreno, el debía de ser el jefe por la vestimenta que traía puestas, ambos se acercaron hasta nosotras. Gala solo quería estar en brazos de Kelly y apenas lo veía comenzaba a balbucear para que el la tomara en brazos.

—Ella es mi prometida —Comento Kelly.

El hombre se quedo mirándome como si hubiera visto a un fantasma, estaba siendo demásiado incómodo a decir verdad, cambie mí rostro de incomodidad para regalarle una sonrisa.

—Soy Lena Diaz, un gusto en conocerlo —Me presente.

—Lo mismo digo niña ,Wallace Bodem —Se presento —Veo que necesitas trabajo, estuvimos hablando con Kelly sobre eso.

—Si lo necesito.

—Te daré esta tarjeta, comunicate con el sargento Hank Voight el te ayudara, dile que vas de mi parte.

—¿Por que el? —Pregunto Kelly algo molesto, se le notaba en su mirada, su jefe no le respondió.

—Gracias —Agradecí.

—De nada, puedes hablar conmigo si necesitas algo, ahora con su permiso tengo trabajo que hacer —Toco la pequeña mano de la bebé para luego seguir su camino.

Solo Un Recuerdo | Chicago PDDonde viven las historias. Descúbrelo ahora