Estaba preparada para asistir nuevamente a inteligencia, pero, antes debía ser sincera con Kelly si no quería que las cosas se mal interpretaran.
-Quería hablar contigo -Le dijo mientras arreglaban la habitación que estaba hecha un desastre, donde habían juguetes por doquier.
-¿Que sucede? -Preguntó el hombre prestándole toda su atención.
-Promete que no te enojaras -El hombre asistió -El sargento Voight me quiere de regreso en inteligencia.
-¿Aceptaste? -Pregunto cambiando su tono de voz a uno mas pesado.
-Tenía que hacerlo, me gusta trabajar allí -Respondió segura.
-¿De verdad? Después de todo lo que tuviste que pasar.
-No tiene por que volver a repetirse -Trato de convencerlo.
-No te perderé de nuevo.
-No lo harás por que no volverá a ocurrir, ¿de acuerdo?
-Sabes que, Lena, haz lo que quieras -Termino de decir - Iré a ver el juego
-Kelly, por favor -Volvió a suplicar, pero, este siguió su camino. No quería que las cosas resultaran así, por alguna razón pensó que la apoyaría en su decisión, pero, al parecer no fue así. Y se sentía mal por eso.
No teniendo otra solución, tomo a su pequeña para llevarla a la guardería mientras ella asistía al trabajo, llevaba unas cuantas horas de retraso ya que ir en un taxi en chicago por la mañana era complicado. Cuando dejo a la bebé, llamo al sargento por celular.
-Voy de camino a la estación, lo siendo por la demora -Respondió -Demasiado tráfico.
-No vallas a la estación, recibimos un llamado importante esta mañana, ven a la dirección que te enviare -Respondió el sargento -Y trae algo de desayunar.
Al principio le resulto extraño de que el sargento le pidiera que le llevara el desayuno, cuando trabaja en los casos no le gustaba desayunar; le paso la dirección al taxista no sin antes pasar a una tienda cercana y comprar unas cuantas donas y jugos de naranjas. Algunos policías ya se encontraban en la zona, cuando bajo del taxi rápidamente visualizo al sargento.
-Buenos días, sargento -Saludo.
-Buenas tardes, Lena -Le dijo el sargento -Necesito que vallas con las niñas -Señalo donde estaba Antonio y Olinsky que tenían a su custodia a tres niñas. La morena asistió para ir hacia el lugar.
-Es bueno volver a verte -Le dijo Antonio, a lo que la morena le brindo una leve sonrisa.
-Hola cariño -Se acerco a la mas pequeña -Las compre para ustedes -Le entrego la caja de donas junto a los jugos que antes había comprado.
-Servicios sociales vendrán por ellas -Mencionó Olinsky.
-¿Que es este lugar? -Preguntó, aun no sabia nada sobre el caso.
ESTÁS LEYENDO
Solo Un Recuerdo | Chicago PD
AléatoireDonde el pasado y los recuerdos son un problema. Olvidar no es nada fácil, menos si la vida te vuelve a poner en el mismo camino, en el mismo lugar donde antes solías ser feliz e infeliz al mismo tiempo.