Capitulo 64

486 28 27
                                    

Estuvo unos cuantos minutos en un parque cercano, su cuerpo se estremecía al sentir el frío viento recorrer por todo su cuerpo, no dejaba de pensar en el sargento y la verdad que acababa de saber. Sus inseguridades comenzaron a surgir, buscaba respuestas, buscaba poder perdonar al hombre que la había abandonado. Miro en su bolso para tomar las pastillas que el Dr Charles le había recetado. A lo lejos escucho una bocina, volteo su mirada para ver a Antonio bajar del auto, guardo el frasco de las pastillas para empezar a caminar en dirección al hombre.

—Vine lo mas rápido que pude —Dijo el hombre al ver a la morena, ella solo asistió para abrazarlo.

—Vine lo mas rápido que pude —Dijo el hombre al ver a la morena, ella solo asistió para abrazarlo

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

—Lo siento por molestar tan tarde.

—No molestas, apenas vi que eras tu en la llamada salí corriendo de casa —Comento el hombre —Sube al auto, esta helando —La mujer asistió para subir al auto junto al hombre —¿Me vas a decir que paso? ¿Peleaste con Severide?

—Eso creo... —Respondió desanimada.

—No se que decirte —Dijo el hombre al ver la situación tan complicada, antes de ir a buscarla había tenido una conversación con Voight acerca de lo que había sucedido, pero, después de lo que el hombre le había comentado entendía mejor la historia, entendía el por que había hecho todo eso, nadie abandonaba a sus hijos sin ningún motivo alguno, pero el lo tenia y lo entendía.

—Solo quiero desaparecer por unas horas —Dijo la morena mientras miraba fijamente por la ventana a los autos que iba y venían por las calles.

—¿Donde quieres ir?

—Donde sea —Antonio encendió el auto y lo puso en marcha, tenía un lugar en mente, lejos donde nadie podría molestarlos. Un lugar relajante cerca de la orilla del mar, donde podías sentir aire fresco y el movimiento del agua.

—Podrías hablame sobre antes.

—¿Antes? —Preguntó el hombre, no estaba 100% seguro si hablar sobre el pasado, no sabía cuanto daño podría provocar. La mujer asistió sin apartar la mirada del frente —No hay mucho que contar, éramos felices cada vez que me despertaba a tu lado era como si estuviera en otro mundo, cuando sonreías al despertar. No digo que no teníamos nuestras diferencias, pero, supimos salir adelante juntos. Cuando tuvimos a... —Se quedo callado, estaba a punto de cometer un error.

—¿A quien? —Preguntó —En las fotos que me mostraste tenía a un bebé en brazos. Aveces me cuesta distinguir entre la realidad o mi imaginación.

—Era un niño increíble —Respondió el hombre recordando a su pequeño hijo.

—¿Era? —El asistió desanimado —no estoy segura del querer saber, pero, quiero recordar... ¿Te lastime? Cuando eramos ya sabes...

—No —Respondió seguro —jamas lo hiciste, eres una mujer increíblemente hermosa y buena —El hombre la estuvo halagando por horas, prácticamente le podría tomar toda la noche hablar sobre la mujer que amaba. También le hablo un poco sobre su relación y lo mucho que eran feliz, pero, la morena no sabia que expresar o decir ante todo lo que hombre le decía. Al final Antonio le dijo que podría ayudarla a recordar, y la única idea que tuvo fue ir hacia la casa donde antes solían vivir, la había conservado tal y como la tenían antes, hasta el cuarto del bebé seguía igual —¿Estas segura que quieres hacer esto? —La mujer asistió, el hombre abrió lentamente la entrada para luego ambos entrar, la mujer observaba cada detalle de la casa en busca de poder recordar algo por mas mínimo que sea. Fue a diferentes habitaciones de la casa hasta que le toco la mas difícil para el hombre.

Solo Un Recuerdo | Chicago PDDonde viven las historias. Descúbrelo ahora