Capitulo 69

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No había momento en el día que no recordara a su hijo, su hija era la representación de aquella relación que había terminado con Antonio. Todo le recordaba al pasado y creía que no era justo, ella ya tenia su vida hecha y seria injusto que por un impulso sin pensar cometiera un error y destruía todo lo que había construido. Cada vez que miraba a Kelly pensaba en lo mucho que podría dañarlo si sabia la verdad de todo. Pero ella no contaba que Severide sabía todo gracias a Antonio, no cambió nada saber el pasado de la mujer en el, de lo único que estaba seguro era que la amaba un montón, amaba la familia que eran los tres y no la cambiaría por nada en el mundo.

—¿Por que no duermes? —Preguntó el ojiazul viendo a la mujer que aun seguía despierta a su lado en la cama —¿En que piensas tanto?

—Nada... Solo que aun no tengo sueño —Respondió, llevaba unos días buscando la forma de poder vengarse del sujeto que acabó con la vida de su bebé. Que debía ser muy cuidadosa con lo que quería hacer. Después de todo era una promesa que le prometió a su pequeño.

—Te ayudare —Dijo el hombre abarazando a la morena —no te soltaré hasta que logres dormir — Y así estuvieron toda la noche abrazados hasta que lograron dormir; a la mañana siguiente Kelly se encargaría de llevar a Gala a la guardería mientras Lena asistía al chicago med, su hermana no había dejado de llamar y la estaba poniendo nerviosa.

—Mónica Diaz —Preguntó Lena al doctor Will quien era encargado de su madre desde el momento que llegó allí —Soy su hija.

—Ella pronto estará bien, su estomago responde correctamente pronto podrá volver a comer —Dijo revisando el informe.

—¿Como va con el cáncer?

—¿Cáncer? —Preguntó el doctor confuso, ella asintió con la cabeza —No, ella entro por un dolor estomacal por causas del alcohol. Pronto estará mejor, debo seguir atendiendo a mis pacientes.

—Adelante —Dijo Lena, otra mentira mas por parte de su familia. Esa era la última prueba que necesitaba para darse cuenta de lo falsa que eran ambas mujeres. Una mentira era el inicio de grandes cosas y no buenas necesariamente. Entro en la habitación donde se encontraba su madre acompañada de Madison quien leía una revista de moda.

—¿Que supiste sobre Voight? —Preguntó su madre con un buen semblante.

—Es un desconocido para mi —Respondió Lena.

—Me entere que tienes una niña.

—Su nombre es Gala —Respondió —es duro ser una buena madre.

—Cuando eras una niña tu y Madison eran muy inquietas, jamas estaban tranquilas —Comento la mujer —¿La traerás para conocerla?

—Amo mucho a mi hija, no dejare que intenten lastimarla. Jamas conocerás a mi hija.

—¿De que hablas? —Cuestionaron ambas a la vez.

—¿Cáncer? —Pregunto con una sonrisa en su rostro —no deberían jugar con algo así, hay personas que realmente sufren por esa enfermedad y ustedes solo inventan mentiras tras mentiras.

—No me conoces —Se defendió la mujer

—¿Como podría hacerlo? No soy la hija que elegiste para mantener contactó, ¿verdad... Mamá?

—Mamá esta muy enferma como para escucharte, Lena —Levantó la voz Madison.

—¿Enferma?.. He sido buena con ambas estos días, pero me estoy cansando de ser su juguete. No saben con quien se están metiendo, no hagan que les pierda el poco respeto que les tengo en estos momentos —Dijo Lena dejando callada a ambas mujeres —y tu... Madison me vas a ayudar en algo, oh no querrás que la policía se entere de la droga en tu auto.

Solo Un Recuerdo | Chicago PDDonde viven las historias. Descúbrelo ahora