El llamado

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Nunca fui una agente de Overwatch, pero toda mi vida formé parte de Overwatch así como la organización formó parte de mí. Mi nombre es Fareeha Amari, seguramente me conocen más por mi nombre en clave: Pharah. Crecí rodeada de héroes soñando con el día en que me convertiría en una de ellos, en el que tendría ese símbolo en mi hombro, pero nunca sucedió. Yo perdí a mi madre y volví a Egipto, me alisté en el ejército y llegué a ser oficial, mi cartilla estaba lista para unirme a Overwatch, luego ésta fue disuelta desde dentro, la traición fue lo peor de todo, perdí a mis amigos, a mis héroes, a mis ejemplos a seguir, a mi familia. Entré pronto a trabajar en Helix Security International y me volví la capitana de mi equipo, (después de la muerte en misión del capitán anterior).

Cuando mi madre... falleció, fui yo quien conservó su comunicador con Overwatch y debo admitir que pocas cosas me han asombrado tanto como cuando en plena noche la voz de Winston salió de allí convocándonos a todos los agentes de Overwatch y, aunque nunca fui parte, no pude evitar reaccionar a ese llamado, escuché también a Tracer responder y un mapa se dibujó en el techo de mi habitación, en él se comenzaron a encender los focos de personas que estaban escuchando a la llamada, no eran muchos, pero aún existían y mientras ellos contestaban la esperanza crecía en mi pecho.

Tenía que ir allí, no podía ignorar aquello así que empaqué de inmediato y compré un vuelo hacia Estados Unidos, sin embargo, la charla con mi jefe fue lo más complicado, pedirle una baja temporal era lo ultimo que se hubiera esperado de mí, pero mi equipo me dio su apoyo, la verdad mi relación con ellos había mejorado mucho desde nuestra pequeña batalla con la IA de Anubis, me dieron de baja temporal un año, mis compañeros... mi familia me dieron una buena despedida y partí a los tres días dispuesta a cambiar el mundo.

¿Qué habría pasado en nuestra ausencia? ¿Había una guerra que desconocía? Sé que nuestra situación es complicada y que el mundo necesita héroes, pero algo dentro de mí me dice que es algo más, algo mucho más grande de lo que creo. ¿Cuántos de mis conocidos acudirían a la llamada? Esperaba que muchos, no los había visto en años y no había vuelto a pisar América desde hacía ya muchos años.

No sabía bien qué hacía una vez allá, ¿En qué pensaba? Había ido a las instalaciones de Overwatch que ya no estaba allí, tomé un taxi y me dirigí a donde Winston, sabía que al menos allí podría encontrar refugio. Llamé a la puerta y una voz femenina respondió:

- Identifíquese - me pidió
- Soy Fareeha Amari- respondí sin pensarlo. No hubo respuesta alguna, pero unos segundos después y con una respiración agitada Winston abrió la puerta.
- ¿Fareeha?
- Hola Winston

Él me abrazó al momento y me invitó a pasar, todo era un desastre.

- Ven siéntate aquí- me dijo Winston poniendo su mano en mi hombro y guiándome a una silla que acercó al lado de una llanta colgada.
- Un placer conocerte Fareeha- dijo de nuevo la voz femenina resonando por la habitación
- Ella es Atena, no hay asistente más eficaz que ella
- Me halagas Winston- respondió Atena
- Un placer- respondí yo
- No había sabido nada de ti desde hacía ya muchos años. ¿Dónde estuviste?
- Volví a Egipto, fui oficial en el ejército y Capitana en Helix

El asintió mientras destapaba un frasco de crema de maní y se trepaba en unas sogas y me traía de regreso una taza de té.

- Igual que tú madre, ella estaría orgullosa de ti. Traté de comunicarme contigo varias veces, pero no tenías tu comunicador.
- No, cuando mi madre... falleció, Jack consideró que corría un peligro enorme y me lo quitó, pero yo conservé el de mi madre.- Winston río mientras se balanceaba en la rueda.
- Vaya, soy un científico y nunca se me ocurrió llamar a ese comunicador. Era lógico que estarías en tu país, y que estarías en el ejército, vienes de una larga línea de soldados, el deber está en tu sangre, y no pudiste evitar responder al llamado. Me da gusto que hayas venido, tenemos que hablar de mucho y lo que está pasando es terrible
- Hablando de eso... ¿Qué ocurrió aquí?
- Una sombra llegó a robarse los datos que Atena tiene, quieren encontrar a todos los antiguos agentes, pero las cosas están peor que sólo un ataque a un viejo laboratorio, Talon está cobrando fuerza y aún estoy seguro que el mundo necesita a Overwatch, las guerras son cada vez peores y la gente está muriendo. Es nuestro deber hacer algo, estoy seguro que lo comprendes.
- Si, por ello he venido aquí. Tenemos que reunir a todos, pero antes, ponme al tanto de lo que ha ocurrido.

Hablamos por mucho tiempo, nos pusimos al corriente de lo esencial, cuando cayó la noche estábamos hablando de cómo era nuestra familia, nuestra vida y lo que fue toda mi infancia.

- Tu madre fue de las mejores agentes, todos esperábamos que tú te unieras pronto
- Yo también quería eso más que nada. Pero no tenía la edad suficiente para entrar. Todo pasó demasiado rápido.
- Cuando te fuiste muchos te buscamos, no teníamos idea a donde habías ido, muchos te buscamos, Jack, Tracer, Reinhardt, McCree y yo, pero no dejaste rastro.
- Quería volver cuando me hubiera ganado mi lugar, no sólo por mi madre. Tenía que probarme a mi misma que podía hacerlo
- Todos siempre creímos que eras capaz de hacerlo, desde niña siempre buscabas aportar ideas, estrategias, aprendiste a disparar y artes marciales cuando otras niñas jugaban con muñecas. Eras capaz, Fareeha.
- Ya nadie me dice así- informe con amabilidad, ese era un nombre que me recordaba una época buena de mi vida que ahora, estaba enterrada en el mejor lugar de mi mente. Yo no era esa niña que dejó Overwatch con una maleta en la espalda, no. Fareeha estaba ahí, pero demasiado dentro de mí, se podía decir que lo más sensible de mí. Fareeha era una niña, Pharah una capitana- Ahora todos me llaman Pharah
- ¿Buscas borrar tu pasado?- Me preguntó ajustando sus lentes contra su nariz, los lentes estaban recién rotos, pero los había pegado- No serías la única. Algunos lo han hecho y me temo que quienes lo hicieron no respondan al llamado. Uno de ellos es Morrinson, lo necesitamos de vuelta, pero dudo incluso que tenga su comunicador.
- ¿Jack está vivo?- pregunté sentándome en el filo de la silla.- Creí que había muerto cuando...
- Eso creyeron todos, pero sé que no ha muerto.
- ¿Cómo lo...?
- Porque hay cosas que solo él haría, en Dorado, México, un sujeto llamado Soldado 76 prefirió arriesgar la vida para salvar a una niña que detener a la banda criminal de los Muertos, ¿No crees que es algo que él haría?
- No lo sé, cualquiera puede ser un héroe
- Tal vez, pero puedes tener esperanza, sabes que es posible, su cuerpo nunca fue encontrado.
- Igual que el de mi madre- dije más fría- No quisieron volver por su cuerpo, pero eso no signifique que de un momento a otro voy a recibir una llamada de ella, eso nunca pasó y no va a pasar- las brechas de mi dolor volvían a abrirse, carraspee y controlé mis emociones
- No puedo imaginar lo que pasaste, y lo que fue después de la muerte de Ana, muchos de nosotros la extrañamos demasiado, lamento lo que pasó.
- No sientas compasión por mi, querido Winston, no es momento- Él asintió y volvió a columpiarse
- Has madurado demasiado desde hace casi 20 años que te fuiste... Cambiando el tema, dudo que algunos agentes respondan el llamado, necesito de tu ayuda para reclutarlos de nuevo, hay unas viejas instalaciones secretas de Overwatch que nunca fueron destruidas, podemos vernos allí. Te daré la dirección y la lista de los agentes que necesitamos.
- Creo saber quienes son, no es necesario, el comunicador de mi madre me ayudará a encontrarlos.
- Será difícil con algunos, pero podrás hacerlo. Tú misma, Pharah, eres señal de que la lucha está renaciendo, de que es una nueva generación. Nuestra causa es buena y no dudo que aún haya agentes que responderán al llamado, así que ¿Estás conmigo?
- Hasta el final.

Inesperado- OverwatchDonde viven las historias. Descúbrelo ahora