Inesperado- Overwatch

S.O.S. Brasil

McCree y yo volvimos a trabajar en nuestra fuente, ese día cambiamos las tuberías mientras que lo ponía al tanto de lo que había ocurrido allí. Por su parte me informó sobre su altercado, fue un enfrentamiento casi pasivo, no había muchas escoltas, obviamente no esperaban que alguien los detuviera, pero había sido uno de los primeros movimientos que hizo Overwatch con lo cual se alertaba a Talon de nuestras muy probables intenciones. Después de ponernos al día, ambos nos mantuvimos en silencio un momento, yo subí a la parte alta de la Fuente y comencé a quitarle la hojarasca y a barrerla mientras McCree terminaba la tubería interna.

- ¿En que piensas?
- Nada importante
- Pues entonces hablemos de algo. ¿Qué tal que te parece sólo preguntar por preguntar? Yo comienzo, ¿Cuál es tu color favorito?
- Emmm, azul. ¿El tuyo?- dije distraídamente mientras arrancaba una planta que parecía decidida a quedarse allí.
- Rojo, ¿Cuando ha sido la vez que has sentido más miedo?
- No lo recuerdo... ¿Tú?- Las preguntas podían ser tontas, pero me resultaba extraño que estuviera entablando realmente una conversación conmigo. Además, claro que recordaba la vez que había tenido más miedo, fue cuando abandoné Overwatch y todo lo que conocía con una mochila al hombro y un boleto de avión.
- Nunca he tenido miedo ¿Has tenido pareja en los últimos dos años?
- ¿Qué estás tratando de hacer?- le pregunté sin más mientras dejaba de lado mis guantes de trabajo
- ¿Tengo que tramar algo?- me preguntó por respuesta- En realidad... Tal vez podamos llevarnos bien. Nuestras pláticas han sido bastante hostiles y creo que realmente no nos conocemos, así que por qué no intentar.
- Dejaste muy claro desde el comienzo que no pretendías ser mi amigo
- Ser amigo no es algo que se pueda declarar, es algo que está ahí sin que te des cuenta.
- Eres confuso
- ¿Y quien no lo es? Sólo deja que las cosas pasen. En fin... Responde a la pregunta.
- Sí, si he tenido pareja en los últimos dos años. ¿Qué hay de ti?
- Nunca he tenido una pareja estable, son más... ocasionales

Yo solo asentí, no agregué nada más y volví a mi trabajo.

- ¿Tú vas a ir a lo de Brasil?- me preguntó después de un breve silencio
- Sí, se lo prometí a Lúcio.
- ¿No crees que estamos siendo descuidados?
- ¿A qué te refieres?
- Winston lo dijo cuando nos volvió a llamar, "el mundo decidió que ya no nos necesitaba" ¿No crees que sería mejor así? Sin que nadie se dé cuenta de lo que estamos haciendo
- Es que alguien tiene que darse cuenta de lo que estamos haciendo, de qué hay alguien aún dispuesto a luchar. ¿No crees que las personas nos extrañen? Hay personas que aún responden al nombre de Overwatch como lo hizo el oficial de Zarya.
- Sólo digo que estamos siendo descuidados, a lo mejor no deberías hacerme caso. Yo estuve en Blackwatch, siempre entre las sombras, tal vez por eso creo eso. En fin, yo también iré a Brasil
- No, tú debes de quedarte aquí
- Parece que no me quisieras a tu lado- me dijo suspicaz
- Nada de eso. Si no te quisiera a mi lado no te habría dejado trabajar en mi fuente
- ¿Así que es TÚ fuente?- preguntó
- Bueno, puedo prestártela si gustas.- respondí con una sonrisa, escuché como reía
- ¿Qué tanto has hecho desde que nos vimos por última vez?- preguntó con curiosidad
- Pues, me entregue al ejército. Fui oficial en la armada egipcia
- Suena rudo
- A veces lo era, entré desde que tuve la edad suficiente. Mi último empleo es como jefa de seguridad en Helix Security International, soy la Capitana de mi equipo. ¿Tú qué hiciste de tu vida?
- Volví a lo que mejor sé hacer: contrabando, pero nada grave no te preocupes y no, está vez estoy por mi cuenta. Vivo aquí y allá, soy como un forastero en mi propia tierra, me han acusado muchas veces de muchas cosas, incluso de asesinato y pues, básicamente mi cabeza tiene un precio.
- Sí algún día necesito el dinero lo tendré en cuenta- comenté, de nuevo el rió.

Seguimos platicando un buen rato, no me había dado cuenta del tiempo, en algún punto dejamos nuestras labores y nos sentamos en la banca frente a la fuente y los años se desvanecieron, los rencores, parecía que el tiempo no hubiera pasado, parecía que podríamos ser buenos amigos. El sonido de mi comunicador cortó nuestra amena conversación.