Inesperado- Overwatch

Primeras medidas

Decidí seguir el consejo de McCree. Genji y él fueron a espiar una vieja base de la ruta  66, también Tracer fue con ellos por si la misión se ponía más peligrosa. Toda esa noche estuve estudiando, y noté que los pandilleros de Deadlock podrían estar trabajando con Talon, era como si todo fuera una gran mafia. Una bomba del ejército estadounidense había sido robada y la banda Deadlock había dejado sus huellas en la escena del crimen aunque no se viera a simple vista. Ellos tres debían frustrar el robo, impedir que la carga llegara a su destino; si mis sospechas eran ciertas y estaban trabajando para Talon... habían pedido una bomba y por ende estaban preparando algo muy grande.

Ellos partieron el día después. Los siguientes dos días todo siguió el curso que habían tenido los días anteriores, nada interesante y todo transcurría muy lento.

Winston obtuvo la tarea de tratar de buscar meterse a puntos estratégicos con ayuda de Atena, para poder vigilar algunas áreas de posible altercado. Hasta ahora no había éxito, más que para algunos lugares públicos. Törbjorn no dejaba de quejase de que las armas de la bodega y los medios de transporte estaban en un estado terrible, así que comenzó a repararlas, obviamente Reinhardt le ayudaba. Eran mejor equipo ellos dos de como lo recordaba. Los demás yo no sabía que estaban haciendo, pero suponía que estaban ocupados en algo o, al menos, lo esperaba.

Aún había mucho que hacer en la base, principalmente con la zona de enfermería la cual solía ser muy utilizada por la organización, Ángela y Zarya estuvieron ocupadas de eso. Mei y yo trabajábamos en la ubicación de los demás agentes, pero temía que algunos ya estuvieran muertos, algunas veces confirmé mis sospechas, Talon estaba detrás de eso, por eso Reaper había tratado de robar los archivos.

- ¿Por qué crees que estén buscando a los agentes?- me preguntó Mei mientras buscaba las coordenadas de un agente que posiblemente estuviera vivo en un mapa extendido en toda la sala comando
- No lo sé, posiblemente sea porque quieren asegurarse de que nadie los frenará esta vez
- Yo no lo creo, ellos tienen congelado el corazón. Tiempo atrás sembraron terror entre nosotros, nos destruyeron y no sólo ellos, sino también las mismas personas que protegíamos. - Yo la miré como preguntándome cómo es que sabía eso, ella pareció entender mi expresión- Lo leí en las noticias cuando llegué aquí. - dijo subiendo los hombros.
- Lo siento, por cierto... ¿Cómo te tomaste... todo? Debió ser terrible perderse de nueve años
- Lo es, aún no me acostumbro del todo, hace quince días que trato de procesarlo realmente bien, pero siempre es bueno tener amigos en los cuales confiar. Me alegra de no estar sola de nuevo. Me gustaría también saber qué pasó con nuestras familias, pero a veces creo que es mejor así.
- No, la familia siempre es primero. Ellos deben saber de tu historia, podemos buscarlos- a ella se le iluminó el rostro como si fuera sólo una niña pequeña
- ¿De verdad?- yo asentí, pero luego ella apartó la vista- ellos seguro creen que estoy muerta, como la mayoría de aquí. No quiero ponerlos en peligro ni volverlos un objetivo para Talon.
- Aún así podemos buscarlos
- Gracias de todas maneras, al menos me gustaría saber si ellos también están vivos.
- Pharah- llamó Winston desde mi comunicador
- ¿Sí?
- Será mejor que vengas a ver esto.

Su voz sonaba muy seria, yo miré a Mei y luego salí corriendo, crucé el pasillo, subí las escaleras y casi me arrojé contra la primera puerta. Ángela y Zarya estaban allí, estaban viendo el televisor. Estaba el canal de las noticias. ¿Cuál era la emergencia? Brasil.

Detrás de mi Lúcio apareció y casi se cae de la velocidad que traía en los patines. Algunas de las favelas estaban en llamas, los arquitectos de la Luz no podían hacer nada al respecto, se limitaban a observar. Lúcio se tensaba demasiado, al punto que creí que soltaría un golpe. Después de eso apareció el señor Korpal, el presidente de Vishkar Corporation en lo que sería una entrevista ante un edificio blanco y alto.