Capítulo 2

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22-11-2017

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Ella miraba a la luna fijamente, como si fuera lo más hermoso que nunca antes hubieran visto sus ojos.

Aunque estaba en silencio... Aunque no decía nada... Por dentro le estaba contando todas sus penas a la luna brillante que resplandecía frente a ella, opacando cada rayo de luz tímido de los hermosos luceros que iluminaban el cielo, esa noche tan fría y cerrada, donde solo ella estaba sentada en el pasillo, viendo la luna por la ventana de vidrio de aquel hospital.

La joven de piel pálida, se había escapado de su habitación, como otra de tantas veces que lo había hecho... Solo con el deseo de poder ver la luna una vez más, antes de que su pesadilla volviera a nacer en su interior.

El pasillo se mantuvo en completo silencio, durante un tiempo... La joven estaba centrada en mirar fijamente a la luna, en silencio, admirándola como si no hubiera un mañana.

-¿Qué haces ahí? -Preguntó una voz masculina a su espalda.

La joven se incorporó rápidamente y se dió vuelta, enfrentando a la persona que había robado su atención. El miedo se coló en sus venas, sus manos comenzaron a temblar furiosamente por los nervios... Ella creía que la persona que había hablado, había sido uno de los guardias o uno de los psiquiatras que solían lastimarla y maltratarla como si fuera un animal.

Se quedó en silencio unos segundos observando al dueño de aquella voz, su mandíbula se tensó al darse cuenta que no se trataba de uno de los guardias o un psiquiatra... Sus ojos se quedaron clavados en aquel chico de cabello negro, lacio, aunque un tanto descuidado, podía comprender por la vestimenta de aquel chico, que él era uno más de los que estaban ahí, igual que ella... Sin salida, sin oportunidades.

-¿Qué haces aquí? -Preguntó el joven, aun sin apartar la vista de ella-. Si te ven, te harán daño.

El joven de ojos rasgados se quedó en silencio por unos segundos, esperando respuesta, aunque también admirando a aquella joven, se veía tan inocente y asustada, tan indefensa... Bañada por la luz de la luna que alumbraba ambos rostros, uno encima del otro. Pero al no obtener respuesta por parte de la chica, solamente bajó la mirada suavemente, tal vez ella no quería responder, tal vez no estaba realmente con él y era otra más del hospital, otra enferma sin salida.

-Deberías volver a tu habitación... Si ellos te ven, van a...

Sus palabras se quedaron en su garganta cuando la joven respondió repentinamente a sus palabras interrumpidas.

-Sé lo que harán... Siempre lo han hecho... -Susurró la joven, bajando suavemente la mirada hacia el suelo.

El mayor frunció el ceño levemente al escuchar aquellas palabras, ¿Ella conocía ese lugar? Él nunca la había visto ahí, ni siquiera cuando los psiquiatras los obligaban a salir al patio.

Ambos se quedaron en silencio por unos segundos, la joven levantó lentamente la mirada, enfocando sus grandes ojos verdes, en los de aquel chico. El mayor se quedó mirando esos ojos tan profundos fijamente por casi cinco segundos, él no estaba acostumbrado a que lo miraran con ojos tan grandes y expresivos como los de aquella chica.

-¿Qué me miras? -Interrogó la joven, cruzándose de brazos frente a él, algo incomoda por el comportamiento del mayor.

-Nada. -Respondió él apartando la vista de ella avergonzado y se quedó en silencio por unos segundos-. Deberías volver a tu habitación.- Insistió ahora mostrándose un poco más serio y nervioso.

AWAKE [Cancelada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora