Descendiente (FINALIZADA).

Capítulo 3: Nueva familia.

Hak quería estar lo más lejos posible de Yona. Odiaba recordar que por su culpa Midoriko, su primer amor, había muerto. Mientras iba lo más rápido que podía por el denso bosque recordó cuando se conocieron.

Ella estaba gravemente herida y era perseguida por un gran número de demonios a causa de su agradable aroma. Sus ojos se cruzaron por un par de segundos cuando finalmente cayó a sus pies inconsciente por la pérdida de sangre. Hak la salvó, y desde ese momento jamás pudo separarse.

Cuando el cielo se aclaro, Zeno cargo a Lily que estaba profundamente dormida.

-¡Bien! hay que llevarla al castillo. Después comenzaremos con tu entrenamiento.

-¿Entrenamiento? Pero... Yo... N-no creo poder...

-Pudiste purificar a esta chica. Así que yo creo que podrás derrotar al Rey Demonio.

-¿Como es ese demonio?

-Umm es algo cruel... Engaña a las personas con su hermosura para matarlos. El sólo podía acabar con todo un país. Pero llegaron Midoriko-Sama y Hirryu-sama. Ellos pudieron sellarlo y ahora el resto depende de ti Princesa.

-Esta bien... ¿Que haré primero?

-Encontrar un familiar. Es lo más básico.

Después de llevar a Lily al castillo, se adentraron a lo profundo del bosque.

-Bueno, durante la mañana se pueden encontrar a muy buenos espíritus para ser "acogidos" osea hacerlos tu familiar.

-¿Como lo convencere para que sea mi familiar?

-Umm... ¡Dándoles comida! Así fue como Hirryu-sama me "acogió".

-Mentira. Para conseguir un familiar tienes que derrotarlo.

-¡Hak!

-Solo porque tengo que cumplir una vieja promesa estoy aquí no creas que es por ti.

De repente unos pasos se escucharon. Un joven de aproximadamente 25 años, de cabello color verde largo atado en una coleta y ojos rasgados apareció entre los arbustos. Se fijo primero en Hak y luego en Yona.

-¡¡Oh no se esperaba menos de la hija de Mi-chan!! Que hermosa es. Te pareces mucho a tu madre.- dijo mientras la tomaba de las manos.- Ahora para cerrar el trato debes de darme un beso.

Una gran cuchilla se puso en medio de ellos.

-No dejas de ser un maldito pervertido ¿Verdad ojos caídos?

-Oh Hak, cuanto tiempo sin vernos. Yo también te extrañaba.

-Disculpa ¿Quien eres?

-¡Oh cierto! Yo soy Jea-ah familiar de Midoriko, es un placer conocerte. ¿Cuál es tu nombre hermosa?

-Yona.

-Oh Yona-chan.- dijo mientras la tomaba de la cintura.

-Y sigues con tus malos hábitos.

-Oh Hak. No te pongas así. Si nunca le hize nada malo a Mi-chan, menos le haría algo a Yona-chan.

-No lo hiciste porque jamás te deje solo con Midoriko.

-Bueno, bueno, chicos calmense.- dijo Zeno mientras se interponia entre ellos.- Por cierto Jea-ah, ¿Como fue que Midoriko-Sama te "acogió"?

-Ella...- dijo mientras sus ojos brillaban.- ella me sedujo. Sus preciosos ojos del color del mar se encontraron con los míos y su cabello color coral danzaba con el viento que soplaba en aquel arrecife y...

-Ya no seas chismoso y di que se vieron de casualidad mientras tu andabas haciéndote el vago.- lo interrumpió bruscamente Hak.

-¡Bueno ya! Nos encontramos de casualidad y ella solo me sonrió. Me hize su familiar para proteger esa hermosa sonrisa.

-Ooh, ya veo, ya veo.

-Bueno Princesa. Cierre sus ojos y deje que la tierra la guíe hacia un buen espíritu.

Yona obedeció. Sintió una sensación de calma y se dirigió hacia ella.

Al llegar, encontraron a un  chico que parecía de la edad de Yona. Su cabello era de un rubio claro y sus ojos eran de un hermoso azul cielo. Llevaba en sus brazos muchas hierbas. Era muy apuesto, aunque...

Casi parecía una chica.

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¡Hola!
Espero que les haya gustado este capítulo. Pronto escribiré un poco más del pasado de Hak y Midoriko.

¡¡Hasta la próxima y gracias por leer!!