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“Otro nuevo día, otro comienzo de otro infierno”, pensó el de cabellos rojizos, levantándose de su cama y estirándose un poco, comenzando su rutina diaria de siempre.

Lo primero que vio en el espejo fueron sus ojos hinchados y rojos de tanto haber llorado la noche anterior, unas ojeras notorias y finalmente la palidez increíble por el no estar alimentándose como debía, pero claramente ya era una imagen común para él.

Después de arreglarse un poco el rostro decaído con una lavada de cara, se había dirigido a la cocina, en busca de un "poco" de café aunque sea, no soportaba la idea de no tomar café en todo el día, le era su nueva tortura. Sacó una taza grande, un café, endulzante, y finalmente, tomó el hervidor que se encontraba con agua caliente aún. Comenzó preparando su café como siempre, y al estar listo, no dudo en comenzar a beberlo. Al cabo de unos minutos no había nada en la taza.

Fue a su habitación y comenzó a vestirse, hoy estaría en su casa todo el día, no quería salir y ver cuantos papeles arrugados diciendo lo mala madre que era estaban allí, además, quería descansar un poco, no quería llorar éste día.

En eso, su móvil comenzó a sonar, indicando que su pareja le llamaba, pero estaba tan deprimido que colgó inmediatamente. Ni si quiera tenía ganas de verle, se sentía tan mal que se comenzaba a replantear también si es que era un buen novio.

— Mala madre, se que lo soy, pero tampoco puedo decir que es fácil ser una buena madre. No es llegar y pedir perdón, tampoco me necesita en todo caso, ¿qué más quieren? . — Y dicho esto, tomó una de sus pastillas para dormir, cerrando los ojos para comenzar a soñar en un mundo donde nadie le molestaba, y era feliz.

Se valía la pena soñar.

Bad Mother 「Fukase Fanfic」Donde viven las historias. Descúbrelo ahora