Bad Mother 「Fukase Fanfic」

8 (Final)

“A quien lea esto, espero que no esté molesto con mis acciones, en especial para ustedes, Murder y Psycho.

Bien, no soy la persona más indicada para crear una carta de despedida, de hecho, todo esto fue improvisado a decir verdad, sólo se me ocurrió cuando estaba en el parque, sabía que debía hacerlo, ya que supuse que Murder ya no me amaba por lo que le había dicho unos días atrás.

No lloren, no soy alguien en quien merecen gastar lágrimas, no soy alguien importante, sólo soy una persona que merecía morir, nada del otro mundo, después de todo, tarde o temprano todos moriremos, ¿no?.

Se que, no fui la mejor madre para Psycho, de hecho, se que me odia, se lo mucho que no quiere ver mi rostro ni en pintura, es decir, ¿Alguna vez fui a visitarle?¿Fui a darme responsabilidad de él? No, claramente no.

No escribo un '¿Acaso me preocupé por él?' porque se que aquello si lo hice, se que aquello más de una vez lo pensé, en cómo estaría. Claro que le amo, le amo con toda mi vida, y se que él estará feliz de que yo me largue de ésta vida, porque nunca fui alguien importante para él, ni si quiera merece que me diga 'madre', porque yo se lo que soy.

Se que soy una mala madre.

El suicidio fue lo mejor que pude haber hecho para Murder, para ti, Psycho, y para muchos otros, a quienes les hacía un peso grande, por lo que, ¡Mantengan aquellas sonrisas! No quiero saber que dos de las personas a quienes amo lloren por una persona como ésta.

Sólo pediré, que sigan sonriendo, no importa qué, quiero que sonrían.

Una mala madre."

— Dijiste que siempre volverías. — Habló Murder, con varias lágrimas rodando por sus mejillas. — ¡Dijiste que siempre volverías Fukase!¿¡Por qué?! ¿¡Por qué tenías que cometer tal estupidez?!. — Gritó entre el circulo de personas que rodeaban un ataúd, claramente esto le dolía mucho.

Habían muchas personas, pero entre ellas no estaba el hijo del pelirrojo. Él estaba en otro lugar, encerrado en una habitación, mientras lloraba con las piernas abrazadas.

— Yo. . . Siempre te amé mamá, siempre pensé en tu felicidad. Disculpame, disculpame. . . — Decía el chico, llorando y lamentándose mucho por la muerte de su madre.

Siempre te amaré, mamá.

Fin.