****PUNTO DE VISTA DE HAYLEY******
Estaba con John cuando sonó el teléfono.
- ¿Hayley? Necesito hablar contigo.
- ¿No puedes esperar? Mañana cuando vayamos al instituto me lo cuentas.
Colgué.
- ¿Quién era? - Me preguntó John.
- Nathan.
- Siempre vas detrás de él Hayley, ya tiene una madre, no te necesita a ti.
- No tiene madre.
- ¿Cómo?
- Se suicidó.
Esbozó una sonrisa e intentando quitar hierro al asunto me besó.
*******PUNTO DE VISTA DE NATHAN*******
Me levanté hecho mierda, me vestí y bajé a desayunar. Me preparé las cosas y al salir por la puerta encontré a Hayley. Fuimos caminando durante un buen rato en silencio hasta que ella lo rompió.
- ¿Qué querías contarme ayer?
- Nada. - Le despeiné un poco.
- Nathan, sé cuando mientes.
- Ayer con Lydia...
- ¿OS BESASTÉIS? - Me cortó.
- ¡Claro que no! - Reí. - Estábamos bien hasta que empezó a fingir que le importaba, y yo se lo eché en cara. Bueno, al final acabó haciendo bromas sobre mí y mi madre.
- Nathan, ten en cuenta que ella no sabe nada de eso, no te lo tomes a mal. Y claro que le importas, desde que me cantaste R U Mine? se quedó impresionada contigo.
No le respondí.
Al llegar nos separamos para ir a nuestras clases. Historia a primera hora es como el infierno. Pasaron los minútos con el profesor hablando y hablando y yo no podía seguir el ritmo. Tocó el timbre y me dirigí al casillero.
- Eh tú, Nathan. - Me dijo John.
- ¿Qué quieres? - Le respondí.
- Que dejes de ver a Hayley.
- Porque tú lo digas ¿no? - Respondí soltando una carcajada.
- Exacto. - Respondió con mala hostia.
- Anda y déjame en paz. - Le dije malhumorado a la vez que me daba la vuelta.
- ¡A mí nadie me da la espalda! - Dijo mientras daba un golpe en el casillero.
Eso llamo la atención de todo el mundo, y cuando quise darme cuenta estaba todo el instituto alrededor nuestra. Eso incluía a Hayley, y a Lydia. Hayley se acercó y cogió a John para apartarlo de mí. Pero de repente John se giró.
- No me extraña que tu madre se haya suicidado, si yo fuera ella también lo haría. - Dijo chillando entre carcajadas.
Sus palabras retumbaban en mi cabeza mientras me acercaba a él.
- ¡¡¡No te atrevas a hablar de mi madre!!! - Le dije chillando y enfadado.
Tenía ganas de pegarle hasta que no pudiese más, y eso hice. Entre la multitud empecé a darle puñetazos, y con él ya en el suelo a darle patadas. Podía ver como le salía sangre de la nariz, pero no podía parar. Hasta que sentí unas manos en mis hombros que me arrastraban hasta atrás alejándome de John mientras me susurraba ''Nathan, ya vale, para, me estás asustando''. Miré hacía arriba y vi que era Lydia esa persona.
- No puedo. - Le dije entre mis intentos por respirar. Sentía que me ahogaba. La ansiedad me estaba comiendo.
Lydia me llevó a los vestuarios mientras me decía que estuviese tranquilo. Llegamos y me senté en el suelo, ella se sentó enfrente mía.
- Nathan, tranquilo, mírame. - Me dijo mientras ponía sus dedos en mi barbilla levantando mi cabeza.
- No puedo Lydia, no puedo.
Lydia sin soltar palabra se avalanzó sobre mí y me abrazó. Estuvimos abrazados durante minutos. Podía sentir como mi respiración se iba regulando. Podía sentir como todo iba yendo a mejor. Y que me maten si miento, pero fue el mejor abrazo que alguien me había dado.
Lydia se separó de mí. - ¿Lo que ha dicho John es verdad?
- Sí. - Dije mirando al suelo.
- Siento lo de ayer, de verdad que no sabía nada. - Me dijo cogiendo mi mano.
- No pasa nada. - Le dije mientras notaba mis lágrimas caer por mis mejillas.
- Por eso los cortes, ¿no? - Me preguntó levantando mi camisa y señalandolos.
- No lograba entender el porqué. ¿Era mi culpa? Todavía no lo logro entender.
Lydia me miró y no soltó palabra, estuvimos en silencio hasta que se avalanzó a mí, y esta vez no para abrazarme, sino para besarme.
