El Sabor de tus Labios [Saga Sentidos #1]

Capitulo 16

~Sofia

Eran las 8:45 a.m ya debería estar en clase pero me sentía horrible parecía que algo que comí me callo mal.

Fui a enfermería a pedir algo para el dolor pero la doctora no estaba y tuve que esperar.

Me acosté en una de las camilla y cerré los ojos pero sin darme cuenta me quede dormida si lo se soy muy floja en todos lados me duermo.

Escuche a lo lejos como alguien entraba a la habitación y como otra persona lo regañaba, desperté y mire una escena muy graciosa Michell regañaba a Ernesto quien tenia partido el labio y un golpe en el ojo derecho.

Empecé a reírme y los dos voltearon a verme y guardaron silencio.

- Lo siento yo llegue primero y no pude contenerme, Michell te ves chistosa regañando a tu hermano todo un chico arrogante y con tatuajes.

- Parecerá rudo pero es un tonto. Dijo Michell mientras sonreía.

Ernesto solo nos miraba mientras se acostaba en la otra camilla.

- Bueno yo me voy tengo clase, ya no estarás solo así que me conformo con eso. Menciono Michell mientras salia de enfermería.

Ernesto cerro los ojos y no dijo nada así que también hice lo mismo pero podía sentir la tensión en el ambiente.

15 minutos después la doctora llego y atendió a mi vecino arrogante como si fuera un dios que no puede romperse.

A mi me ignoraba completamente y a el le coqueteaba descaradamente, harta por la situación salí de la habitación.

Fui a mi siguiente clase y encontré a Itzel platicando con un chico de forma muy coqueta.

- Sofia el es Mateo mi novio va en el mismo salón que tu hermana.

- Hola mucho gusto. Dije mientras lo saludaba.

Entramos juntas al salón y la clase empezó, no me sentía bien y cada vez me dolía mas el estómago.

Pude aguantar la clase pero decidí volver a casa así que le mande un mensaje a Daniela y salí de la escuela.

No lleve mi motocicleta y Daniela estaba en clase así que no tenia opción debía caminar.

De pronto sentí como un auto rojo se paro a un lado de mi, bajaron la ventanilla y era Ernesto que me sonreía.

No podía ser, así que él era aquel chico que mire el primer día que llegue a mi casa.

Estaba sumergida en mis pensamientos hasta que escuche como me grito.

- Sube todavía falta mucho para que llegues a casa.

- No gracias puedo caminar.
Dije con seguridad.

En ese momento me dolió el estomago y me doble de dolor, el bajo del auto, me cargo y luego me subió al lado del copiloloto.

De camino a casa volteaba a verme a cada segundo parecía preocupado.

Llegamos y no me dejo bajarme sola, me cargo hasta mi habitación y me puso con cuidado en mi cama.

- Gracias.

- No es nada, debes ver a un doctor no te ves muy bien.

Tomo su teléfono y llamo su mamá quien es enfermera en el Hospital de la ciudad.

Salió de casa, a los minutos volvió y me dio unas pastillas las cuales me quitaron el dolor rápido.

Pude ver como recorría mi habitación observando todo parecía como si quisiera recordar cada detalle.

- De nuevo gracias por todo.

- Me alegro que estés mejor y perdón por no dejar que Karla te atendiera en la escuela. Mencionó mientras se sentaba en mi cama a un lado de mi.

Estaba tan cerca que podía sentir su respiración, el miraba mis labios y yo los mordía al estar nerviosa.

- Me encanta que hagas eso. Dijo acariciando mi mejilla para después besarme.

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