Capitulo 41

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~Sofia

Eran las 2 de la mañana y no podía dejar de pensar en mi vecino arrogante, como había sido tan tonta y haber dejado que jugara conmigo. En mi mente se repetía una y otra vez la imagen de Ernesto riéndose de mi con sus amigos festejando lo fácil que caí en sus brazos.

Decidí ir por un vaso de agua a la cocina pero cuando iba a abrir el refrigerador empecé a escuchar algunos gritos era Ernesto quien gritaba mi nombre, rápido salí de casa para encontrarlo tirado en el césped frente a mi ventana. Estaba quejándose al parecer había intentado subir a mi habitación.

No dejaba de gritar mi nombre una y otra vez, fui a ayudarlo para que se pusiera de pie pero cuando lo quise soltar volvió a caer. Era una escena muy graciosa si no hubiera estado tan preocupada lo hubiera grabado con mi celular.

- Perdó..n en ser..io per..dona..me mi ángel. Decía pero sin poder acompletar sus palabras.

- Estas ebrio Ernesto además estas golpeado. Mencione al darme cuenta que tenia el labio partido y un morete en su ojo izquierdo.

- Si...ip pe..ro el..imbécil aquel que..do peee...or.

No podía dejarlo así aun estaba enojada con el pero debía ayudarlo así que como pude pase su brazo por mi hombro y entramos a la casa.

Todos estaban dormidos esperaba nadie se despertara aunque era muy difícil puesto que Ernesto no dejaba de pedirme perdón y decir lo sexy que me veía con mi pijama.

Como pude subimos las escaleras y entramos a mi habitación, lo ayude a sentarse en mi cama para luego ir a mi baño por el botiquín de primeros auxilios.

Cuando regrese el seguía en la misma posición pero sin dejar de observar los cuadros donde estaba con mis hermanas.

- Te ves sexy con esa mini falda. Hablo sin dejar de observar la fotografía.

- Gracias creo, ahí estábamos festejando la ultima navidad con mamá. Respondí con lágrimas en los ojos.

Hablar de mamá era muy difícil para mi, de los cuatro era la más apegada a ella siempre cantábamos juntas o íbamos a cabalgar.

De repente sentí como Ernesto limpiaba una de mis lágrimas, -No me gusta que llores mi ángel a m...i me gusta que seas feliz.

Sonreí para el para luego empezar a limpiar la sangre seca de su mejilla, podía sentir la mirada puesta en mi además de sentir como nuestros cuerpos estaban tan cerca.

Me encontraba parada frente a el entre sus piernas y aun así tenia que voltear un poco hacia arriba. Él es mucho más alto que yo aun estando sentado.

Escuchaba como el se quejaba cuando pasaba un poco de algodón por sus heridas, -Deja de quejarte, no se que sucedió pero tengo que limpiarte.

Así continuamos algunos minutos él quejándose y yo regañandolo al tratar de curarlo.

La habitación quedó en silenció pero podía seguir sintiendo su mirada en mi, -Perdón por no asistir a nuestra cita.

Lo iba a interrumpir pero el no me dejo y continuó diciendo - Desde hace semanas que que..ría salir contigo y cuando por fin se me cumplió ese idiota llega y lo arruina todo.

- Ernesto no entiendo nada ¿Quien lo estropeó?

- No importa quien fue el ca..so es que no pude lle..gar a tiempo a nuestra cita.

No quise continuar discutiendo con el aun seguía muy ebrio así que lo ayude a cambiarse de playera por una que encontré de mi hermano, le quite los zapatos y lo acosté a un lado de la cama.

Esperaba que no se moviera mucho al estar dormido ya que mi cama no era muy grande. Me acosté junto a el y rápido me agarro de la cintura pegándonos más.

- Te quiero mi ángel.

No podía creer lo que acababa de escuchar cuando quise que lo repitiera me di cuenta que ya estaba dormido.

También te quiero mi vecino arrogante. Le susurré acariciando su cabello y sabiendo que estaba inconsciente.

~ Ernesto

Mi cabeza palpitaba dolía demasiado, trate de mover mi brazo pero me di cuenta que había alguien arriba de el. Mi ángel estaba junto a mi su brazo estaba apoyado en mi estomago y una de sus piernas estaba encima de mi parecía que era su almohada.

Me gustaba esta sensación ella junto a mi durmiendo juntos. Sentí como ella se estiraba iba a despertar así que cerré mis ojos inventando que aun seguía dormido.

Sus manos comenzaron a acariciar mis mejillas, luego mi cabello para concluir en mis labios. Cuando se iba a separar para levantarse la detuve envolviéndola en mis brazos.

- Me encanta poder despertar así junto a ti. Le susurré en el oído y sentí como ella se estremeció por mi contacto.

- No pienses que estoy contenta contigo sigo enojada por dejarme plantada.

No aguante más y comencé a reír, sabía que así se enojaría más pero me fascina el carácter que tiene.

- Haber mi ángel ¿y que puedo hacer para encontentarte?. Le pregunte de forma juguetona mientras la veía a los ojos aun acostados yo encima de ella.

- Mmmmm deja y pienso. Dijo poniendo su dedo arriba del labio, me estaba siguiendo el juego. - Ya se invitame a otra cita.

Cada día me sorprendía más, por eso me estaba enamorando de ella.

- Si ese es tu deseo con gusto te lo cumplo, paso por ti a las 3 p.m.

- Que!! No se vale así tienes que invitarme de nuevo.

Me la ponía difícil parece que no había notado lo que me costo invitarla la vez pasada pero por ella lo que sea.

- Ok, Mi ángel te gustaría tener de nuevo una cita con este idiota que muere por pasar su tiempo contigo???

- Así mucho mejor, y claro que aceptó. Respondió para luego golpearme con una de sus almohadas.

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El Sabor de tus Labios [Saga Sentidos #1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora