Toda la vida contigo© -PAUSADA POR AHORA-

Capítulo 5: Cueste lo que cueste te olvidaré

~Narra Ale~

Me levanté a las 7:20. Me duché rápido y fui al closet, me puse una camisa a cuadros azules, unos leggins negros y mis inseparables vans negras. Mientras peinaba mi largo cabello marrón claro liso me acordé de que hoy era el día de la famosa fiesta de Alan Wayland el amigo de Edward, osea que él estará también y eso me pone nerviosa. Opté por hacerme una coleta alta.

cuando entre a la cocina, abrí la nevera y tomé un zumo de manzana, también me hice una tostada. Cuando terminé de comer cojí la mochila y me fuí camino a la casa de Sara. Llamé a la puerta y abrió Edward. Luego me miró de arriba abajo y yo me sonroje levemente.

-Pasa-. Me dijo mirándome fijamente.

Abrió del todo la puerta y me dejó pasar.-¿Cómo estás?.-Me preguntó.

-Bien ¿Y tú?-. Pregunté algo cortada-

-Pues he tenido días mejores ¿Quiéres sentarte?.-  Me preguntó amablemente. ¡Era tan mono!

Me senté en el sofá y el se sentó al lado mía.-Bueno..¿Cómo te va con Lucía?-. Mierda ¡¿porque he tenido que preguntar eso?!

-Am..Muy bien-. Me contestó sonriendo.-¿Y atí?¿Te gusta alguien?-.Preguntó interesado

-Emm...pues..-. Piensa Alejandra piensa.- Si-. Intenté sonreír.

Cuando dije eso me fijé en que apretó la mandíbula y tenía sus manos en puños.-¿A si?¿Y quién es ese?¿Lo conozco?.- Con cada pregunta se acercaba más, hasta que quedamos a centímetros.

Él miro mis labios y yo miré los suyos. Nos empezamos a acercar hasta que....

-¡Ya estoy!-Gritó mi mejor amiga desde la escalera .Y si señores y señoras mi mejor amiga es la estropeamomentos.

Joder estaba a nada de probar esos labios que me traen loca desde hace años y cuando estaba por probarlos ¡PUM! lo estropea mi amiga.

-¿Vamos?-. Me dijo Edward un poco aturdido mirando todavía mis labios.

-Vamos-. Le dije yo levantándome energéticamente del sillón.

Salí del salón y fui para mi amiga que se encontraba en la puerta con el ceño fruncido mirando al móvil.

-¿Qué pasa?-. Pregunté preocupada.

-Nada solo que me ha llamado un número desconocido-. Dijo ella intentando tranquilizarme.

-¿Y qué te ha dicho?-. Le pregunte interesada.

-Am..Pues no lo he cogido-. Dijo ella indiferente

-¿Y si era un admirador o algún acosador?-. Pregunté escandalizada.

-Hay no seas tan dramática, sea quien sea me da igual-. Dijo sonriéndome.

-Vale, pero a la mínima me avisas-. Le dije yo señalándola.

-Claro mamá-. Dijo. Me hice la enfadada y ella empezó reír y yo la acompañe segundos después.

-¿Qué me he perdido?-. Preguntó desconcertado Edward.

-Nada hermanito, vámonos-. Dijo Sara dándole un beso en la mejilla y despareciendo por la puerta.

-Tenemos que acabar lo que empezamos en el salón-. Dijo él acercándose peligrosamente a mi.

-Amm....Mejor olvidamos lo ocurrido allí dentro-. Dije yo buscando una escapatoria.

-No lo voy a poder olvidar-.Dijo él a centímetros de mi.

Se empezó a acercar y cuando nuestros labios estaban por rozarse...

-Nos vamos o ¿Qué?-. Preguntó desde fuera Sara.

-Si ya voy-. Grite alejándome de Edward.

Antes de salir me susurró.-Ya terminaremos esto-. Eso me causó escalofríos.

Al llegar al instituto ya había tocado, por eso salimos corriendo para nuestra respectiva clase.

Yo no pensaba en otra cosa que no fuera en ese CASI beso.

Cuando tocó para el recreo decidimos ir fuera al cesped.

-Oye chicos yo ahora vuelvo, necesito ir al baño-. Dije yo empezando a caminar. Hoy estaba súper despistada, en todas las clases me han llamado los profesores la atención.

Antes de entrar empecé a escuchar ruidos raros. Esperé a que terminaran esos ruidos y cuando acabaron entre. Y me encontré nada más ni nada menos que ha Lucia saliendo con Edward detrás. Después de ver eso se me rompió el corazón. Me quedé sin habla, no sabía que hacer, que decir, tan solo sabía una cosa: soy idiota por estar enamorada de él. Y pienso dejar de estarlo. Cueste lo que cueste lo haré.

Ella me miraba con superioridad y él con supuesta pena, ja pena su madre.

Yo tan solo pasé por al lado de ellos intentando no derramar ninguna lágrima. Nada más entrar se me aguaron los ojos y empecé a llorar como nunca he llorado en mi vida.

-¿Te encuentras bien?-. Preguntó una voz masculina

-¿Tú crees que me encuentre bien?-.Pregunté cortante sin mirarlo.

-Lo siento solo quise ser amable-. Dijo enfadado.

-Lo siento-. Dije yo. Mientras secaba mis manos.

-No pasa nada, anda levanta-. dijo el ofreciéndome su mano.

Cuando me levanté lo miré por primera vez.

-Lucas ¿Qué haces aquí?¿Has salido por fín del armario?-. Dije yo bromeando. Y él empezó a reír.

-Si, tan solo venia a retocar mi cabello-. Dijo él con voz chillona siguiéndome el juego. Eso me sacó una sonrisa.

Ambos empezamos a reir.

-Gracias-. Dije yo dánlole un beso en la mejilla.

-De nada, me encanta tu sonrisa. Te doy un consejo no dejes de sonreír nunca-. Dijo él guiñandome un ojo . Haciendo que me sonrojara peligrosamente

-Te ves tan tierna cuando te sonrojas-. Dijo él tocando mis cachetes.

-¡Oye deja de decirme esas cosas!-. Dije tapando mi cara avergonzada.

-Venga vamos que ya va a terminar el recreo-. Dijo él ofreciéndome de nuevo su mano y no dudé ni un momento en cogerla.

Nada más salir tocó y Lucas se despidió de mí con un beso en la mejilla y con un abrazo. Este chico era muy cariñoso.

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