Capítulo 22: Noche "Perfecta"

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S I G U E   N A R R A N D O   I R E N E

Puse las manos en su pecho intentando apartarlo.

-Estás ebrio-. Suspiré rendida. Bajé los brazos ya sin ninguna escapatoria. Él seguía con su nariz en mi cuello, inspirando mi olor.

-Lo sé-. Susurró. No sé si eso sería bueno o malo. ¿Estaba intentando decir que si no estuviera ebrio no se hubiera acercado a mi? Daba asco. Negué  repentinas veces con la cabeza. 

-Aléjate gilipollas, eres un imbécil-. La ira se apoderó de mi.

-Mm...¿Así eres con todos? Eres una aburrida-. Se separó de mi.- Ya sé porque nadie quiere tocarte ni con un palo-. La mandíbula se me desencajó. ¿El gilipollas este me está diciendo mierda? Ooh...no sabe en donde se ha metido.

-Eres un pedazo de mierda-. Susurré con los ojos cristalinos de la rabia que tenía. Antes de que pudiera decir algo me di la vuelta y comencé a caminar con la cabeza en alto. No iba a caer tan bajo. Estaba frente la puerta, iba a  coger el pomo cuando una mano de repente me coge del brazo.

-No te vayas-. Suplicó.- Lo siento, no se lo que digo-. Se disculpo atrayéndome a él a la vez que ponía su mentón en mi hombro.

En parte me importaba una mierda sus palabras. Ya el daño estaba hecho, pero por otra parte parecía que lo decía de verdad. No sabia si salir por esa puerta con mi orgullo en alto y dejarlo aquí solo a su suerte  o ayudarle. <<Te ha dicho mierda>> Decía una voz orgullosa en mi interior. <<Todos merecen una segunda oportunidad>> Decía otra compasiva. Suspiré rendida.

-Haber pensado antes de hablar. No necesito tus disculpas-. Lo sé soy muy orgullosa. Pero aún así me daba pena. Suspiró haciendo que mi pelo se moviera un poco y me hiciera cosquillas.

-¿Cómo vas a llegar a la casa?-. Preguntó.

-En taxi.

-No voy a dejar que te vayas sola en taxi-. Dijo.

-¿A no? Pues mírame-. Dije abriendo la puerta y dirigiéndome a la parte delantera de la casa.

Una vez allí esperé en la parada de taxis a que parara uno. Ya subida en él, un hombre de mediana edad que me miraba por el espejo retrovisor me preguntó que a donde me llevaba. Le dí la dirección y antes de que comenzara a moverse el coche alguien abrió la puerta y se subió rápidamente. Se trataba de Lucas. <<Pesado>> Lo miré irritada.

-No te iba a dejar sola-. Replicó al ver mi cara. Resoplé. Esto no era como en las novelas que ahora el taxista era un violador, venia el chico y rescataba a la chica. 

El trayecto fue en silencio. Ninguno de los dos hablaba. 

Sentía de vez en cuando su mirada pero no duraba más de cinco segundos. Y fue el hombre el que rompió el silencio haciendo una pregunta un tanto incómoda:

-¿Sois novios?-. Lo miré horrorizada. Al parecer a Lucas no le dió importancia a las palabras del señor. Antes de poderle responder continuó hablando.-Me recordáis a mi mujer y a mi cuando estábamos saliendo. Antes de que fuera mi novia nos odiábamos, pero el destino quiso que terminásemos juntos-. Pude ver por el retrovisor que sonrió.

-No somos novios-. Contesté apresuradamente.

-Eso siempre decía mi esposa-. Puse cara de asco al pensar que Lucas fuera mi esposo. Ni muerta. <<Pero si antes decías....>> ¡Shh! Yo no decía nada.

-Eso no va a pasar-. Respondí cortante y segura. El hombre no tiene porque pagar con mi malhumor, pero es que pensar en que tuviera que compartir con el prototipo de mujeriego casa, habitación, cama, hijos, nietos...Me ponía los pelos de punta. Y no es solo eso, también tendría que soportar su humor. El conductor negó levemente con la cabeza sin apartar la vista de la carretera. Por lo menos no volvió a mencionar ese tema. Noté como mi bolso vibraba. Lo abrí y comencé a buscar por este mi móvil, el cual siempre estaba en el fondo. Era un mensaje de Sara.

Toda la vida contigo© -PAUSADA POR AHORA-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora