Capítulo 17: Trato hecho

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N A R R A   E T H A N

Después de llegar a la casa cenamos Sara y yo entre risas, me sentía muy bien estando a su lado. Era como si lo demás me importara una mierda. Desde el primer momento que ví sus ojos chocolates supe que ella no era como las demás, no era de esas que se tiraba al cuello del primero que pasara, al contrario intentaba tener el menor contacto con los tíos.

En parte me gusta eso, ya que no tendré que romperle la boca a nadie diciéndole que ella es mía.

¿Ella es mía? No pero será mía, tengo que hacerla mía. No voy a negarlo nunca me ha gustado tanto una chica como me gusta Sara.

Una de las cosas que la hace perfecta es la sonrisa que se forma en sus apetecibles labios. <<¿Pefecta?¿Desde cuándo eres tán cursi?>> Ni idea.

Bueno que me voy del tema, después de cenar cada uno se fue para su respectivo cuarto.

Y ahora me encuentro con los chicos que se están quejándo de que no cabemos en la habitación. En la cama están Edward y Lucas, en el sillón Zack y en el suelo Alan y yo.

-Oye ¿Por qué no nos vamos dos a la habitación de invitados?-. Preguntó Alan levantándose.

-Venga, yo me voy-. Dije levantándome también. Nadie puso queja.

-Buenas noches-. Dijimos todos al mismo tiempo que Alan y yo salíamos por la puerta. Nos encaminamos a la puerta contigua donde supuestamente íbamos a dormir. Entramos y nos sentamos en la cama. Empezamos a hablar de cosas triviales hasta que mencionó a Sara cosa que me interesó mucho.

-¿Tú has visto a Sara?-. Preguntó Alan mordiéndose el labio. Apreté los puños ¿Qué se creía este?

-Que pasa con Sara-. Dije aguantándome las ganas de dejarle la cara llena de moretones. Puede que sea mi amigo y todo lo que tu quieras pero que no se atreva a tocar ni un pelo a Sara porque entonces no respondo.

-Pues que está buenísima y sus amigas también. Dios, pero Sara...-. Dijo echándo la cabeza hacia atrás.-Lo que pasa que ella es difícil, si no ya me hubiera acostado con ella unas cuantas de veces-. Dijo poniéndo la cabeza bien.

Me lo imaginé tocándola y me empezó a hervir la sangre. Ella es mía y espero que nadie se atreva a tocarla porque entonces pobre el desgraciado que haya sido capaz de hacerlo.-Te tengo una apuesta-.  Me miró interesado.

-Cuenta-. Le presté atención haciendo que mi mosqueo se esfumara y diera paso a mi interés.

-Pues la apuesta es que tienes que acostarte con Sara y tienes de plazo todo lo que queda de curso-. Dijo levantándo una ceja retadóramente.

-Mm...suena interesante, pero no se, si Edward se entera me mata-. Dije indeciso. Sonaba muy bien eso de acostarme con Sara, aunque no sería para nada fácil.

-Acepto la apuesta-.Dije seguro. Sara, en menos de un mes caerás rendida a mis pies.-¿Y qué nos apostamos?-. Pregunté acostándome. Pero lo que nos apostamos me vale mierda, yo lo único que quiero es tener a Sara.

-Mi ducati, se que la amas-. Dijo ofreciendo su mano.- Y si pierdes me das tu moto-. Dijo mirándome con las cejas alzadas, creía que no iba a aceptar la apuesta, pues estaba muy equivocado. Ahora si que tenía que ganar la apuesta.

-Trato hecho-. Dije estrechándole la mano. Que empiece el juego. Ahora tengo que ver como conseguir acostarme con Sara sin ganarme una patada en los huevos por parte de ella. <<Te la mereces de todas formas>>

Después de eso seguimos hablando de cosas al azar.

Ya a las tres aproximadamente de la mañana nos quedamos dormidos.

Toda la vida contigo© -PAUSADA POR AHORA-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora