Toda la vida contigo© -PAUSADA POR AHORA-

Capítulo 1: El primer día

~Narra Sara~

Me desperté sobresaltada por culpa del dichoso despertador. Primer día de instituto. Saqué la mano de debajo de la sábana, lo cojí  y lo estallé contra la pared. Primer despertador roto en este año. El año pasado rompí 10 despertadores y lo juro no fue mi culpa, fueron culpa suya por despertarme. Como veréis no me levanto de muy buen humor. Pasaron 10 minutos y yo todavía seguía en la cama. Me levanté perezosamente  y bostece ,si no  fuera porque no quería empezar el curso con retrasos me hubiera estado todo el día en la cama. Cuando terminé de ducharme fui hasta el closet y opté por ponerme una camiseta hasta el ombligo, unos leggins negros y unas vans negras. Me cepillé mi cabello castaño oscuro ondulado y lo dejé suelto. Me maquille natural, no queía parecer una payaso.

Bajé las escaleras y fui directamente a la cocina pasé por al lado de mi hermano mayor Edward que estaba sentado en el taburete. Si, señoras y señores mi hermano es uno de los playboys del instituto. Odio a los chicos como él, que se acuestan con quien quieran, cuando quieran y donde sea para luego dejarlas tiradas. Otra vez estábamos solos, como siempre mi madre no estaba. Ya que estaba en un viaje de negocios bla-bla-bla. Lo sé es muy cliché.  Mi madre se separo de mi padre cuando yo tenía 10 años. Y no me lo contaron hasta que cumplí 15 años. Fue porque mi padre la engañaba con su secretaria.

-Oye ¿qué estás haciendo?- Me preguntó mi hermano desde la encimera con una sonrisa divertida.

-Am..nada ¿Por?-.Pregunté avergonzada  al darme cuenta de que me había quedado embobada mirando la nevera.

-Porque te quedaste de pie en medio de la cocina durante 7 minutos-. Me dijó el sonriéndome.

Ya sé todas creían que nos odiábamos pero no es así, él fue quien me cuidó cuando mis padres discutían y de un modo u otro él siempre fue el que estubo ahí para ayudarme.

-Vamos enana desayuna que llegamos tarde por tu culpa-. pasó por mi lado revolviéndome el cabello y dejando su vaso de zumo en el fregadero. Odiaba que me  revolviera mi cabello. Luego salió de la cocina tatareando una canción que no recuerdo como se llamaba.

Abrí la nevera o frigorífico como vosotras lo llaméis. Tomé un zumo de naranja. Me bebí el zumo corriendo porque no llegaba a tiempo. Subí de dos en dos las escalera, cojí la mochila y volví a bajar las escaleras de dos en dos pero esta vez me caí, terminé de bajar los cuatros escalones que me quedaban rodando. Para mi mala suerte mi hermano se encontraba en la puerta mirándome, pero no se encontraba solo si no que mi mejor amiga se encontraba junto a él.

-¡Sara!-.Gritó corriendo hacia mí.

-No te preocupes siempre le pasa eso-Le dijo mi hermano mirando fijamente a mi amiga. Se quedaron sin exagerar 5 minutos mirándose.

-¡Ayúdenme y dejad de mirarse así, voy a potar!-. Dije yo todavía en el suelo. Ambos se sonrojaron, dejaron de mirarse y me ayudaron a levantarme. A Alejandra desde siempre le a gustado mi hermano por eso no le eche cuentas a su sonrojo, pero que mi hermano se sonrojase lo veía raro. No le tome mucha importancia, ya hablaría con él luego.

Salimos todos por la puerta principal, nos subimos en el coche de mi hermano que era un (marca de tu coche favorito, amí no se me ocurre ninguno).

Cuando llegamos al instituto mi hermano se fue con su grupito de idiotas y yo me fui con Ale a secretaría.

-Hola ¿En qué puedo ayudarlas?-.Dijo la secretaria de unos 40 años fingiendo una sonrisa. Tengo que decir que tenía cara de amargada, se nota que no le gustaba su trabajo. ¿Y a quién si le iba a gustar tener que aguantar a adolescentes con las hormonas revolucionadas?

-Hola venimos para que nos den nuestros horarios-. Dije fingiendo también una sonrisa.

Cuando nos dieron los horarios fuímos a buscar nuestras taquillas.

-¿Has visto la cara que tenía?- Dijo Ale fingiendo su cara. Y no es que le saliera muy bien pero era graciosísimo verla. Empecé a reírme y ella me siguió segundos después.

-Si, se nota que no le gusta para nada aguantar a adolescentes-. Dije haciendo comillas en la palabra adolescentes, porque en verdad esto parecía más una guardería que otra cosa.

-Oye cambiando de tema, ¿Qué clase te toca?-. Me preguntó antes de llegar a nuestras taquillas correspondientes.

-Pues...Francés-. Dije mirando el horario y poniendo cara de asco. No es que odie francés, se me da bien pero lo que odio es al maestro es un poco pervertido.

-A mi igual, al menos estamos juntas...-. Dijo Ale con cara de asco, nunca se le dió bien esa materia.

-¡Sara, Alejandra!-. Gritaron desde atrás mis otras dos mejores amigas.

-¡Hola chicas!-. Gritamos Ale y yo a la vez abranzandolas. No las veíamos desde principio de verano. Ya que Ana se fue a Sevilla con sus padres e Irene se fue a Madrid con Javi nuestro mejor amigo.

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