Pequeño pez.

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Soy un pez

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Soy un pez.

Nado por las profundidades del mar, siempre buscando algo, pero no encuentro nada. Me paseo por los arrecifes, intentando ver algo. Pero no puedo ver nada.

Me encuentro con diferentes criaturas, unas más hermosas y otras más aterradoras. Pero yo soy simple, hay muchos como yo en este lugar.

Todos tenemos miedo por el día y por la noche. Nadie quiere ser cazado, nadie quiere ser encerrado, queremos ser libres, pero somos prisioneros de este lugar. El mar es nuestro límite.

Soy un pez.

Que vive limitado, que no puede entrar a ciertos lugares porque corre peligro, que no puede conocer a peces más hermosos, porque es simple. Soy una criatura hecha para cazar.

Soy el que debe ser cazado y no oponerse.
Soy el que desaparece primero.

Soy un pequeño pez.

No conozco muy bien el lugar en el que estoy, solo me paseo por donde ya he estado, pero no puedo ir más allá aunque lo desee.

Hay un muro que no me lo permite, un muro de acero, que no es imposible de pasar, pero si salgo de él, no podré respirar.

Estoy agotado.

Un ave pasa por aquí cada tarde, esa ave siempre me habla, pero no hablamos de nada en especial. Conversamos y conversamos, pero no sabemos nada.

El ave no se encuentra limitada, puede volar a donde desee, venir al mar, ir a islas, y conocer a más de su especie. Pero no se ve muy bien, esa ave ha perdido muchas cosas.

Esa ave no tiene garras, y sus plumas no son sorprendentes como la de los demás. Pero aún así, parece ser feliz. Parece libre, es lo opuesto a mí.

~

La noche está cayendo.
Tengo que ocultarme para no ser atrapado, tengo que encontrar un lugar seguro para estar a salvo.
Tengo miedo de la oscuridad, al igual que todos.

Los demás peces se alborotan, nadan velozmente a mi lado; pero no entiendo el porque.

La corriente me lleva a donde proviene el alboroto, no puedo nadar contra ella, soy muy débil.

Una gran red aparece en mi campo de visión y enrolla todo mi cuerpo de una forma muy brusca.
He sido atrapado.

¿Qué se supone que haga ahora?
¿Ahora que esa red me llevará al otro lado del muro de acero?
¿A ese lugar en el que no puedo vivir, en el que no puedo existir?

La red comienza a subir, liberándome del mar. Es un lugar muy brillante.
El cielo no se ve borroso.
Hay muchas cosas verdes, como había dicho el ave.
Hay mucho viento, como me había contado el ave.
Ahora veo lo mismo que él, pero yo no soy esa ave.

No estoy respirando, no puedo respirar aquí afuera.
La red me deja en una cubierta, al igual que a todos los que atrapó.

Con esta hermosa visión, yo puedo irme sabiendo que el otro lado de este mundo es más hermoso de lo que me habían contado.

Necesito un lugar donde descansar.

El gran ave llega a la cubierta, me mira fijamente intentando asegurarse de que sea yo. Se acerca a mí y al instante me susurra:

-Azahar, ¿qué haces aquí? -pregunta algo adolorido doblando su cuello- ¿Quién se supone que eres?

-Porque me preguntas algo que ya sabes. -susurro algo adormilado. Mi voz no se escucha muy bien.

-Azahar, ¿por qué estás aquí afuera? -me pregunta con un tono más triste pero exaltado.

La luz lastima mis ojos, no puedo ver muy bien.
El aire me está ahogando, no puedo respirar bien.
Pero... Me siento más vivo que nunca, me siento muy feliz al poder ver el mundo del otro lado del muro, me siento libre.

-Tenias razón, este lugar es hermoso. -cierro mis ojos aceptando mi realidad- Recuérdame... -susurro abrazando mi destino- Por favor, no me olvides, nunca me olvides...

Pronuncio esas palabras, sabiendo que desapareceré en algún momento.

-Azahar, eres algo muy cruel y egoísta. -oigo su voz cada vez más lejos. Está furioso, y dolido. Está tan... Tan triste- No te olvidaré, sufriré y lloraré, pero no te voy a olvidar, porque me lo has pedido... Porque yo...

Ya no oigo su triste voz.
Estoy tan feliz por haber disfrutado este lugar el poco tiempo que me quedaba.
Pero... ¿Soy un egoísta? Por querer que me recordaran... ¿Soy malo?

Esa ave dijo que nunca me olvidaría, que iba a ser doloroso para él, pero que no me olvidaría. Entonces, ¿por qué me duele tanto a mí?

No puedo entenderlo.

Soy un pequeño pez, que no respira, es cruel, y egoísta, pero no puede ser olvidado...

Soy un pequeño pez, que no respira, es cruel, y egoísta, pero no puede ser olvidado

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No me olvides. {FINALIZADO}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora