La tentadora.
La serpiente del Paraíso
que te asalta,
te propone,
te hiere los ojos
y los llena de promesas,
de anhelos,
de cuerpos impacientes
por vivir
nuevas historias de la carne,
de almas rotas
que buscan un oasis.
La derrochadora.
La inventora eléctrica
a la que no le importa
dar a luz a monstruos,
la que experimenta
con la faz de sus hijos,
la que desecha
soles y sistemas enteros,
la que mata y repone
sin medida,
la que reparte el tiempo
a su capricho.
La atormentadora,
esa que araña en las heridas,
la que separa,
rompe,
desata ríos de lágrimas,
la desenamorada,
la que hace relucir
el filo de la caza,
la que paraliza el corazón
de pánico,
la que te trae la muerte
a la memoria
pero a la par,
exige fortaleza.
La soñadora.
La que puebla la noche
de quimeras,
de rutilantes fantasías
y espacios imposibles,
la que prende los fuegos
que arden
en nuestros corazones,
la que da cuerda al mundo,
la que sueña,
ella misma,
con llegar, algún día,
hasta un sueño feliz
en donde detenerse
y reposar
de todos los dolores.
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El Vigilante del Tiempo
PoesiaAquí encontraréis todos los posos sentimentales que el tiempo va dejando en el fondo de mi alma.