Incendio 11: Llamas calmadas

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POV Tony

Su amigo Visión había bajado de su oficina, lo cual ya era extraño por sí mismo pero verlo con una expresión de algo en su rostro usualmente calmo lo hizo todo surrealista.

- ¿Qué pasó?

Miró hacia Steve que lo miraba y luego veía a su amigo policía quién dijo algo ocasionando que los ojos azules del rubio ya no volvieran a verlo. Su rostro se volvió blanco que fue manchado por rojo en la mejilla debido a la bofetada de su amigo.

- Tony. Él está aquí.

- ¿Él?

- Él hombre que me mantuvo prisionero.

- Rayos ¿Te encontró o sólo es casualidad que esté por aquí?

Maldijo por dentro, Visión sólo temía a un hombre, su hermano Ultron había sido sádico pero ese hombre le ganaba por mucho. Después de todo había sido quién había convertido a Ultron en lo que fue.

- Él no hace algo sólo por casualidad.

- ¿Qué haremos?

- No tienes qué. Sólo quería avis-

- Nada de eso. Eres mi amigo, tal vez deberíamos hablar con la policía, ellos son buenos en lo que hacen.

- Gracias Tony, pero no sé. No quiero más sangre en mis manos.

Visión apretó sus manos, seguro recordando que había sido el
asesino de su propio hermano.

- No eres culpable, Vis. Debes saber eso.

- Me cuesta creer eso cuándo ya ha salido alguien herido debido a que estoy aquí y por ende, él también.

- ¿Herido? ¿Quién salió herido, Vis?

Miró hacia dónde mi rubio jefe había estado y encontró el lugar vacío.

- La señorita Carter. Ella me trajo aquí luego de que destruyeron el lugar dónde él me tenía y ha sido herida.

- ¿Peggy? ¿Hablas de la prometida del Jefe?

- Así es. Ella es una agente de una organización que lucha contra los que desean desestabilizar el país.

- Eso es. Wow.

No sabía qué pensar, entonces la palabra herida sobresalió en su mente y pensó en el rostro sin vida de Steve.

- Debo ir al hospital.

- Te llevo.

- No, Vis. Ese hombre está aquí.

- Y no pienso esconderme. Sí me quiere, va a tener que luchar para tenerme.

- Eres magnífico, amigo.

- Lo aprendí de ti.

Debido al auto modificado por su amigo, llegaron en tiempo récord al hospital. Vis tomó la delantera para hablar con la enfermera de la recepción quien con una sonrisa nos dijo que sólo familiares podían ingresar.

- Ellos vienen conmigo, Sally.

- Oh. Entendido entonces Director Fury.

Visión y Tony se apresuraron a pasar.

- Gracias Fury.

- De nada, Visión. Peggy estará encantada de verte sano y salvo.

Aunque el hombre hablaba con su amigo, era a él a quién miraba con su único ojo. Pero parecía que veía mejor que los que contaban con dos.

- Él es mi amigo, Tony Stark.

- Un gusto. Soy Nick Fury.

- El gusto es mío.

Fury sonrió cómo si supiera algo, cómo si tramara algo.

- Bueno, esperemos que el prometido de Peggy salga para entrar. Vamos a sentarnos, caballeros.

Hizo lo que el hombre dijo y vio a mi amigo hacerlo también.

- Él ha dejado una nota junto a Carter.

Visión asintió y una sonrisa resignada se asomó.

- Siempre ha sido de dejar mensajes.

- Te quiere de vuelta y nos culpa por tu huída.

- Lo imaginé. Vivir con él desde pequeño me ha hecho conocerlo.

- Todos los que estén cerca a ti son para él obstáculos y va a destruirlos.

- ¿Me quieres mantener encerrado?

- Sé que no es lo idóneo por tu experiencia, pero debes considerar que puede ser lo mejor.

- No lo creo.

No pudo evitar decir lo que pensaba, Visión era su amigo y tenía que dar su opinión.

- ¿Por qué lo dice, Stark?

- Porque eso es lo que él quiere. Así podrá darse el gusto de arrancar a Visión de sus manos y obtenerlo. Una perfecta revancha.

Fury lo analizó con su único ojo por un largo tiempo para finalmente asentir.

- Puede que tengas razón. Bueno, ya es hora.

El hombre se levantó y su mirada se enfocó más allá de nosotros haciendo que lo hiciéramos también. Steve Rogers salía con el rostro lleno de una determinación que iluminaba sus facciones pero que tambaleo cuándo sus ojos nos enfocaron, en específico a mí.

- Buenas noches, Rogers.

- Buenas, Fury. Gracias por venir.

- No es nada, Peggy es de mis mejores empleadas.

- Ya me lo dijo todo así que agradecería sí dejaras de engañarme.

Fury suspiró.

- Es justo ¿Podemos verla? El hombre aquí es amigo de Peggy y ella me pidió que lo traiga.

- Claro, justo estaba yendo a llamarte. Ella los espera.

El hombre se despidió con una inclinación de cabeza y se fue junto con Visión dejándolo a solas con su Jefe. Maldición.

- Me alegra que ella esté bien.

- Gracias, Tony. Disculpa por irme sin avisar de la fiesta que organizaste.

- No te preocupes Jefe, sí mi futuro esposo estuviera en el hospital yo dejaría todo también.

- ¿Piensas en eso? ¿En casarte?

- No pienso mucho en eso pero tampoco lo descarto. La vida trae sorpresas.

- Sí, lo hace.

De nuevo el aire se estaba llenando de la tensión que siempre estaba presente entre ellos pero sentía algo diferente. Dónde antes la sensación era un tira y empuja, ahora era calma, sólo envolviendo pero no actuando.

- Bueno, yo debo irme por algo de comida para Peggy.

- Claro, adelante Jefe.

El rubio sonrió y con naturalidad le abrazó.

- Gracias por venir, ha sido bueno verte. Todo está claro ahora.

Y luego de soltarlo desapareció en la esquina dejándolo confundido y con el cuerpo lleno de la calidez de Steve Rogers.

Dejándolo con la sensación que habría un cambio desde ahora. Tal vez no habría boda por lo sucedido pero como se lo había dicho muchas veces cuándo pensaba en lo que pasaría luego de la despedida de soltero, Steve Rogers ya no estaba a su alcance.

Y estaba bien porque nunca lo estuvo en primer lugar.








" TWO FIREMAN"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora