¿Akane tiene un nuevo prometido?

Aparece Ryunosuki

Comenzaba a amanecer en Nerima, Akane se despertaba con los primeros rayos de sol que entraban por su ventana, a su lado P-chan dormía plácidamente.

-Buenos días P-chan- dijo Akane con una sonrisa -Hoy es un día hermoso ¿no crees?-.

-¿Oo...ooik?- el cerdito se removió entre las cobijas y se durmió nuevamente.

Akane se levantó de la cama y se vistió con su tradicional uniforme para dirigirse a la escuela Furinkan, bajó a la cocina y vio a su hermana mayor, terminando de preparar el desayuno.

-Akane que bueno que estás ya despierta- dijo dulcemente Kasumi- ¿Puedes ir a despertar a Ranma por favor? Dile que el desayuno está listo.

-Claro Kasumi- dijo Akane y se dirigió rápidamente al cuarto de su prometido, al llegar se detuvo antes de despertarlo, desde hace tiempo que le gustaba verlo dormir, era algo que simplemente no podía evitar; verlo tan tranquilo, sumergido en un sueño profundo le hacía difícil imaginar que él y ella se la vivían peleando.

-Akane...- Suspiró Ranma aún dormido.

La chica lo miró intrigada, ¿qué podría estar soñando su prometido para que suspirara así su nombre?

-Akane...- volvió a suspirar Ranma –Por favor acércate... -

La pequeña de las Tendo abrió sus ojos como platos mientras parpadeaba muy extrañada.

-Ranma...- dijo dulcemente mientras se acercaba al chico tal y como él lo había pedido. Una vez que se encontraba muy cerca de su rostro, Ranma se levantó sorpresivamente y mientras sacaba la lengua dijo –caíste Akane jajaja-

-¡Aaaaah Raaanmaa me las pagarás!- dijo Akane muy enfadada tirada en el suelo.

-No te tengo miedo Akane, además debiste ver tu cara jajaja- dijo el chico de la trenza aún burlándose de su prometida.

-Bueno como quieras- contestó Akane aún enojada- Kasumi me pidió que te avisará que el desayuno está listo, así que ya vístete y baja rápido si no llegaremos tarde al colegio- una vez dicho esto la chica dio media vuelta y salió del cuarto de su prometido.

La familia desayuno como típicamente lo hacía, soportando las peleas entre Ranma y su padre por la comida; Akane seguía muy molesta, así que comía sin prestarles la menor atención. Una vez que terminó le agradeció a su hermana mayor por la comida y le dirigió una mirada asesina a Ranma.

-Apúrate Ranma o te dejo- dijo la joven decidida a marcharse a la escuela.

-¿Otra vez te has peleado con Akane, verdad Ranma?- preguntó Soun en tono serio.

-No puede ser que se la pasen peleando hijo, ella es tu prometida y debes respetarla, yo no te enseñé a tratar así a las mujeres- dijo Genma muy indignado.

-Este no es su asunto- dijo el chico un poco molesto por los comentarios y se levantó rápidamente para alcanzar a Akane.

De camino al colegio los dos jóvenes corrían para llegar a tiempo, Ranma como de costumbre iba sobre la barda junto al río. La pequeña Tendo seguía sin dirigirle palabra alguna a su prometido y su rostro se veía aún enfadado.

-Vaya parece que tengo que arreglar las cosas con Akane antes de llegar a la escuela- pensó Ranma –yo no entiendo por qué se pone así, sólo fue una pequeña broma-.

-Ranma eres un insensible- pensaba por su parte la joven – y yo que creí que estabas soñando conmigo, eso hubiera sido tan...-

-Oye Akane... - dijo el chico de la trenza interrumpiendo los pensamientos de la joven mientras daba un salto junto a su prometida.