Capitulo 3

6 0 0
                                    

PRESENTE

Narra Gadiel.

Estuve despierto toda la noche, aún después de estar en la habitación de Yael.

Es difícil estar tranquilo cuando se que tengo a Yael tan cerca de mi, así que aunque intente dormir, me será imposible.

Veo como amanece y espero a que Yael al fin despierte.

Aún no puedo creer lo que intente hacer anoche, así que espero que no mencione nada acerca de la ventana que se abrió "misteriosamente".

Yael sale de su habitación para encontrarse conmigo en la sala.

Viene aún somnoliento con el cabello despeinado y dando un gran bostezo, no tienen idea de lo difícil que es para mi verlo así, la pijama que le di le queda tan grande que el agujero del cuello deja al descubierto parte de su hombro y sus mangas cubren hasta sus dedos, es imposible tranquilizarme con sólo verlo.

-¿No piensas cambiarte enano?- le pregunto tan pronto y me ve.

-Ah... Si- Sonríe. -solo que la pijama es muy cómoda y pensé en usarla un poco más, solo hasta que nos vayamos- me dice mientras sonríe un poco ruborizado.

¡Demonios, este enano es demasiado lindo! No pueden culparme por lo que pasó anoche.

~~~~~Flashback~~~~~

Simplemente no podía quedarme tranquilo al recordar que el enano estaba en la habitación de a lado, así que después de contenerme tanto decidí dar un vistazo por la ventana, solo para ver si se encontraba bien.

Su rostro lo iluminaba la luna y de su boca entre abierta salían pequeños suspiros mientras dormía.

Muchas otras veces lo había visto dormir así, pero esta vez desee poder tocarlo.

Me metí sin pensarlo dos veces por la ventana y toque su mejilla, era tan suave, mis dedos viajaron a sus labios al sentirlos no pude evitar el deseo de besarlos, acerque mi boca a sus labios y le di un casto beso.

No me pude contener, seguí besándolo, desabroché su pijama y bese su cuello, su pecho, toque y bese sus pequeños pezones, hasta que un gemido salió de sus labios e hizo que mi cordura volviera.

Me aleje de él y me escondí en la obscuridad de la habitación. Vi como despertó lleno de miedo y decidí aparecer para calmarlo.

~~~~~Fin Flashback~~~~~

-Creo que sería buena idea- la voz de Yael hace que vuelva de mis recuerdos.

-¿Una... Buena idea?- le digo sin tener la mínima idea de lo que esta hablando.

-Si, si usamos tu gema para invocar a la hechicera estoy seguro que funcionara, ¿no lo crees?- me dice Yael con un pequeño brillo en los ojos, ahora comprendo de que habla.

-Mi gema, tienes razón, eso podría funcionar- digo sacando de debajo de mi camisa un collar de donde cuelga una gema roja, en esta gema se concentra todo el poder demoníaco que poseo. Así como es de importante una varita para un mago, esta gema es importante para mi, un demonio sin gema es un demonio perdido.

-Un momento...- digo después de pensarlo un rato. -No me digas que ese era tu plan desde un principio después de conseguir mi ayuda- le digo a Yael y lo miro esperando una respuesta.

-¿eh? Supongo... ¿Como lo sabes?- me pregunta sorprendido. Yo suspiro y golpeo mi frente. ¿Acaso este chico no puede ser menos sin vergüenza?.

-Asi que después de haber ignorado mis peticiones sobre rendirte con esto y haberme hecho aceptar ayudarte, quieres aprovechar la oportunidad para usarme a mi y a mi gema?- le reclamo.

-¡te equivocas!- me dice exaltado -En primer lugar tus peticiones eran ridiculas, y en segundo yo no te obligue a que aceptarás ayudarme!- me responde molesto.

-Pues si es de esta forma, entonces no aceptaré, me negare a ser utilizado esta vez.- le digo cruzándome de brazos indignado.

-Oh vamos- me vuelve a insistir. -será mucho mas fácil si la invocamos y no buscamos por todo el desierto, ¿no crees?-

Guardo silencio un rato, hasta que veo sus grandes ojos de cachorro suplicando que acepte.

-Tu, pequeño diablillo... No siempre obtendrás lo que quieres ¿sabes?- Suspiro, resignado a aceptar su petición.

-Dices eso pero sabes que tengo razón- me dice con una sonrisa victoriosa.

-pues, odio admitirlo, pero si.- le digo.

Si tan solo él tuviera una idea de todo lo que estoy dispuesto hacer por él si me lo pide con esos ojos.

Narra Yael.

-¿Y como lo haremos Gadi?- Le pregunto mientras caminamos por el desierto. El me mira extrañado.

-¿Como lo haremos? Creí que el de las ideas eras tu, ¿no?- me ve con una mirada de burla y eso me irrita.

-¡Estoy hablando enserio Gadiel!- le grito molesto.

-¿Gadiel? Ooh, veo que esta vez si estas molesto- sonríe y yo solo hago un puchero. -¿jamás has hecho una invocación?- me pregunta Gadi.

-si, hice algunas, pero ninguna salio bien.- lo digo apartando la mirada avergonzado, la verdad siempre fui malo en el colegio maligno y nunca aprendí a hacer bien las cosas que me enseñaban.

-Ahora entiendo porque no lograste graduarte del colegio maligno, claro, si lo hubieras hecho conservarías una de estas- me dice Gadi mostrando su gema.

-la hubiese conseguido si lo hubiese querido- le digo cruzando los brazos.

-Si claro- me dice mientras continua burlándose de mi.

-Te diré la verdad Yael- me dice después de un rato -yo tampoco fui la gran cosa en el colegio, así que no recuerdo muy bien los pasos para la invocación- lo miro sorprendido, no puede ser, ¿que vamos a hacer entonces si no somos capaces de hacer la invocación?

-pero eso no significa que no podemos hacerlo.- Gadi contesta mi duda antes de que se la diga.

-¿Entonces como?- le pregunto.

-Iré a la biblioteca del colegio maligno, conozco el libro donde están los pasos- me contesta.

-¿Eso quiere decir que iras al inframundo?- me detengo para oir la respuesta de Gadi.

-¿Crees que puedas esperarme cerca de la cueva?- me pregunta volteando a verme.

Yo asiento y ambos seguimos caminando.

Por desgracia es imposible que yo lo acompañe, el inframundo entero me conoce, todos saben que fui capas de dejar de lado mi naturaleza y vivir como un angel, soy un desertor y por lo tanto si algún demonio llegara a verme y deseará matarme, bien podría hacerlo.

Claro, Gadi es el único en el que puedo confiar.

Gadi entra a la cueva que lleva al inframundo y yo me quedo cerca de ahí sentado en una gran roca.

Suspiro mientras estoy ahí.

-Espero que no tarde demasiado- digo estirandome en la roca.

Un ligero dolor comienza a molestarme el brazo. Lo miro.

Es el brazalete que me sigue lastimando.
Aunque es extraño, el brazalete dejo de resplandecer desde la noche en la casa de Gadi, desde entonces mi brazo a permanecido entumecido hasta ahora que comienzo a siento dolor.

Mi brazo comienza a doler mas, es un dolor como si me quemara, le dije a Gadi que yo podía con esto así que debo aguantarlo, seguro se calmara cuando vuelva a convertirme en ángel.

De repente siento una presencia cerca de mi, trato de ocultarme detrás de la roca y observo hacia la cueva, tal vez sea Gadi que ya vuelve, aunque lo dudo, esta presencia es diferente y cada vez la siento más cerca.

Me quedo observando la cueva para estar seguro si alguien viene, de pronto siento una mano que me cubre la boca para que no pueda gritar, comienzo a forcejear para soltarme pero es inútil, la presencia comienza a desprender un fuerte aroma a dulce, no puedo evitar inhalarlo, pierdo mis fuerzas, todo se empieza a ver borroso y pronto me quedo inconsciente.

°Disfraz De Ángel° (YAOI)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora