El Misterioso Pretendiente

PRIORIDADES

Ya habían pasado varias semanas desde que Danny había recibido los chocolates y no dejaba de pensar en la mirada triste que tenia Steve aquel día. Obviamente esa no había sido el detonante para invitarlo a comerlos con él, pero esas horas que pasaron sentados en el sofá para ambos habían sido mágicas. 
Sin embargo desde aquel día algo entre ellos cambio y todo el cuartel era consiente de ello. Eran más unidos. Más amigos. Ninguno sabía cómo explicarlo. Solo era diferente. 

Esa mañana Steve se bañaba después de su carrera matutina mientras Danny preparaba el desayuno cuando sonó el timbre 

-Catherine – dijo Danny sorprendido – que sorpresa. Pasa. ¿Nos acompañas a desayunar? 
-Claro. Traje esto – dijo esta sonriendo entregándole unas Donas – ¿Y Steve?
-Enseguida baja – dijo el rubio – Gracias
-Danny… mmm – dijo – ¿y será que no puedo subir?
-Mmm… no se – dijo este mirando hacia arriba
-Catherine – dijo Steve bajando mientras sonaba el timbre – que sorpresa
-Yo abro – dijo Danny
-Vine a ver si querías hacer algo – dijo la agente –, no se… podríamos ir a escalar ¿Qué te parece?
-Suena bien – dijo Steve
-Buenos días tío Steve – dijo Grace bajando
-Buen día monito – dijo abrazándola.
-Ya estoy lista para ir a la playa – dijo la niña ilusionada
-Bueno – dijo Catherine abrazándose a Steve –, nosotros estábamos pensando ir a escalar
-Pero… – susurro la niña – me ibas a enseñar a surfear
-Es cierto – dijo Steve – ¿Qué te parece si vamos mañana? – sugirió el Marín
-Claro – dijo esta cabizbaja –, voy a mi recamara. Adiós – se fue y Steve habría jurado ver una lagrima en su rostro infantil, mientras a Catherine se le había enchinado la piel al ver la mirada mas escalofriante que pueda existir
-¿Y Grace? – dijo Danny entrando con una caja 
-Esta en su recamara – dijo Catherine
-Lo siento – dijo Steve – Cat me invito a escalar y… olvide que le había prometido que le enseñaría a surfear
-No te preocupes – dijo Danny – creo que esto la va animar
-¿Otro regalo? – dijo el comandante con voz neutra
-Si – dijo el rubio – pero creo que se lo cederé a Grace. Claro si no te molesta que lo conservemos – pregunto –. Ella ama los animales
-Pero es tu regalo – dijo Steve sorprendido
-Si, pero… – dijo Danny encogiéndose de hombros – eso la animará. 
-¿Quién te lo envió? – pregunto la mujer
-No se – dijo Danny – este también es anónimo. Diviértanse. – subió mientras el castaño lo observaba en silencio 

Admiraba la fortaleza de su amigo. Había dejado su vida entera para seguir a una mujer que nunca lo amo realmente, y cuando esta murió en aquel accidente automovilístico que por poco y también le cuesta la vida su hija, no lo dudo y redoblo turnos. Buscaba alternativas para tener más dinero. Y aun así pasaba tiempo de calidad con su pequeña
Fue por eso que a la semana del accidente le había pedido que se mudaran a su casa. Cuando la gente le preguntaba porque hacia todo eso por lo Williams, él solo decía que había que cuidar la Ohana. Pero hacia tiempo varias preguntas lo asaltaban ¿era solo amistad lo que sentía por el rubio? ¿O era algo más? Y desde que los regalos misteriosos llegaban esas preguntas no salían de su cabeza

-Si nos damos prisa – decía Catherine – tal vez podríamos…
-Catherine – la interrumpió – ¿Qué es la felicidad para ti? 

Danny estaba acostado en la cama de su monito mientras le acariciaba a esta el cabello a su pequeña y el pequeño cachorro husmeaba por la habitación. La canción sonaba suavemente transportándolo en el tiempo. Pero no a cualquier momento, sino a uno donde la deslumbrante sonrisa de su jefe lo inundaba todo 

A veces pienso que te miento 
cuando te digo que te quiero 
porque esto ya no es querer 

A veces creo que he muerto 
cuando no estas y yo despierto 
porque se que esto ya no es querer 

Es algo mas, algo que me llena 
algo que no mata ni envenena 
es algo mas, algo mas que amar 

Es algo más que la distancia 
que el dolor y la nostalgia 
sabemos que eso no nos va a separar 
Es darte un beso cada noche 
que tus manos me enamoren 
y que lo nuestro crezca cada día mas 

Porque somos algo mas... 

Steve se detuvo en el umbral de la puerta y observo en silencio la figura recostada del detective quien suavemente cantaba para la niña. No veía sus rostros, pero sabía que la niña estaba llorando y eso lo hirió más que un centenar de balas. Porque él había provocado esa tristeza

A veces creo que he vivido 
mas de mil años contigo 
porque se que esto ya no es querer 

A veces pienso que es mentira 
por como entraste en mi vida 
porque se que esto ya no es querer 

Es algo mas, algo que me llena 
algo que no mata ni envenena 
es algo mas, algo mas que amar 

¿En que momento de su vida esos dos seres se habían convertido en su prioridad absoluta? Sonrió para sí mismo. Ahora entendía a su padre cuando le decía que el amor era lo único que podía realmente salvar o condenar el alma de un hombre

Y yo se que no es querer 
porque en tus ojos yo me puedo perder 
contigo olvido lo que es temer 
acaso no sabes que tu eres para mi 
la noche, el día en mi vivir 
la sangre en mis venas 
lo doy todo por ti 
contigo el mundo no tiene final 
y el tiempo no se nos va a acabar

-Si nos apuramos – dijo Steve sonriente en cuanto la canción termino – alcanzaremos las mejores olas 
-Steve – dijo Danny girándose sorprendido – ¿Y Catherine? 
-Se fue – dijo el Marín entrando y sentándose al otro lado de la cama, quedando la niña entre ambos hombres
-¿Y tu excursión? – dijo Grace tímidamente
-Tengo prioridades en la vida – le dijo el Marín limpiándole las lagrimas
-Te quiero – dijo la niña abrazándose a él. Steve miro a su compañero y al ver esa sonrisa resplandeciente mientras modulaba un Gracias, supo que ese era su lugar en la vida. Ese algo que siempre le había faltado. Su Ohana.
-¿Y que se llamara el nuevo integrante de nuestra Ohana? – dijo Steve
-Neandertal – dijo Danny sonriendo
-¿Llamaras a nuestra mascota como a mí? – dijo el Marín sorprendido
-Tienes razón – dijo el rubio acariciando al cachorro – puede ofenderse el pobre cachorrito. 
-Ven acá – dijo el hombre lanzándose sobre Danny – esto me lo pagaras
-¡No! – grito este – ¡cosquillas no!
-Es tu castigo – dijo Steve mientras Grace lanzaba carcajadas y Neandertal ladraba feliz

Desde la puerta entre abierta Catherine observaba en silencio como Steve se veía relajado y feliz, cosa que nunca mostraba a su lado. Había que estar completamente ciego para no ver que Steve ya era un hombre de familia y ni él mismo lo sabia. Era tiempo de ser sincera consigo misma y dejar que Steve fuese feliz con su familia. Ella había regresado para hacer las pases y salvar su relación, pero eso era...
Media hora después, la teniente Rolling veía desde la seguridad de su auto como un radiante Steve McGarrett salía jugando con Grace, quien llevaba en brazo un cachorro seguidos de un sonriente detective Williams