EL REY, LA PRINCESA Y EL CAPÍTAN DE LA GUARDIA

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Ese día había sido tranquilo por lo qué habían salido temprano. Danny estaba feliz porque aprovecharía para ir por Grace y llevarla a dar una vuelta. Quizás un rato en la playa le vendría de maravillas. Su sonrisa estaba plasmada en su rostro y nada, ni nadie se la quitaría. ¡Por fin, después de mucho tiempo conduciría su amado auto! Estaba apunto de abrir la puerta, cuando una voz lo sobresalto

- Ni lo pienses - dijo Steve con voz risueña
- Maldito troglodita - grito el rubio - ¿Cómo no tienes bombas quieres matarme de un susto?
- ¿Vas por Grace? - pregunto Steve
- Si - dijo Danny sonriendo - será una tarde de Williams. La llevare a dar un paseo por la playa
- ¿Y yo... podría... sumarme? - pregunto sonriendo
- ¡Maldita sonrisa! - pensó Danny -, debería ser ilegal
- ¿Y...? - insistió Steve después de unos segundos de mutismo por parte de ambos - ¿puedo ir?
- Quería llevarla a la playa - dijo Danny - ¿está bien para ti?
- Donde estén Grace y tú - dijo Steve mirándolo fijamente - para mi siempre será perfecto
- ¡Que romántico! - dijo este con ironía
- ¿Quieres que sea romántico? - dijo acercándose mas al rubio y poniéndolo nervioso - puedo serlo, y solo para ti
- Deja de decir idioteces - dijo Danny nervioso entregándole las llaves y vámonos de una vez
- Nop - dijo Steve cruzando las manos detrás de la espalda -. Es tu auto, tú lo conduces, - Danny alzo las cejas sorprendido - y no insistas. Al menos hoy. Tengo planes mejores que ser tu chofer - "ser tu esclavo" se dijo mentalmente
- ¿Estas enfermo? - dijo Danny colocando su mano sobre la frente del Marín -. No, no tienes fiebre
- Linda mano - dijo Steve sonriendo pero mirándolo fijamente
- Idiota - dijo subiendo deprisa al auto por lo que Steve solo sonrió

Cuando Grace salió del colegio corrió hacia su padre que la esperaba con los brazos abiertos. Unos metros más atrás Steve sonreía tranquilamente con los brazos cruzados y apoyado en el Camaro

- ¿Enserio iremos a la playa hoy? - dijo Grace emocionada
- ¿Te gusta la idea, Monito? - pregunto Danny
- ¡Si! - grito la niña emocionada
- Vamos a cambiarnos entonces - dijo Steve
- ¿Correremos olas? - pregunto Grace
- Las mas enormes - dijo Steve
- Si - grito la niña emocionada
- En realidad - dijo Danny mordiéndose el labio - tenia en mente algo mas tranquilo. Sentarnos en la playa y... hablar
- A mi me gusta ese plan - dijo Steve - podemos correr olas el sábado ¿Qué dices princesa?
- Si - dijo ella sonriendo
- Entonces - dijo Steve tomando la mano de Grace - ¡a la playa!

Danny sonrió en silencio. Los regalos y las notas que le llagaban le devolvían las ilusiones que había perdido definitivamente cuando Rachel había muerto. Había salido con algunas chicas, pero algo dentro suyo le decía que nada se compararía jamás con lo que tenía frente a sus ojos. El amor que le tenía Steve a Grace. El compañerismo que el comandante y él compartían. Las horas en silencio que pasaban algunas madrugadas porque el Marín despertaba con una pesadilla producto de sus misiones. Las peleas, ya sea por cosas que Steve estallaba o que él comía.
Algo le decía que por fin había encontrado su lugar en la vida

El día había sido simplemente perfecto para los tres. Risas, bromas. Steve había sorprendido a los otros dos haciéndoles un hermoso castillo de arena. Y Danny enrojeció a más no poder cuando Steve les dijo que él seria el valiente capitán de la guardia que protegería con su vida a la dulce princesa Grace y a su apuesto padre, el rey Danno.
El sol los agoto a todos, en especial a Grace que se durmió en los brazos de Danny que le cedió las llaves nuevamente a Steve. Al llegar á la casa, Danny subió y acostó a la niña. Luego bajo y encontró a Steve preparando la cena mientras bebía una copa de vino tino

- Gracias - dijo Danny apoyándose en el mueble de la cocina
- ¿Por qué? - pregunto Steve con autentica curiosidad
- Por todo - dijo Danny - por acogernos en tu casa. Por preocuparte por Grace y por mi..., por todo
- Gracias a ti - dijo Steve entregándole una copa - por existir. Por permitirme ser parte de tu mundo. Gracias por compartir con este "loco animal neandertal con complejo de ninja" - los dos se rieron - lo mas valioso que tienes, tu monito
- Es curioso - dijo Danny - siempre fui muy sobreprotector con Grace, quizás porque fue todo lo que me quedo de mi matrimonio, siempre pensé que nadie podría protegerla mejor que yo... hasta que te conocí
- ¿Enserio? - dijo Steve sorprendido - y yo que creí que si tuvieras la más mínima oportunidad, pondrías varios mares entre nosotros. Ya sabes, por eso de que soy un peligro publico
- Y lo eres - dijo Danny y volvieron a reír -, pero para el resto de la humanidad, no para Grace.
- Danny... - susurró Steve acercándose lentamente - yo...
- ¿si? - susurro este
- ¡Papá! - grito Grace
- ¡Grace! - dijeron al mismo tiempo y corrieron al segundo piso
- ¿Estás bien? - dijo Steve entrando de prisa a la habitación de la niña y abrazándola, ya que fue el primero en llegar -, ya paso. Solo fue una pesadilla
- Monito - dijo Danny sentándose al otro lado de la cama - ven aquí - y la niña se aferro a él - todo esta bien. Papá te ama.
- Soñé que tú también... - sollozo -. No quiero que te mueras como mi mamá
- Grace - susurro Danny -, yo no... - miro a Steve angustiado
- Hey - dijo Steve - mírame princesa - la niña obedeció - ¿Tú confías en mi? ¿Me crees? - ella asintió - ¿tú sabes que algún día todos vamos a irnos al cielo?
- Steve... - dijo el rubio nervioso
- ¿Lo sabes, no? - ella asintió y sus lagrimas cayeron - pero yo te prometo que eso va pasar dentro de mucho mucho muchos años. Cuando Danno sea muy viejito y este todo arrugado, como una pasa - los tres se rieron -. Mientras yo lo voy a cuidar - prometió limpiándole las lagrimas - con mi vida, a los dos
- No quiero que tú tampoco te mueras - dijo la pequeña preocupada
- De eso ni te preocupes, monito - dijo su padre - tu tío es un ninja que hace explotar todo, pero no le pasa nada a él. A los demás si, pero a él no - y logro hacer reír a la niña
- Solo me gustan los juegos artificiales - se defendió el Marín y Grace rio -, nada mas
- Solo te advierto que no quiero tus juegos artificiales cerca de mi auto - sentencio el rubio
- ¿Y mi diversión no te importa? - dijo Steve
- ¿Tu diversión? - dijo Danny - pues aleja tu diversión de mi auto sino quieres que mi diversión se traslade a tu cuello
- Danno, me ofendes - dijo el Marín
- Para eso hace falta vergüenza - dijo Danny - y tú no la tienes. ¡Y deja de decirme Danno! Solo Grace puede llamarme así
- Pero... - dijo Steve
- Sin pero - dijo el rubio
- ¿Y si yo le doy permiso? - dijo Grace
- ¡Si! ¡No! - gritaron ambos hombres al mismo tiempo haciendo reír a la niña e iniciando una discusión que en realidad solo buscaba levantarle el animo a la pequeña

El Misterioso PretendienteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora