Yetercidad en la playa *Loris Karius*

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creador - @mylittlecony

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¿Recuerdan la historia de cuando conocí al Loris en la piscina?

(La de cuando me atoré con un Trululú, vomité al Loris y mandé a una viejita al otro mundo)

Bueno, ahora íbamos camino a la playa.

-Mi amor, ¿echaste las toallas?- Le pregunté al Loris.

-¿La tuya es la de Barney, verdad?- Yo asentí- Está fea- Se rió.

-Oye, ¿qué te pasa con mi Barney con distemper?- Pregunté haciéndome la ofendida, y causándole más risa a mi pololo.

-¿Echaste el bloqueador?- Me preguntó el Loris.

Puta la weá, ¡siempre se me tiene que olvidar algo!

-No- Me di un facepalm- Nos vamos a quemar por culpa de que soy una aweoná.

-Creo que eché un quitasol, así que no nos vamos a quemar tanto- Salvada por el Loris, otra vez- Y te amo así, aweoná y todo.

No me aguanté más y le empecé a dar besitos en la mejilla.

Puta que amo a este weón.

-Guarda algunos besos para la playa, mi amor- Me dijo mi pololo- Ya casi llegamos.

Seguimos caminando y finalmente llegamos hasta la playa.

Puse mi toalla de Barney con distemper al lado de la toalla del Loris, mientras él ponía el quitasol. Estaba en eso, cuando me di cuenta de que en medio de las toallas venía el bloqueador.

-Oh Loris, mira- Levanté el bloqueador- Los duendes mágicos teletransportaron el bloqueador hasta aquí.

-Aweoná, yo lo eché- Se empezó a reír- Es que no me acordaba.

Me empecé a reír como Viñuela con Redbull.

-Puta, ya parezco volá.

-Eché un parlante también, ¿está por ahí?- Preguntó el Loris.

-Aquí está- Lo saqué

Un par de minutos después ya teníamos todas nuestras weás listas. Estábamos cerca de mar, pero el agua no llegaba aquí.

-Mi amor, ¿me echai bloqueador en la espalda porfa?- Me pidió mi pololo.

Puta que ofertón.

-Ya po- El Loris me pasó el bloqueador y se sacó la polera.

Ay, como que hace calor aquí.

Mi hombre se recostó boca abajo sobre su toalla y yo me senté al lado para empezar a echarle el bloqueador.

Bueno, digo "echarle el bloqueador" cuando en realidad lo que estaba haciendo era manosearle los tatuajes.

Un par de weonas pasaron cerca de nosotros y se pusieron a mirar al Loris como si se lo quisieran comer con la vista.

Así que activé mi modo repeleperras.

-¡Que miran, maracas culiás!- Les grité como la dama que soy- ¡Busquense su propia pichula, porque esta ya está ocupá!- Les hice un hoyudo.

Las weonas me miraron con cara de "oh, la weona loca" y siguieron caminando, menos mal no volvieron a mirar a mi hombre.

-Me encanta cuando te ponís celosa- Me dijo el Loris cuando se dio vuelta y se sentó al lado mío- Aunque sabís que yo soy tuyo nomás- Me guiñó un ojo.

Entonces le di un beso y el Loris me lo siguió.

Y estábamos en nuestro beso cuando sentimos unos gritos cerca de nosotros.

-¡Lo' weno' churro', lo' weno' churro'!- Gritó un vendedor de churros que pasaba cerca de nosotros.

-¿Querís unos churros?- Me preguntó el Loris.

-Ya po- Más lindo mi pololo, si hasta me da comida.

El Loris fue a comprar los churros, y por mientras yo prendí el parlante y lo conecté a mi celu para poner el temazo del momento: ThUu BeiEezAa nAdaaA igUAlaraAaA jamaaAAAs.

-Toma Xxx- El Loris me pasó tres churros.

-Ay gracias mi amor- Le di un beso.

Nos pusimos a comer, yo me comí dos churros de un puro paraguazo.

Iba por el tercero pero me concentré en el Loris. Es tan lindo conmigo, tengo tanta suerte de pololear con él, lo amo caleta.

Estaba tan volá mirando al Loris, que en eso me ocurrió un percance.

Una gaviota me robó mi último churro.

-¡Puta la weá!- Agarré lo primero que pillé y se lo tiré a la gaviota. Ups, era mi chala Zico.

La gaviota se cayo con mi churro en la arena, pero se quedo quieta y con una patita levantada.

¿Eso es normal?

Ñeeee al menos el churro estaba rico, con arena pero rico.

El Loris me miró y se cagó de la risa.

-Seguís igual de yeta que el día que nos conocimos- Dijo mi pololo- ¿Te acordai?

-Como olvidarlo- Me reí también.

-¿La viejita sobrevivió?- Preguntó el Loris.

-¿Si hacía burbujitas abajo del agua significa que estaba bien, verdad?- El Loris negó con la cabeza- Entonces creo que no sobrevivió.

Seguimos toda la tarde acostados y abrazados.

Eran como las seis cuando estábamos escuchando el gran temazo "Mami te gusta poco" en el parlante.

-¿Loris, te gusta poco?- Le pregunté riendo.

-Sabís que sí, y a ti también- Me abrazó y me dio un beso en la mejilla.

Pero como era de esperarse, mi yetecidad volvió.

El mar había aumentado y ahora venía la senda ola hacia acá, ay cresta.

Me paré y empecé a correr, y mi pololo hizo lo mismo- ¡Puta la weá, el parlante! ¡Y mi Barney con distemper!- Grité al ver que el mar se había llevado todo lo que teníamos, seremos yetas.

-No importa mi amor, ¿vamo a caminar?- Mi pololo me dio la mano y yo asentí.

Empezamos a caminar por el borde de la playa, y a ratos nos poníamos a escapar de las olas.

En eso el Loris me abrazó... Para tirarme al agua con él.

-¡Loris!- Me quejé.

-Si igual me amai- Me besó.

Y así pasamos el resto del día: Tomados de la mano caminando sobre la arena, espantando a las gaviotas (gaviotas culiás, les voy a tener rencor toda la vida) y yo espantaba a las maracas que miraban a mi hombre.

Al menos esta vez no maté a nadie... bueno ninguna persona, la gaviota se lo merecia.

Futbol Chilensis《biolación》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora