Futbol Chilensis《biolación》

Marc Andre Ter Stergen

creador mylittlecony

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Thom el cupido

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Eran las cuatro de mañana, y mi tono de llamada me despertó.

-¿Aló?- Contesté con la voz más pajeramente adormilada del mundo. Aún no podía despertar bien, además el brillo del celular me molestaba la vista.

-Hola Xxx, soy el Marc- Ese pequeño saludo terminó de despertarme por completo.

-Ah, hola Marc, ¿cómo estai?- Dije con voz normal, debido a que ya estaba bastante despierta.

Es que el Marc me despierta TODO.

-Estoy bien, oye, ¿estabai durmiendo?- Preguntó él.

-Noooooo, cómo se te ocurre, si estaba leyendo, llevo horas en eso- Bostecé intentando no hacer ruido.

La verdad es que apenas terminó el capítulo de Perdona Nuestros Pecados (RIP Lamberto) empecé a dormir más profundamente que cuando me duermo en clase de historia o matemáticas.

-Ya, que bacán, sorry por la hora- Se disculpó el Marc- Es que sabí que voy a ir a acampar con los cabros, y se me ocurrió invitarte, ¿te parece?- Propuso él.

¡Esta es mi oportunidad de conquistarlo!

-Obvio po, ¿cuándo?- Pregunté.

-Marrato, salimos a la una. ¿Te paso a buscar?- Me preguntó el Marc.

-Naaaaah, ¿te voy a buscar yo mejor?- Le propuse yo a él.

-Ya po- Aceptó el Marc.

-Entonces voy para tu casa como a las doce y media más o menos- Coordiné mi llegada.

-Bacán. Ya Xxx, te dejo dormir, chao- Se despidió mi platónico, mi crush, el amor de mi vida.

-Chao Marc, nos vemos marrato- Me despedí yo.

Y cortamos.

Entonces yo volví a dormir, con una sonrisa en la cara por haber hablado con mi mejor amigo/crush.

Una sonrisa que se me desvaneció cuando desperté, a las once y media, y me acordé de que tengo que ordenar un bolso para acampar.

Mierda.

Me levanté dispuesta a correr, pero como soy yeta se me enredó un pie en las sábanas y me saqué la cresta.

Cuando por fin me paré, tomé mi bolso de educación física y empecé a echarle ropa, la primero que encontraba.

Cuando llené el bolso, desayuné a la rápida, literalmente a la rápida, ya que me estaba comiendo el Milo a cucharadas.

Terminé de comer, me lavé los dientes, y miré la hora. Las doce.

Tomé mi celu, mi bolso, y partí a buscar al amor de mi vida, más conocido como Marc.

En el camino pasé a comprarme un chocolate, porque sí, seguía con hambre.

Cuando por fin llegué a la casa del Marc, toqué la puerta y él abrió.

-Hola Xxx, ¿trajiste tus cosas?- Preguntó mientras me daba un beso en la mejilla.

-Aquí está- Le mostré mi bolso y sonreí, pero dejé de hacerlo altiro, porque de seguro tenía chocolate en los dientes.

-Bueno, pasa, yo tomo mis cosas, llamo a los cabros, y salimos- Me dijo el Marc.