-Oye Aria, sobre la fiesta… si realmente no quieres ir conmigo no te sientas obligada a hacerlo, lo entenderé perfectamente.
- La verdad es que no me importaría ir con el Emmett de esta noche.-dije mirándole directamente a los ojos.
- ¿El Emmett de esta noche?-su ceño se fue frunciendo a medida que hablaba.
- Ya sabes, el que no es un idiota, el que sabe escuchar, es simpático y no deja que una chica vaya sola por la calle a estas horas.
Sin darnos cuenta llegamos a la puerta de mi casa. Allí nos quedamos mirándonos el uno al otro envueltos en un silencio que por alguna razón no resultaba incómodo.
- ¿Crees que estás en condiciones para llegar a tu casa sano y salvo? ¿O prefieres que te pida un taxi?- lo último que quería es que le pasara algo por acompañarme a casa.
- Tranquila, estoy perfectamente. No he bebido nada.- dijo con orgullo.
Aquello me pareció extraño, aunque ahora que lo pensaba era cierto que no le había visto aceptar ninguna bebida en toda la noche, sin embargo yo sí lo había hecho así que mi cabeza no estaba en condiciones de indagar más en el tema. Al menos no por hoy.
Desperté con un dolor de cabeza descomunal, y lanzando un gruñido cogí mi móvil para ver por qué demonios no dejaba de vibrar. Todos los mensajes eran de la misma persona: Alyssa. Sin ganas de escribir decidí llamarla.
-¡Por fin das señales de vida! -gritó.
-Aly, no grites. Me está matando la cabeza.
- Eso te pasa por beber todo lo que pillas...
-Te recuerdo que no eres la más indicada para darme lecciones sobre esto. Ayer bebiste más o menos lo mismo que yo.
- Cierto, pero yo después lo quemé, no se si me entiendes- dijo, y pude imaginarmela moviendo las cejas de arriba a abajo.
-Me vas a contar todos los detalles, verdad?
- ¡Está claro! No puedo guardarme esta información para mi- sentía la emoción a través de sus palabras- ¿recuerdas cuándo te dije que se comportaba como un niño? Pues que sepas que todo lo que le falta de hombre allí arriba, lo tiene ahí abajo.
-Gracias por traumatizarme, ¿cómo voy a mirarlo a la cara ahora?
- No lo se, pero encuentra la manera de hacerlo lo antes posible, porque hoy te vienes conmigo a una cita y no acepto un no por respuesta.
-No pienso ser una aguantavelas y menos con la resaca que tengo.
- Y como soy una buena amiga, le he dicho a Ryan que lleve a un amigo, así que no serás una aguantavelas.
-Espera, ¿Vas a tener una cita con Ryan? Creía que tú no buscabas esa clase de relación.
- Sigo sin buscarla, pero me lo pidió justo antes de irme de su casa y no pude decir que no, mi única opción para evitar una cita formal fue decirle que podríamos ir con amigos para que no fuera demasiado aburrido.
-¿Y qué amigo es?
- Ni idea, no estaba demasiado atenta si te soy sincera.
-Genial, a saber quien me trae.-dije y suspiré.-Bueno, ¿Y cuándo es la cita?
- Te vas a reir, pero hemos quedado en el centro comercial en una hora y media.
-¡Aly! ¿Como se supone que voy a estar lista en tan poco tiempo?
- ¡Es tu culpa! Llevo una hora enviandote mensajes mientras tu dormías como una morsa moribunda.
-Es lo que se hace normalmente después de una fiesta. Si tu estabas despierta, era por otro motivo.
- Un GRAN motivo- dijo haciendo énfasis en la palabra “gran”.
-Ya, me lo has dejado suficientemente claro.-dije e hice una pausa.- Bueno, voy a prepararme. Nos vemos luego.
- En cuanto a eso… Debes saber que estoy en la puerta de tu casa, no pienso dejar que te vistas tu sola, debes causar buena impresión- dicho esto colgó e inmediatamente el timbre sonó.
Media hora después, Aly había arrasado mi armario y llegado a la conclusión de que debía ir de compras.
- Aly deja de buscar mis vestidos de gala, vamos a una pizzería, no a la entrega de los Oscar- dije provocando que ella resoplara y devolviera mi vestido de fin de año a su percha.
Pese a las nombrosas quejas de mi amiga, al final pareció encontrar algo y me lo lanzó.
-No es lo que yo llevaría, pero es lo único salvable de este armario. En serio, necesitas ir de compras urgentemente.
Después de lo que me pareció una eternidad, nos dirigimos al Centro Comercial. Durante el viaje, pude ver que Aly se miraba más de lo normal en el espejo retrovisor. La conocía, eso significaba que estaba más nerviosa por la cita de lo que ella quería aceptar.
Una vez allí, Aly me llevó junto a la fuente y, tras hacerme jurar que no me movería de sitio, se fue en busca de los chicos. La vi doblar una esquina y entonces dirigí toda mi atención a las pocas monedas que la gente había tirado dentro de la fuente. No lograba recordar todas las veces que yo había pedido un deseo, siempre el mismo. Lo que sí lograba recordar era el amargo sabor de la decepción y la estafa que suponía para mí aquel lugar.
-¿Me estás siguiendo o qué?- dijo una voz detrás de mí y me sobresalté.
Emmett estaba a tan sólo unos metros de mí. La verdad es que había tardado unos segundos más de lo normal porque hoy estaba tan… ¿Sexy? Sé que no debería pensar así porque es mi amigo, pero…¿A quién quiero engañar? Como diría mi mejor amiga, la relación que tengas con el chico no tiene nada que ver, si está bueno, está bueno y punto.
-¿Hola? ¿Estás ahí?.- me preguntó.
- Intento recuperarme del microinfarto que me has provocado.- dije poniendo la mano sobre mi corazón, que latía desbocado.
-Vamos, no seas tan dramàtica. Ni siquiera pretendía asustarte.
- Si vamos a ser amigos debes saber que a mí no me puedes aparecer así de repente.-mientras decía esto me senté en el borde de la fuente- Oye, no quiero sonar borde pero ¿qué haces aquí?
Él se sentó a mi lado.
-Pues… Es curioso que lo preguntes porque he venido a buscarte.- dijo e hizo una pausa.- Tenemos todo el día para nosotros. ¿Cómo nos lo montamos?
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Aguas Oscuras
Teen FictionBella Swan, Elena Gilbert, Tessa Young, ¿Por qué todas son tan estúpidas? Mi historia es la prueba de que la chica no debe ser cabeza hueca para que un chico guapo (o más de uno) se interese por ti.