estamos juntos

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Eran las seis de la tarde y acaba de salir del hospital en el que hacía su práctica profesional. Ahí estaba encargada del área infantil, ya que en las otras prácticas, se había dedicado muy a fondo a tratar a personas de otros rangos etarios y Hyemin creía que si quería ser la mejor psicóloga de Seúl tendría que experimentar y arriesgarse con distintos tipos de personas, edades, etc.

Miró la hora en su celular mientras iba en el bus de regreso a casa, respiro con alivio al notar que era bastante temprano y que podría llegar al departamento de Taehyung con anticipación y ayudarlo a preparar todo. Ya podía imaginarse a su novio mordiéndose las uñas y caminando de un lado para otro, en el medio del living, esperando por su llegada. Y la verdad, es que si ella estuviese en su situación estaría de la misma forma, sin embargo no podía pararse en medio del bus para caminar de un lado a otro, aquello sería más que raro.

Tocó el timbre y el vehículo se detuvo,  para dejarla bajarse por fin después de treinta minutos. Corrió por las estrechas calles mientras se afirmaba la cartera, la cual cruzaba su pecho. El edificio en donde vivía Taehyung no quedaba bastante lejos y fácilmente se podía llegar caminando en diez minutos y corriendo, como lo estaba haciendo ella, en unos 4 o 5 minutos. Sin embargo, es Hyemin de quien hablamos y aunque corra con todas sus ganas, con suerte llegaría en 7 minutos.

Últimamente su condición física no era la mejor. Aunque si se ponía a pensar, nunca había tenido una buena relación con los deportes.

Tocó el timbre nuevamente, pero esta vez el timbre del departamento de Taehyung. Su novio, no tardó en abrirle la puerta y recibirlale con una sonrisa aliviada, estiró sus brazos para rodearle la espalda y le besó cortamente los labios.

— Hola hermosa...—Murmuró llevando una de sus manos a la nuca de la chica.— Te extrañé bastante hoy...—Le dijo haciendo un puchero, el cual eliminó al segundo después, ya que acercó sus labios para darle otro beso a Hyemin. Uno mucho más profundo y largo. Ella de inmediato pudo saborear en su lengua, el característico sabor a menta de la pasta dental y...algo más, algo que no sabría decir lo qué es.

— Yo también...—Dijo la chica mordiendo su labio.— Pero...¿Me vas a dejar pasar o te quedarás mirándome todo el rato Tae?—Soltó una risa, al ver como su novio le mostraba una sonrisa apenada y se hacía a un lado para dejarla pasar. La verdad es que no iba a negar que le gustaba mirarla, más aún ahora que no se habían visto en toda la mañana y gran parte de la tarde.— Oye...¿Qué es ese olor?—Corriendo Hyemin se acercó a la cocina, no sin antes quitarse los zapatos y cambiarlos por sus cómodas pantuflas.— ¡¿Estás haciendo pollo a la manzana?!—Habló sorprendida, no tanto de la idea de que Taehyung estuviese cocinando, sino que fuese aquella complicada receta. Lo primero no le causaba tanta sorpresa porque él ya le había cocinado antes y había sido lejos una de las mejores comidas que había probado, el chico tenía talento.

— Vienen tus padres, tengo que sorprenderlos...—Se encogió de hombros con una ladeada sonrisa.

Sí, iban a tener una cena con los padres de Hyemin. Ella obviamente no lo había olvidado, de hecho esa era la razón de tanto nerviosismo de parte de ambos. Iban a decirle esta noche, que estaban juntos nuevamente y que esta vez era en serio, la verdad es que no esperaban realmente sus aprobaciones, pero querían sin duda querían saber qué pensaban ambos padres del regreso de Taehyung y de la relación que tenían ahora.

Hyemin se acercó a la olla que estaba sobre uno de los fogones de la cocina y quitó la tapa, de inmediato sonrió cuando sintió el exquisito aroma que desprendía. Su estómago crujió en respuesta y Taehyung detrás de ella soltó una sonora carcajada mientras se acercaba, la rodeó por detrás y apoyó su mentón en su hombro.

Real➳ taehyungDonde viven las historias. Descúbrelo ahora