Real➳ taehyung

primera vez

Taehyung cerró la puerta con su pie, ocasionando que esta sonara fuertemente. No le importó demasiado, de hecho ni se inmutó por el ruido. Agarró con más fuerza la cintura de Hyemin y la besó con más profundidad que antes. Ella torpemente luchaba contra los botones de la camisa que él usaba y contra sus deseos más primitivos, los cuales le decían que saltase sobre su novio y le arrancara la ropa. Sabía que aunque la idea sonaba tentativa, no lo haría porque esa era su consciencia, un tanto ebria, la que hablaba.

Había sido una noche alocada, habían comido, bailado y habían bebido junto a Jimin, Seolhyun y Hoseok. Lo había pasado tan bien el grupo, que Hyemin en un momento se preguntó, si lo que estaba viviendo era un sueño o algo parecido, porque era increíble sentir tanta felicidad de manera seguida. Sin embargo, sabía que era por Taehyung que se sentía así.

Aquel chico había vuelto para ayudarla con sus problemas y llenar su vida de optimismo, reemplazar las lágrimas por sonrisas y darle otro sentido a su aburrida rutina. Había regresado para cumplir su promesa y amarla por fin.

Y eso estaba haciendo Taehyung, eso tenía en mente todo el tiempo: Amar a Choi Hyemin. Demostrarle que era la mujer más maravillosa que alguna vez conoció, hacerle entender que era perfecta y que era demasiado para él, hacerla sentir especial y que es sin duda, la persona con la que él quiere pasar el resto de sus días. Todo aquello resumido en gestos de afecto, en caricias, en besos lentos y profundos que ambos comparten en la noche de hoy. 

—Tae...—Le dijo ella sobre sus labios, colocando sus manos en el pecho del chico para separarse un poco.— No pu-puedo desabrochar...los malditos  botones.—Él soltó una risa y se alejó, agarró la parte inferior de su camisa y la elevó hacia arriba, quitándosela rápidamente.— Woah...—Se escapó de sus labios al ver el cuerpo de su novio.

— He es-estado haciendo un poco de ejercicio...¿T-te gusta?—Preguntó tímido, si ella le decía que no era hasta capaz de dejar el gimnasio y volver a ser el mismo chico escuálido de antes. Sin embargo, Hyemin asintió con una sonrisa y sin previo aviso se lanzó a sus brazos y lo besó en la boca.

Taehyung bajó sus manos por su espalda y llegó hasta el trasero de ella,  no se contuvo y lo apretó con sus manos provocando que Hyemin, soltase un suspiro sobre sus labios. La levantó fácilmente y logró que ella lo rodeara con sus piernas, todo eso sin dejar de besarla. Sabía que si se separaba para mirarle ella moriría de vergüenza y no quería aquello, así que entre besos y manos curiosas llegaron hasta la cama de Taehyung.

Ahí la cosa se prendió aún más, ya que se sentó con Hyemin a horcajadas sobre él. No pudo detener sus manos, parecía como si estas tuviesen vida propia y se dedicaban a acariciar las piernas de ella cubiertas únicamente por unos apretados jeans. Fue en ese momento cuando ambos se separaron lentamente y se miraron a los ojos, con una sonrisa adornando sus acalorados rostros. 

  — Podría besarte todo el día y no me aburriría...—Habló Taehyung con una voz ronca que sorprendió a Hyemin, jamás pensó que su voz podía llegar a ser aún más ronca de lo que ya era. Él aprovechó la situación para pasar su brazo por la espalda de la chica y atraerla aún más a su cuerpo, en esa posición llevó su cabeza al cuello de la chica y aspiró su aroma.— Eres tan hermosa, Min...  

— Basta, m-me vas a ha-hacer cosquillas Taehyung...—Aquel tartamudeo lo hizo sonreír como un bobo contra la piel sensible de su cuello. Hyemin echó su cuerpo hacia atrás al sentir cosquillas y él de inmediato aprovechó el momento para agarrar sus mejillas y volver a besarla cortamente.— Taehymmmh...—Dijo cuando él volvió a darle otro beso, muy diferente al anterior.

Taehyung sabía que con Hyemin un beso pequeño no era suficiente, así que la besó con mucha más intensidad y deseo que hace un rato. Bajó sus manos desde su rostro, hasta sus caderas y las apretó sin siquiera avergonzarse por ello, era como si su cuerpo actuara solo. Es que había estado esperando este momento durante tanto tiempo,que su cuerpo respondía casi de manera voluntaria a la situación, se dejaba llevar. Algo parecido le ocurría a Hyemin, no sentía vergüenza alguna y el toque de Taehyung sobre su piel se sentía tan relajante, tan atrapador que se sentía  incapaz de decirle que se detuviese.