quédate

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Jimin le agradeció al taxista, una vez que le pagó la tarifa. El hombre se marchó rápidamente por la misma calle que habían llegado, dejándolo junto a Seolhyun. Esta estaba apoyada en un poste de luz, con los ojos cerrados y el ceño fruncido, al parecer seguía borracha.

De nada habían servido los tres cafés que le compró hace unas horas, porque ella seguía aún o más ebria que antes o quizá era el sueño el cual se estaba apoderando de ella. De todas formas, no importaba demasiado, ya que Jimin estaba molesto.

Se acercó con su ceño fruncido hasta ella y la agarró del brazo, lo puso sobre sus hombros mientras que el suyo lo utilizó para agarrar a Seolhyun de la cintura, evitando así que se cayera cuando caminaran. No tardaron mucho en llegar al departamento de ella, sin embargo cuando la recostó sobre la cama Jimin sintió que su cuerpo estaba cansado y mucho más de lo que debería estar.

Se sentó a un lado de Seolhyun y la observó sin decir nada. Dormitaba tranquila, hasta podía ver una leve sonrisa aparecerse de vez en cuando en su rostro y no pudo evitar sentirse feliz al verla sonreír otra vez, aunque sea un poco. Estiró su mano e incoscientemente retiró un mechón negro de cabello, el cual caía por su cara, y se quedó así, tocando su sonrojada mejilla y viéndola mientras dormía.

— Mmmmh...—Se removió quitando su mano de su rostro y abrió los ojos de pronto.— Jiminnie ¿Has de-decidido que e-era mejor...aco-acompañarme?—Su melosa y coqueta voz hizo que sus orejas se sintieran calientes, todavía ella podía ponerlo nervioso como un adolescente de 16 años.

— Lo hice porque...no estaba seguro a qué lado te irías.—Seolhyun frunció el ceño al escucharlo, estaba borracha, pero no era tonta y por eso mismo, podía entender a la perfección lo que Jimin le había dicho. Él estaba nuevamente sacándole en cara algo que pasó hace mucho.

— ¿Te estás re-refiriendo a ese día ot-tra vez Jimin?—Se cubrió el rostro con las manos cuando sintió que iba a llorar.— S-se supone q-que no íbamos a hablar d-de eso nuevamente, tonto...

— Yah~ perdón...—Se acercó a ella y quitó sus manos de su rostro, no quería verla llorar y menos ser él el culpable de esas lágrimas.— No lo decía con esa intención, te lo prometo Seol...

Levantó la cabeza  cuando escuchó aquel sobrenombre salir de sus labios. Así le decía cuando salían juntos, hace ya casi cuatro años. Jimin tragó saliva al escucharse y miró hacia abajo, estaba tan avergonzado, de seguro ella creía que estaba intentando aprovecharse de la situación, pero no era así. Por su parte, Seolhyun lo miraba con los ojos brillosos y con la esperanza casi brotando por cada uno de sus poros, casi esperando que Jimin intentase algo, aunque en el fondo sabía que nada ocurriría.

Como siempre, ninguno dijo nada.

— ¿V-vas a dormir?—Le preguntó el chico ignorando su mirada y poniéndose de pie.

— S-si...—Murmuró bajando la cabeza para ver el cierre de su chaqueta. Pero hasta para sacarse la chaqueta necesitaba un esfuerzo, el cual ni siquiera tenía.— Jimin...—Él se giró para mirarla y casi suelta una risa al verla luchar contra el cierre.

— ¿Estás tan borracha que no puedes sola?—Seolhyun asintió pasando su mano por su rostro, quitando así todo rastro de lágrimas.—Ven aquí...

Le quitó la chaqueta rápidamente y con la misma velocidad corrió para buscar el pillama de la chica. Seolhyun sonrió adormilada al darse cuenta que Jimin conocía con exactitud cuál era su pillama y en dónde lo guardaba.

— A-ayúdame con mi pi-pillamas también....

Se mordió el labio y la observó unos segundos, pensando en si debía o no hacer aquello. Habían pasado muchos años desde la última vez que le quitó la ropa a la chica, así que sus nervios y dudas se podían entender con perfección. Sabía que si lo hacía los recuerdos de esas noches que compartieron, vendrían como relámpagos a su cabeza y corazón, y sería doloroso, bastante doloroso. Sin embargo, viendo la condición en la que se encontraba Seolhyun decidió hacerlo y con las manos temblorosas le quitó la blusa y los jeans, sin detener su mirada en ningún lugar en especial, aún cuando se moría por pasar sus manos por las delgadas y largas piernas de la chica.

Real➳ taehyungDonde viven las historias. Descúbrelo ahora