Corazón En Duelo

1.- Ruptura

—Tú sabías que no quería tenerlo, Draco.– Harry dirigió una mirada de desprecio a la cama.

Un bulto pálido y rubio descansaba sobre esta.
Mientras el pelinegro rebuscaba todas sus cosas metiéndolas en una maleta.

—Es tu hijo, Harry...

—¿Y? ¿Por eso debo atarme a él?– Harry cerró con fuerza la maleta. —Al hijo de un mortífago.

El rostro de Draco se volvió frío e impasible.

—Recibirás los documentos necesarios por parte de mis abogados, esta misma tarde Potter.

El pelinegro se mordió el labio, sabia que había hablado de más, pero ese maldito demonio rubio había venido a joderle la vida pacífica que había alcanzado con Draco.

Si se hubiera dado cuenta a tiempo lo hubiera abortado. Pero lo descubrió cuando ya era imposible sacárselo sin que su vida corriera riesgo.

Había guardado el secreto celosamente y nadie se había dado cuenta de su embarazo, a excepción de Ron, Hermione, Remus, Sirius y Severus.

Severus estaba incondicionalmente de lado de Draco y Sirius se guardaba su opinión, era su padrino y quería apoyarlo. Pero amaba a su esposo y aunque no habían podido tener bebés seguían juntos tras la guerra y sobrevivir a duras penas.

Los duendes le mandaron un citatorio para el día siguiente.

—Buenas tardes señor Potter. El director Ooruk esta esperándolo.– un duende lo guió por pasillos sinuosos hasta una oficina.

—Señor Potter, tome asiento.

El duende se veía bastante viejo. Draco estaba allí con el mocoso que no había hecho ruido.

—¿Esta usted aquí– continuo el duende —Para romper su lazo de sangre y desvincular su magia de la criatura llamada Scorpius James Malfoy Potter?

Harry asintió.

—Comprende que una vez realizado este acto el niño no tendrá ninguna conexión con usted, ni mágica ni familiar. Que aunque acuda al Ministerio para reclamar algún tipo de derecho sobre el menor esta sera posible dado que no habrá lazo alguno entre ustedes.

—Lo entiendo.

—En ese caso.– el duende puso una copa de poción frente a Harry. —Ponga unas gotas de sangre y usted señor Malfoy ponga unas de su hijo.

Draco hizo lo que le pedían y Scorpius lloro brevemente. Pero el rubio mayor lo acaricio con ternura. Harry ni siquiera dudo y Ooruk recito un hechizo antes de darle a beber a Harry y el rubio bebé.

Scorpius lloró de inmediato de una manera desgarradora. El bebé sabía dentro de su pequeño corazón que le habían robado algo muy importante. Su "madre"

Draco lo meció y le susurro palabras cálidas y llenas de amor a su niño.

—Con esto también se a roto el vínculo matrimonial con el señor Malfoy.

Harry vio rápidamente el documento y descubrió que ahora era solo Scorpius Malfoy Black hijo de madre desconocida y de Draco Lucius Malfoy Black.

Harry Potter abandono Gringotts ante la mirada de desprecio de los duendes.
Los magos no eran tan susceptibles a la magia como las criaturas.
Harry había hecho algo antinatural e irreparable. Ninguna criatura mágica soportaba estar cerca de él.

Incluso Remus se descubrió evitándolo el mayor tiempo posible.

Supo por Sirius que "el hijo de Malfoy" estaba enfermo en San Mungo, bajo el cuidado del mejor Medimago Theo Nott.

Pero a Harry no podía importarle menos. Se olvido del asunto y comenzó a vivir su vida. Tenia varios amantes por día. Salia a miles de fiestas y dejo de pensar...

Ron llevaba una vida igual y Hermione no estaba tan alejada.
El famoso trio dorado otrora héroes de guerra, ahora estaban en las paginas de los diarios y revistas por sus escandalosa vida sexual.

Draco bebió el café que Pansy le había llevado a la sala de espera. Después de mucho batallar, por fin podría llevarse a su hijo a la mansión. Luna llego corriendo y abrazo al rubio.

—Felicidades Draco. Me alegro de que Scorp esta sano.

El rubio sonrió y vio como la chica se refugiaba en los brazos de su pareja.
Pansy de inmediato se amoldo a ella. Parkinson había superado su enamoramiento por Granger.

Luna era un poco rara pero siempre trataba de ser un apoyo para su esposa.
Theo y Blaise eran otra cosa su relación era mucho más física y su boda había sido mero formulismo.

—¿Qué harás ahora, Draco?

Sus amigos lo miraron expectantes.

—Mi padrino me ofrecido un puesto para enseñar...

—¿Severus?

—Sí.

—¿Vas a aceptar?

—Creo que no. Scorp necesita crecer lejos de este ambiente. Hasta que vaya a Hogwarts. No quiero que sea visto como "el hijo del mortífago"

—Harás bien– dijo Luna, —Después de todo Harry...

—Cariño...– Pansy se calló al ver la mirada perdida de Luna.

Su esposa tenia el don de la clarividencia y adivinación. Nadie salvo ella y Xenophilius lo sabían. Sus visiones eran 100% verídicas.
Pansy solo deseaba que alguien curara el daño que Potter y su egoísmo habían hecho.

—No me importa Potter. Ni Scorpius ni yo lo necesitamos.

Todos sus amigos sabían la cantidad de veces que Potter había engañado a Draco. Sabían bien que el rubio ya tenia bastante con los chismes de Rita Skeeter.

Ella había promulgado a quien quisiera oírlo que el último de los Malfoy le había sido infiel a Harry teniendo un hijo fuera del matrimonio.
Causa por lo cual el héroe mágico pidió el divorcio y llevaba esa vida que lo tenía con el corazón roto.

La comunidad mágica enseguida envió una gran cantidad de howlers encontrar del rubio.
Los elfos se deshacían de ellos conforme llegaban ya que Draco no se había movido de Ssn Mungo.
Hasta que Theo le juro 100% que Scorpius estaba perfectamente bien.

—¿A dónde irás Draco?– las chicas estaban preocupadas.

—Japón. Me han ofrecido trabajo allá. Trabajaré para un laboratorio de pociones que dedica a la investigación.

Sus amigos, su hogar, todo había sido despachado y el rubio se dirigió al Ministerio para tomar un traslador a su nuevo hogar.