Dulces sueños pequeña amante

NOS PONEMOS SERIOS

Mis padres seguían ahí plantados.

- Quiero vuestras propias palabras, lo único que sé es que tengo un hermano, y, no me parezco a vosotros.

Mi "madre" era una mujer de 50 años bien llevados y castaña, ojos color chocolate y nariz respingona, buenas curvas y dedos cortos.

Mi "padre" era un hombre rubio de ojos verdes, alto y de dedos largos. Tenía 49 años.

No me parecía a ninguno.

- No encontrábamos el momento...- Sollozó mi madre otra vez.

- No quiero más disculpas, quiero respuestas - estaba siendo muy dura, y eso me rompía el alma, y más con las semanas que llevábamos en casa.

- Eres de nacionalidad estadounidense en realidad, tu nombre era Lucy, decidimos no cambiarlo mucho, solo lo traducimos, y tus padres murieron asesinados, un caso sin resolver. - Habló mi padre del tirón.

- Gracias. - dije fría - necesito pensar. Quiero que sepáis,que, aunque me hayáis engañado, sois mis padres, y os quiero, pero estoy enfadada y disgustada.

- Nosotros también te queremos - dijo mi madre con una triste sonrisa.

Subí a mi habitación, mis padres biológicos fueron asesinados... Les conocía de otras vidas, y una parte de mí, una muy grande, les quería y quería venganza.

No tenía el móvil ni de Kyle ni de Peter... Gran putada.

Me dormí con la idea de venganza, mañana hablaría con Peter Kyle. Poco a poco mis pensamientos se volvieron inconexos hasta que perdí totalmente la noción del espacio y del tiempo.

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Estaba ya de camino al instituto, el vagabundo estaba en la esquina de Central Park.

- Se nota que ahora ves, que no te ciegue la rabia.

Eso era dar mal rollo. Joder parecía como si me estuviera espiándome.

-¿A qué se refiere con eso?

- Ya lo sabes, Lucía. No te fíes de las apariencias, ya nos veremos.

Seguí caminando, a la entrada del instituto vía Kyle y a Peter. También estaban las bitches hablando con ellos. Ni puta gracia, como una de esas se acerque a mi hermano la mato y si se acercan a Kyle... No querrá haber nacido. Apresure el paso. ¿Estaba celosa? Sabía que Kyle en me dejaría, pero, no eran celos era cuestión de que se estaba metiendo en mi territorio.

Llegué. La conversación daba asco.

- Kyle, osea, sabes, estaba en mi casa, pensando en ti, en tu trasero, en tus bíceps, en tu pelo... Y me dio por hacer cosas malas yo solita en mi casa, si quieres un día vienes y, osea, te enseño que cosas hacía, osea te dejaré exhausto. - Esto lo dijo Nancy.

- Eh, osea Nancy, dices eso otra vez y, osea, te parto la puta boca. - Me salió de lo más profundo d mi ser, juro que yo antes era menos impulsiva.

- Uy, llegó la puta de los tríos, que no le vale con el rubio si no que también tiene que tirarse al de ojos azules, osea, eso es de puta.

- ¿ Y masturbarse pensando en un tío y decirle que si quiere le enseña como lo hace no?

Se callaron, Peter y Kyle se reían, les lancé una mirada de esas de: como te rías te saco los ojos con cucharillas.

Seguíamos en la puerta, todos. Kyle se acercó a mí por la espalda y me di cuenta de por qué. Todos los chicos se acercaban.

- Estás celosa...