El camarero indignado trato de imponerse hacia el omega, era un golpe duro hacia su orgullo, era un alfa, y debían ser respetados, los omegas no eran importantes en esta sociedad y que este omega lo halla humillado debía ser reprendido.
Agarrando el brazo de Kagami duramente, quiso levantarlo y usar su voz de alfa para hacerse respetar, pero el omega se adelanto a pesar del dolor de su costado, golpeándolo duramente en el estomago quitandole por unos segundos el aliento.
-Eres repugnante, que te crees tu para siquiera tocarme -Furioso Kagami golpeo el rostro del intento de alfa resistiendo el dolor de su herida recién tratada.
Aomine reacciono justo cuando un puño se dirigía hacia el omega, deteniéndolo arrojo otro hacia la cara del alfa aturdiendolo.
-Te matare por tocar lo que es mio-Rugió Aomine con su voz de alfa haciendo temblar a quien eran dirigidas sus palabras.
Kagami sufrió un fuerte temblor en sus piernas al igual que todos los omegas que se encontraban en el local que bajaban sus cabezas en muestra de sumisión, pero el luchaba por no bajarla, odiaba esa sensación, y odiaba a su parte omega por provocarla, el definitivamente no bajaría la cabeza, el no mostraría sumisión ante nadie.
Una molestia surgió en el hacia Aomine, el perfectamente podría defenderse solo, no necesitaba a nadie que lo cuidara, a pesar de eso igualmente se sentía un poco agradecido pero solo un poco.
Las personas que antes estaban comiendo miraban sorprendidos la escena sin saber que hacer, hasta que uno de los trabajadores salio del estupor e informo al dueño del local.
El dueño molesto fue a detener la pelea, los separo con ayuda de otros trabajares y pidió una explicación, Aomine le contó todo resistiendo el deseo de poner tras las rejas a ese sujeto , no quería mas problemas, era su primera cita con su alma gemela y no quería arruinarlo mas.
Al final el hombre de mayor edad despidió al causante de la pelea, y les pidió disculpas a la problemática pareja, ofreciéndoles que sus pedidos sean gratis por ese día, luego se retiro no sin antes pedir disculpas a los demás clientes por el espectáculo.
Aomine y Kagami volvieron a sentarse.
-Gracias por defenderme pero no era necesario, se defenderme solo, ademas no soy tuyo como para proclamarme-Dijo Kagami con un revoltijo de emociones dentro de si .
-Si estoy cortejandote es mi deber protegerte, ademas estas herido, con mayor razón debo cuidar de ti- Mas tranquilo acaricio la mano de su no aun omega- y sobre lo otro, descuida que pronto seras mio, tigre.
Kagami sonrojado le pego de nuevo en la cabeza a su no aun alfa pero este solo se rió.
Siguieron con su conversación, riéndose por las ocurrencias del otro, Kagami sonrojándose de vez en cuando gracias a los comentarios del otro y Aomine sintiéndose orgulloso por ser la causa del tinte rojo en sus mejillas.
Terminando su comida, salieron del local alegres de haberse conocido un poco mas.
Aomine pidió un taxi, considerando que el omega no estaba en su mejor condición no podría caminar con el hasta su casa aunque así lo deseara, así que solo lo hizo sin siquiera preguntarle al otro.
Se metieron a la parte trasera del vehículo y Kagami dijo su dirección, luego trato de pagar su pasaje pero Aomine se le adelanto, el omega le miro molesto y el alfa solo sonrió arrogante, dando como escusa que eran gajes del cortejo.
Hablaron de cosas triviales en el transcurso del viaje hasta que llegaron a la casa del mas bajo, y ambos se bajaron.
-Bebe, veámonos mañana, me a encantado pasar tiempo contigo y quiero repetirlo-Aomine lo llamo así solo para molestarlo y de paso ver ese sonrojo de nuevo.
El mas bajo le pego como por décima vez en el día, aunque ya estaba pensando en rendirse, el estúpido alfa no parecía querer parar de avergonzarlo.
-Dije que no a los apodos-Aomine solo le sonrió, burlándose de el- Y si, ¿Porque no repetirlo?-Menciono desinteresado aunque por dentro estaba muy emocionado y ansioso- Ven a buscarme mañana a las 3- Dijo dándose la vuelta, queriendo dejar al arrogante alfa con la palabra en la boca.
Aomine tenia otros planes.
Agarro a su omega del brazo dándole la vuelta para rápidamente acercar su rostro al del contrario, acercando sus labios sin despegar la mirada de esos ojos que lo tenían hipnotizado.
Sus labios se unieron, y dieron paso a un apasionado beso

ESTÁS LEYENDO
Tiger and Panther
RomanceKagami Taiga... Un omega diferente. Aomine Daiki... Un gran semental.