Adiós, Serena...

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—Con que quieren jugar rudo, ¿eh? ¡Pues ahora verán! —Andrew metió su mano en el bolsillo lateral de sus vaqueros y yo me preparé para verlo sacar a un pokémon aún más increíble que ese Arcanine, pero en lugar de eso sacó un celular— Serena, ten

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—Con que quieren jugar rudo, ¿eh? ¡Pues ahora verán! —Andrew metió su mano en el bolsillo lateral de sus vaqueros y yo me preparé para verlo sacar a un pokémon aún más increíble que ese Arcanine, pero en lugar de eso sacó un celular— Serena, ten. Llama a Satoshi.

Maldito zombie incompetente.

Cumplí con su petición en tanto el cánido de fuego manejaba de una manera muy extraña los ataques de sus contrincantes como si su única prioridad fuera esquivarlos a todos usando repetidas veces Nitrocarga. ¿Acaso pensaba que su increíble velocidad necesitara algún tipo de aumento para serle de utilidad?

—Listo, ¿y qué hago ahora?

—Si gustas, me vendría muy bien un poco de ayuda.

—Muy bien Fennekin, entonces ya es hora de entrar a escena. ¡Detenlos con tu lanza llamas!

Una sonrisa se dibujó en el rostro del estilista. —¡Adelántate y termínalos con pantalla de humo!

¿Pantalla de humo, en serio? Y justo cuando empezaba a dudar de las habilidades de aquel entrenador, el enorme pokémon de tipo fuego eligió como víctima directa al Golem, y para mi sorpresa cuando la llamarada de mi zorra ígnea se acercó a los gases inflamables, éstos estallaron causando un enorme daño en el oriundo de Alola, tanto como lo hubiera hecho un ataque Explosión, mientras el resto de la llamarada seguía avanzando hasta hacer blanco en el cuerpo de Slowbro, aunque éste no pareció sufrir daño.

—¿Serena, Fennekin tiene cuatro ataques?

—¿Eh? No...

—¡De acuerdo! Usa ésto sobre él —Su mano se extendió hacia el lado opuesto al que me encontraba y,o y tras unos segundos de anonadamiento cambió la dirección de la misma ofreciéndome una MT cuyo número no podía adivinar.

—Yo... ¡De acuerdo! Fennekin, regresa.

La pequeña cánida corrió hacia mí y aprovechando las distracciónes que generaba nuestro compañero apliqué la máquina técnica sobre ella. Su cuerpo comenzó a brillar cuando entró de nuevo en combate y, decidida a darlo todo, Fennekin efectuó la nueva técnica haciendo que el sol brillara de una manera incandescente.

—¿Esto es Día soleado?

—¡Ajá! —gritó Andrew— Arcanine, ya sabes qué hacer. —El pokémon legendario cargó una enorme cantidad de energía en un sólo arrebato y la lanzó con una potencia devastadora sobre Swampert, quien cayó debilitado en un único golpe.

—¡¿Qué demonios fue eso?!

—Eso fue Rayo solar. Arcanine puede aprenderlo, pero nunca me atreví a gastar uno de sus ataques en enseñarle Día soleado. Te agradezco que lo hayas hecho tú. Muy bien amigo, otra vez lo mismo.

Advertí que los dos pokémon restantes no pretendían permitir aquel atraco de poder dirigiéndose hacia ellos, por lo que ambos entrenadores activaron la mega evolución aumentando sus chances de ganar hasta el infinito.

Enamorada de su profesor (SatoSere)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora