Haber creído en Satoshi fue una compyleta estupidez de parte mía. Aún no entiendo cómo fue capaz de engañarme de ese modo. Él, uno de los asesinos que masacrara a Guille y a cuantos más... Todo el tiempo que estuvimos cazando a su grupo fingió que aquello le importaba sólo para poder formar parte del equipo. Cruel, no temió jugar conmigo. Y pensar que yo...-¡Ah! -bramé intentando sonar enojada, a pesar de saber bien que nadie me oiría. Necesitaba sentirme poderosa, capaz de expresar de algún modo todas esas emociones que estaban burbujeando como aceite hervido adentro de mi pecho.
Pateé una piedrita haciendo que saltara por los aires y la sensación me apaciguó un poco, de manera que quise reincidir, pero esta piedra resultó ser un palo enterrado que por poco me destroza el pié.
-¡Rayos! -Volví a estallar.
En ese momento, los arbustos a mi al rededor comenzaron a agitarse. Creyendo que se trataba de un pokémon salvaje elevé mi pokebola dispuesta a defenderme, pero en lugar de eso un rostro humano asomó de entre la espesa hierba.
-¿Sor Fennel? ¿Qué está haciendo usted aquí?
La consagrada me miró con una sonrisa. -Te estaba esperando, Serena -La vi acercarse a mí y dudé ante la proximidad de sus pasos, pero ella me calmó con el rose de su mano sobre mi hombro-. Sé que estás enojada, pude oírte gritando improperios, pero créeme cuando te digo que no hubo ni existirá mejor momento. Ten la gentileza de seguirme, hay muchas cosas sobre las que tenemos que conversar.
Yo no estaba de humor para esto, lo único que quería era irme, pero cuando el misterio es demasiado grande uno no puede más que ceder.
La seguí hasta adentrarnos en el tenebroso pantano donde con frecuencia se oían reportes de ataques de Tangelas salvajes y allí nos encontramos con un par de amigos que no creía que pudieran estar juntos en un sitio como aquel.
-¡Guau! Ho-hola a todos. Gladio, Vir, Lillie, Andrew, Padre Oak, Gary, Iris... Qué sorpresa encontrarlos juntos.
-Si es una sorpresa alegre, entonces el sentimiento es mutuo -afirmó el mayor de los Oak, quien sorbía té para los demás sentados al rededor de una mesita ratona en el suelo.
-Muy bien, estamos todos -comentó Fennel-. Hora de empezar.
La reacción de desconcierto fue colectiva.
-¿Comenzar con qué? -cuestionó Gary, que de todos tenía el rostro de ser el menos convencido.
-Con nuestra revancha -respondió el Padre Oak-. A lo largo de los últimos años el maléfico líder de la agrupación conocida como equipo Rocket gobernó esta región desde el anonimato comandando su mafia de niños matones e inimputables abusando de ellos con los poderes de un pokémon desconocido. Hoy, a partir de los últimos acontecimientos con Satoshi, uno de sus miembros decidió abrirse a nosotros para permitirnos dar el golpe final que ponga fin a sus fechorías desproveyéndolo de dicho pokémon.
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Enamorada de su profesor (SatoSere)
Fiksi PenggemarSerena es víctima del bullying en su nueva escuela y conocerá a un profesor en batallas pokémon capaz de ayudarla.