Capítulo 1: Mi pequeña adorada

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"¿Qué sucedió con mi buen mejor amigo?"

"¿Estás consciente de que soy un demonio sin reparo en la vida?"

Ella era tan pequeña, tan frágil... Llena de emociones y esperanzas en la vida universal. 

Él era lo opuesto a la pequeña chica. Simplemente odiaba todo lo que respiraba a su alrededor.

Toda la vida estuvieron juntos, prácticamente desde que nacieron. Fueron a los tres años de edad cuando decidieron asentar una amistad. La mejor de todas, una sincera compañía de dos niños cuyos padres  eran amigos desde años atrás. 

Un día, tan normal como de costumbre... Aquellos niños jugaban en el área de infantes; un jardín tan bello y colorido, fuera de peligros y malezas; aquel lugar que fue construido por la misma reina mewmana, Star Butterfly.

Los niños jugaban como de costumbre, se miraron como todos los días desde que llegaron al mundo.   Recogían flores y platicaban cosas sin sentido. 

Orion era una niña muy adorable; cabellos castaños, ojos celestes, tonalidad tenue de piel, y con una gran energía; tan entusiasta como su querida madre. 

Por otro lado, Amon, hijo de Janna y Tom, era parecido a aquella amable chica. Un infante de corazón puro, dulce y agradable. Pero, ¿eso duraría por siempre?- Sus facciones eran algo rudas; ojos color escarlata, tez totalmente pálida, con un cabello oscuro que resaltaba sus atributos demoníacos. 

En el "jardín de los sueños", nombrado así por ambos, jugaban plácidamente como cada día mewmano. Janna iba de visita regularmente por culpa de las ganas de Amon, quien siempre quería un poco de compañía para jugar.

Orion:
—¡Estás aquí!— Brincó de felicidad, sosteniendo una margarita. 

Amon:
—¡Te dije que hoy vendría!— Se acercó, caminando lentamente.

Orion:
—Amumu, tengo miedo. A veces escucho  voces que me gritan por ayuda... No tengo idea de quiénes podrían tratarse— Tomó la mano de aquel pequeñín, mirándolo con cierta inseguridad en su rostro. Estaba aterrada y claramente no sabía cómo resolver su situación.

Amon:
—Oriri, quizás tengas fantasmas en tu habitación. Tal vez haya algo que esté fuera de nuestro alcance. Debes decirle a tus padres...— Mencionó, seguido de una sonrisa.

En ese momento, Janna y Star llegaron al jardín, mirando cómo aquellos pequeños se trataban con mucho cariño.

Star:
—Ow. ¿Acaso no son tiernos?— Dijo enternecida.

Janna:
—Deberíamos comprometerlos. ¿No crees? Ambos reinos estarían en paz, prácticamente— Levantó ligeramente la ceja, seguida de una mirada cómplice.

Star:
—No vamos a hacer eso de la vieja era. Dejemos que ellos decidan... No nos gustaría ver a nuestros hijos ser infelices, por culpa de... 

Janna:
—¿Te estás escuchando? Suenas como una anciana amargada. ¿Acaso Marco no está haciendo bien su trabajo?— Guiñó el ojo derecho, seguido de una sonrisa de lado.

Star:
—Janna, los niños están escuchando...

Ambos infantes miraban a la pelinegra, intentando descifrar el acertijo.

Orion:
—Los adultos son extraños. ¿Verdad Amumu?

Amon:
—Mamá es la más extraña que he conocido...

Dejaron de tomarse de las manos, y continuaron cortando margaritas frágiles. 

Star:
—Orion, ya casi es hora de tu siesta. ¿Vendrás con mami?— Estiró los brazos, mirando con un gran destello en sus pupilas.

Parte II: Tú Eres Mi Pequeña Constelación [STARCO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora