Capítulo 6: Vórtice

913 77 50
                                    

Ella despertó en el orfanato, sin entender nada; no sabía quién era, dónde estaba, ni siquiera recordaba su nombre; todo se miraba muy confuso desde su perspectiva. 

Así transcurrió un mes, una chica despistada en un orfanato; ella no se explicaba el por qué sus padres la habían abandonado, pensaba que solamente era una carga para el mundo; no socializaba mucho con los niños, sólo con Ángel, quién la recibió amablemente y la hizo sentir tan segura como fuera posible. A pesar de todas las atenciones y buenos tratos, ella sentía que no pertenecía a ese lugar; miraba por el cielo, teniendo un total apego con las estrellas, pensando que algún día podría alcanzarlas y formar parte del cielo nocturno, pero eso era solamente un sueño lejano.

Los días de Orion fueron deprimentes y antisociales, hasta que... 

En una mañana en el orfanato, la señora Ramona se levantó tan temprano como fue posible; se dirigió a la habitación de la pequeña Orion, y sin tocar la puerta, entró a todas prisas. 

Ramona:
—Pequeña Orion, tengo buenas noticias para ti. Encontré a la que será tu nueva familia.

Fue la voz que terminó con aquellos planes de encontrar a sus verdaderos padres. Todas sus cuestiones de rompieron en mil pedazos. 

De ahí en adelante, todo fue diferente para aquella niña. 

~Mientras tanto en Mewni~

Narra Star:
¿Dónde está Orion? ¿Donde quedó aquella pequeña que solía sonreír todos los días en el jardín? Me he vuelto completamente loca, estoy desesperada por encontrarla y mirarle de nuevo. No puedo creer lo que me han dicho de ella, mi bebé no pudo haber sido absorbida por una dimensión vacía, no... ¡Ella sigue viva! 

Star se encontraba en el jardín favorito de aquella niña, las flores comenzaban a marchitar por la falta de cuidado; todo se miraba gris y sin sentido. Nada parecía llenar el vacío.

Star:
—Orion, estés en donde estés, ten por seguro que estaré contigo, te acompañaré desde aquí, y te daré siempre mi corazón. Mira las estrellas cuando te sientas sola— Mencionó mientras sostenía la última rosa viva y colorida.

En ese momento, Star dejó caer aquella flor. Unos pasos se aproximaron al lugar, la silueta cabizbaja a punto de desvanecerse entre los silbidos del viento.

Marco:
—Star... No es sano que pases tanto tiempo aquí. Necesito tu ayuda, pareciera que no quieres encontrar a nuestra hija— Dijo sin mirarla a los ojos. 

Star:
—¿Por que dices esas cosas sin sentido?— Preguntó en un tono apenas audible para el castaño.           —Nada importa sin ella, ¡claro que quiero encontrarla! Pero me dolería que la verdad fuera distinta a la que yo creo. ¿Entiendes eso? ¡No quiero saber qué Orion está muerta!— Levantó la voz gradualmente.

Marco:
—¡No digas eso! ¡No repitas aquello que nos dijo Hekapoo! Orion no está muerta... Yo no confío en la palabra de esa loca desde hace un tiempo atrás. Lo mismo sucedió con Iron, pensaste que estaba muerto pero la realidad fue diferente. ¿Vas a creer en esa mentirosa?

Star:
—Dijiste... Iron. ¿Sientes lo mismo que yo? Estoy cansada de todo esto, quisiera simplemente un día despertar y darme cuenta que mi vida pasada fue sólo un mal sueño— Sus lágrimas se desbordaron en llanto. Estaba completamente rota— Quiero a mis hijos de vuelta...

Marco:
—Iron y Luna ya no existen, Star. El presente es Orion, nuestra única hija de esta línea atemporal —Tomó asiento a un lado de la rubia, suspiró y la sostuvo de ambas manos. —No puedo negarte lo evidente; extraño a Luna, también a Iron; amaba cuando ese chico me despertaba cada mañana con el desayuno en cama. Nunca lo valoré. 

Star:
—Extraño como Luna solía defender sus ideas ante el mundo, ella era fuerte pero introvertida... — Esbozó una sonrisa. —Marco, ¿estás pensando lo mismo que yo?

Marco:
—¿Quieres intentarlo?— Apretó fuertemente la mano de aquella rubia. 

Ambos se miraron fijamente, sabían lo que el otro deseaba. Estaban dispuestos a regresar a sus vidas con los mellizos.

Pero...

Días, semanas, incluso meses de intentar tener hijos, todo fue en vano. La reina Butterfly ya no podía quedar embarazada, y la culpa recayó sobre aquella rubia. 


~Nuevamente en la Tierra~

La pequeña Orion se crió con sus nuevos padres en la Tierra; una familia que no podía tener hijos por causa de un accidente. El nombre de su nueva madre era Alicia, y el de su padre era Miguel. 

La familia mexicana de clase media-alta, contaban con lo necesario y jamás carecían de alimentos; todo se encontraba bien y estable. Así fue por unos meses hasta que el padre se quedó sin empleo, y su economía cayó por los suelos. 

Pasaron dos años, Orion cumplió doce; una chica que difícilmente iba a clases. Sus padres adoptivos estaban en la completa ruina; la comida  y bebida se volvieron escasas, los atuendos eran algo viejos, y la casa comenzaba a dar problemas.

Cuatro años en la Tierra, en una familia llena de carencias, cuyo padre pasó de gozar un buen salario a sufrir en el infierno del mínimo sueldo por el doble de esfuerzo. Orion finalmente cumplió los catorce años, viviendo como una niña sin ningún objeto de valor que proteger, sin embargo, lo que siempre tuvo fue un amor cálido y unos padres adoptivos que la amaban con sus vidas. Ella nunca se sintió rechazada, pero sí experimentó el  rudo sentimiento del vacío, cada vez que miraba el cielo nocturno y las estrellas brillaban con intensidad. 

En una mañana en la Tierra, Orion despertó como cada día para ir a clases; juró terminar sus estudios para en un futuro ayudar a sus padres con su situación económica. Ella mantenía un trabajo por las tardes y los estudios en la mañana; sus noches eran de desvelo gracias a las  responsabilidades escolares. Una vida completamente diferente a la de una princesa. 

En esa misma mañana, la alarma sonó fuertemente... 

Orion:
—Quince minutos más... Sólo quince minutos...

La madre de aquella castaña tocó la puerta un par de veces. 

Alicia:
—Cariño, es hora de despertar...— Entró sin más que avisar. —Me dijiste que hoy tienes exámenes, ¿no es así Orion?

Orion:
—Justo eso... — Abrió los ojos, dejando atrás su apego a la cama. 

Alicia:
—Tú padre ya se fue al trabajo, al parecer el campo y este pueblo no se llevan del todo bien. 

Orion:
—Es pequeño pero acogedor. Bueno, mami, ¡tengo que prepararme!— Le dio un pequeño beso en la mejilla. Sonrió ampliamente y comenzó su rutina.

El día inició con malas noticias. Aquel padre tenía un trabajo muy agotador de agricultor, la economía solamente empeoraba. Sin embargo, Orion no mataba sus esperanzas, mantenía su positivismo.

~De vuelta a Mewni~

Hekapoo estaba dando vueltas de un lado a otro, sentía que algo extraño estaba pasando. Nuevamente se equivocó con sus desiciones, el haber dejado a Orion en otra dimensión y  sin recuerdos, fue quizás el peor acto de su vida. 

Hekapoo:
—Ya son cuatro años, los reyes están tan... Acabados...— Suspiró mientras miraba el paisaje de Mewni. — Quizás alguien debe encontrar a Orion... Tal vez ese debería ser... 

Un pequeño flotante azul se acercó a aquella desesperada pelirroja. 

Glossaryck:
—Ni siquiera lo pienses, Hekapoo. 

Hekapoo:
—Mewni está a salvo, pero los reyes están muriendo de soledad. Necesitan a su hija, quieren a Orion con ellos— Inclinó la mirada, suspirando con ligereza. —Al menos Luna se ha ido, hace años que no la veo por aquí.

Glossaryck:
—Malas noticias... 

Hekapoo:
—¿Por qué todo debe ser "malas noticias"?

Glossaryck:
—Luna y Iron están vivos, en otra dimensión... Luna nació como la hija del demonio y el Sol.

Parte II: Tú Eres Mi Pequeña Constelación [STARCO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora