AWAY {Kim Yugyeom}

-TRES-

Los dedos nerviosos de Sunhee golpeaban el volante del auto de su hermano, mientras esta conducía camino a la casa de su novio, como es de costumbre cada sábado.

Ella se encontraba angustiada, triste y hasta molesta por la noticia que le dio su hermana. Por lo que la noche anterior no pudo dormir bien. Pero lo que más preocupada la tenía era Yugyeom. Anoche no habló con él luego de que su hermana entró al dormitorio, más que recibir un mensaje de buenas noches de su parte.

Tenía su carro detenido en el parqueo del edificio en que vivía el chico, y sus dedos seguían golpeando el volante. Dudaba entre bajarse, o no hacerlo. Pues tenía muy seguro que si él logró escuchar lo que dijo su hermana, hoy hablaría del tema, y no estaba preparada para ello.

Inhaló profundamente, y tras soltar todo el aire que había inhalado, abrió la puerta de su auto, y salió rápidamente del vehículo. Fue hasta los asientos traseros, tomó su cartera, y una funda con unas cuantas cosas que había comprado para llevar. Al estar preparada cerró la puerta y caminó por el parqueo hasta llegar al pasillo hasta llegar al elevador.

—Buen día.—Dijo con una ligera sonrisa, a la personas que esperaban en elevador junto con ella.

Cuando entraron, marcó el numero 5, que correspondía al piso al cuál se dirigía.

Todas las personas se quedaron pisos previos al suyo, y cuando quedó sola soltó un largo suspiro y reposó su cabeza en la pared que le quedaba detrás.

Aún debía hablar del tema con sus padres, pero, ¿cómo es posible que tomen una decisión tan delicada sin consultarla con sus hijos? ¿Qué hay de sus amigos, sus familiares? Y en el caso de Sunhee, ¿qué hay de su novio?

El elevador se detuvo, esta tomó las bolsas que había colocado en el suelo, y salió del elevador. Acomodó las bolsas en sus brazos, y al detenerse frente al departamento de su novio, tocó el timbre y a los pocos segundos fue recibida por este, con su pelo aún goteando agua y su pecho desnudo.

Él la recibió con una sonrisa y tomó las bolsas que esta traía, para luego dejarla pasar. Ella cerró la puerta detrás suyo, y lo siguió hasta cocina.

Al llegar a la cocina, él dejó las fundas sobre la mesa del comedor, y se dio la vuelta para saludar a su novia como se debe. Le dio un dulce beso en los labios y al cortar el beso le dio un fuerte abrazo.

—Hola.—Dijo con una tierna y gran sonrisa al soltarla.

Sus labios se curvaron formando una leve sonrisa sin mostrar sus dientes.

—¿Pasa algo?— Preguntó con el ceño levemente fruncido.

Ella rápidamente negó.—Tengo hambre.

—Eso tiene solución.—Dijo con una gran sonrisa y caminó hasta las bolsas que recién había puesto sobre la mesa, para comenzar a desempacar. Ella lo imitó.

Al parecer su cara delata su estado de ánimo por más que lo intente ocultar.

Rápidamente desempacaron, y al terminar decidieron que comerían. Se decidieron por pasta, la cual era la comida extranjera preferida de ambos, y pusieron manos a la obra.

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Al terminar de cenar, se pusieron a ver su reality show favorito, pero Sunhee no le había puesto atención. Su mirada se encontraba fija en el televisor, pero estaba distraída. Su mente se encontraba inundada de pensamientos acerca de la conversación con su hermana. Y por más que tratara de no pensar en ello, y disfrutar el día con su novio, no le era posible.