AWAY {Kim Yugyeom}

-CINCO-

Sunhee se encontraba sentada en el amplio sillón de la sala de espera, fuera de la oficina del director. Tenía la mirada perdida en el folder amarillo sobre sus piernas. Su pierna izquierda temblaba sin control. A más tardar mañana debían tener absolutamente todo organizado; porque en tan sólo dos días, a esta misma hora, ella y su familia ya estarían en el aeropuerto.

El sonido de la puerta provocó que alzara su mirada. Con una sonrisa y la mirada enternecida, la secretaria del Sr. Im, se acercó a ella con dos grandes folders en sus manos. Sunhee se puso de pie, y con una pequeña sonrisa recibió los folders y los agrupó con el que anteriormente tenía sobre sus piernas.

Con una pequeña reverencia, Sunhee dio las gracias, tomó sus cosas, y salió de la oficina. Entre esos folders y carpetas se encontraban los records escolares tanto de ella, cómo de sus hermanos. El día anterior había sido su último día de clases, y hoy fue que le avisaron que todos los documentos que requerían estaban disponibles para entregárselos, por lo que tuvo que ir a recogerlos.

Caminaba por el largo pasillo, dando pasos lentos y pesados. Sus ánimos se encontraban por los suelos. ¿Acaso era cierto que dejaría atrás esos años en su vida? ¿Volver a empezar? Conocer un nuevo vecindario, tener nuevos vecinos, vivir lejos de todo lo que conoce, alejarse de sus amigos. Esos no eran los planes que tenía; al menos hasta casarse.

Sunhee alzó su mirada lentamente al escuchar su nombre a pocos metros de ella. Se encontró con la gran sonrisa de su mejor amiga, lo que causó que sonriera levemente.

—¿No estás tarde para Ciencias?— preguntó Sunhee con una ceja levemente alzada.

—Lo estoy. Pero debo verme ahora con Yongsun.— se encogió de hombros levemente acompañado de una pequeña mueca.

—Hana, te he dicho mil veces que dejes de faltar a clases por ver a Yongsun.—Dicho esto le pegó levemente en la frente con el único folder que llevaba en la mano. —Siempre se ven, ¿acaso no puedes esperar a salir de tus clases o al final del día?—Le regañó.

—Ya sabes como es.— Adelantó dos pasos, quedando detrás de Sunhee.

—Gran mierda.

—Ya me volvió a llamar. Debo irme.— Hana aceleró el paso.

—¡Esta noche nos vemos!—Dijo un poco fuerte, para que su amiga la apresurada la lograra escuchar.

—!Claro!

Sunhee dejó salir un largo suspiro, negó con la cabeza ante la actitud de su amiga, y continuó su camino. Aún le resulta increíble creer como es posible que su amiga ponga a su pareja ante todas las cosas.

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Sunhee pasó la mano por su cara, colocando detrás de su oreja el mechón de pelo que le caía en la cara. Dejó salir un largo y ruidoso suspiro mientras colocaba sus manos  a su cintura. Recién terminaba de cerrar la última caja que le pertenecía. Ya todo estaba totalmente organizando, sólo quedaban fuera las cosas importantes que necesitaban, y lo que se llevarían en los bultos de mano y mochilas.

Ella tomó un gran bolso de encima de la cama, dónde tenía las cosas que iba a utilizar en los últimos dos días, tomó su teléfono y bajó las escaleras.

—¿A dónde vas?—Preguntó su hermana saliendo por la puerta de la cocina.

—Iré a casa de Yugyeom hasta mañana.

— ¿Mamá y papá te lo permitieron?

—No.—Se encogió de hombros restándole importancia.—Pero me llevan a un país que desconozco, sin mi consentimiento ni opción de negarme; así que lo menos que pueden hacer ahora es exigirme y ponerme impedimentos. —Dicho esto, Sunhye le dio la razón asintiendo levemente con la cabeza, y la otra se marchó.