¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
🔸
Sunhee se encontraba sentada en la cama de su novio con su espalda apoyada del espaldar de esta y con sus rodillas en su pecho. Sus ojos estaban llorosos e hinchados de tanto llorar, y a pesar de que en este momento ya no lo estaba haciendo, ganas no le faltaban.
Era la primera vez en sus años de relación que amanecía en casa de su novio, pues a pesar de que sus padres no apoyan eso, ella nunca se ha sentido cómoda en una cama que no fuera la suya. Pero la noche anterior fue diferente, ella no quería estar un minuto más en casa; salió sin avisarle a sus padres, pero eso era lo que menos le preocupaba en ese momento.
Su teléfono vibró en su mano, y tan pronto la pantalla se encendió, miró para encontrarse con un mensaje de su amiga.
Song Hana👭💕
Fui a tu casa y tus padres me dijeron que no estabas.😒
Dónde demonios estás? 🙄
Habíamos quedado de ir de compras! 😡🤬
10:08am
Al leer el mensaje apagó su teléfono y lo puso sobre la pequeña mesa que se encontraba junto a ella, y colocó su cabeza entre sus rodillas. Había olvidado esa salida con su amiga, pero en este instante no estaba en ánimos de contestarle, pues no tenía ni excusa. Aún no le ha dicho que en una semana se mudará del país, no encontraba ni las palabras para hacerlo. ¿Cómo le diría a su mejor amiga, de hace seis años, que en siete días se irá del país al otro lado del mundo?
Una cálida mano acariciando su brazo derecho causó que alzara su cabeza lentamente, y se encontró con los ojos de su novio sobre ella. Sus ojos ya se encontraban cristalizados, otra vez.
Yugyeom se sentó a su lado, pero de frente a ella, con sus piernas cruzadas. Tenía el pelo desarreglado, y las marcas de la sábana en su pecho. —No me digas que no has dormido.—Dijo para luego dejar salir un gran bostezo.
Ella negó lentamente secando la lágrima que rodaba por su mejilla.
Él tomó una de sus manos y la acarició con su pulgar. —Debes descansar.—Ella asintió. —Con tu mente descansada es mas sencillo que encontremos una solución.—Le mostró media sonrisa y desapareció tan pronto la mirada de su chica se perdió.
—Hey..—Dijo dulcemente llamando su atención.—¿Qué te parece si me acompañas a la cocina mientras yo preparo desayuno?—una amplia sonrisa adornaba su rostro.
No obtuvo respuesta, por lo que rápidamente se bajó de la cama, la cargó estilo novia y la llevó hasta la cocina.
—Necesito que te animes sí o sí.—Dijo ubicándola encima de encimera.—Por eso invité a Hana y a Yongsun a salir esta noche. Saldremos sólo nosotros cuatro.—Le plantó un corto pero dulce beso en la frente, para luego poner manos a la obra en la cocina dejando a su novia observándolo desde dónde se encontraba.
