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Eran pasadas las 2 de la tarde. Sunhee estaba sentada frente al escritorio que tiene en su dormitorio, apoyando sus codos de este y mirando su teléfono detenidamente. Su corazón por momentos latía más rápido que de costumbre, y por momentos se saltaba algunos latidos. Su respiración estaba agitada, provocando que sus manos temblaran un poco.
La última vez que habló con Yugyeom fue hace tres días, cuando estuvo en "tutoría". Desde esa noche lo estuvo ignorando tanto sus llamadas como sus mensajes. Había estado pensando mucho sobre su relación a distancia. Más de lo que le hubiera gustado hacerlo.
Leía una y otra vez el mensaje e largo mensaje que tenía escrito en su celular, y cada vez que lo hacía su corazón se encogía más y más.
Aprovecharía que Yugyeom estaba durmiendo a esa hora, para enviarle el extenso mensaje que esperaba que tan solo oprimiera el botón de enviar, y que el destinatario lo leyera al despertarse. Por un momento dudó, porque no sería justo para Yugyeom comenzar su largo día de trabajo de esa manera.
Su ventaja sería, que así podría apagar el celular el resto de la tarde y toda la noche, para así no tener que lidiar tan pronto con eso que resulta tan doloroso para ella.
Pues sí, así de cobarde es Sunhee.
"Buen día, amor. Primero te quiero pedir disculpas porque no he contestado tus mensajes ni llamadas en los últimos días. No me he sentido muy bien. He estado pensando demasiado.
Lamento mucho la situación en la que nos he puesto, y sé que fue algo que se salía de mis manos; no tenía como solucionarlo. Siento que no es justo para ninguno de los dos esto que estamos viviendo. Durante esos 4 años y dos meses que tuvimos de relación, para mi fueron los mejores años de mi vida, y eso lo sabes. Yo te amo con locura, y estoy consciente de que también me amas. Pero como tornaron las cosas tan de repente, no creo que esto siga funcionando.
Sé que me pediste casarme contigo, fue de una manera muy espontánea y a la vez inesperada. No lo acepté porque aún no me sentía preparada para ello, y nunca me imaginé que esto sería tan difícil. De haberlo hecho, hubiera terminado esto de vuelta en Corea.
Quiero agradecerte por estos maravillosos años que estuvimos juntos. Agradecerte que en el peor momento de mi vida, apareciste a cambiarlo todo, completamente, y me hiciste una persona feliz. Te amo por eso.
Lamentablemente esta decisión que estoy tomando, por más que me duela, debió ser tomada antes.
Se que soy una cobarde por decírtelo por mensaje y no por llamada telefónica, pero creo que así será menos doloroso para mí, o eso espero.
Espero seas muy feliz, y de antemano le doy las felicitaciones a la siguiente persona que te tenga en su vida, porque se que harás tan maravilloso trabajo cómo hiciste conmigo.
