Dos

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Los diversos estudiantes se encuentran conversando, caminando o haciendo algunas tareas de último momento. Freddy ha estado buscando a su hermano al rededor de diez minutos.

Se supone que hoy almorzaran, pero al ver el panorama eso no va a ocurrir. Suspira agotado, su miedo va creciendo. Sabe que Fred ama la soledad, eso es en casa, en la escuela es diferente. No suele apartarse de su lado.

— Freddy—llama Golden desde la espalda.

— ¿Qué? —eleva la voz. Lleva la mano a la boca al ver a su pareja. Apenado baja la mirada.

— Eso duele—finge.

— Lo siento, Golden—no se atreve a mirarlo—. Solo estoy preocupado, Fred no suele tardar. Odia estar solo en los descansos.

Golden sonríe. Coloca la mano en el hombro dando un poco de apoyo.

— Estará bien, suele defenderte—menciona—. A lo mejor algún maestro necesito su ayuda o el director pidió un favor.

Cierto. Suele pasar que los maestros solicitan su ayuda, al final es uno de los estudiantes estrellas. Suspira y le sonríe a su pareja.

— Está bien.

No perderá la esperanza que su hermano decida llegar, eso sí no consuma todo su tiempo estando con los docentes o en la biblioteca.

Por su parte Fred se a mantenido alejado. Está debajo de un árbol leyendo por quinta ocasión un libro que le regañaron, no esta tan alejado de su salón de clase.

Sin apartar la mirada de la lectura siente a alguien sentarse a su lado. Gruñe tratando de concentrarse.

— Era de esperarse que estarías en un lugar así.

Fred cierra el libro asustando al recién llegado.

— ¿Qué parte no entendiste? —murmura con fastidio.

Gold sonríe nervioso.

— Solo le hago un favor a Golden—lleva la mano a la nuca.

— ¿Qué tengo que ver yo?

Se atreve a mirarlo. Quiere saber qué es lo que realmente busca.

— Freddy lleva buscándote un largo tiempo—susurra.

Fred guarda silencio. Olvidó a su hermano, suelen almorzar juntos y no dio ninguna explicación del retraso.

— ¿Qué clase de hermano eres? —dice con burla.

Lo mira con odio. Su mano se aferra al libro.

— ¿Tú de perdona? —ataca.

Gold mira su alrededor, si alguien se entera estará muerto. Lo ve levantarse y alejarse, asustado se levanta y corre detrás. Lo toma del brazo deteniendo su andada.

— Vine a suplicar que no le digas a nadie.

— ¿Qué? —eleva la voz—. ¿Qué mierdas dices?

— Solo olvida todo lo sucedido. Quiero iniciar de nuevo.

Fred aparta su mano con furia.

— Solo te lo diré una última vez.

Está cansado de ocultarse, de mantenerse alejado de todos lo que vieron aquel suceso. Quiere regresar en el tiempo y poder cambiar todo. No quiere terminar en detención, quiere molerlo a golpe.

— Nunca te perdonaré, me humillaste—con su dedo golpea el pecho.

— ¿No entiendes?

La pregunta lo desconcierta. 

Historia mal contada (Golfred)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora