Tener una pareja implica demasiadas cosas, algunas buenas otras no tanto, pero depende mucho de la comunicación que tiene la pareja y que tan fuertes sean los lazos de la misma para que pueda vencer los baches que pueda encontrar por el camino.
Y después de mil milenios, con gran orgullo y felicidad les traigo el capítulo nueve, donde espero que lo disfruten al máximo, pasen un fantástico rato leyendo y con una pequeña sorpresita. Hice un pequeño dibujo de una de las primeras escenas del capítulo, espero les guste :3
Saludos especiales a:
Sr o srta Usuario no encontrado ylsen123 JoanAcevedo AngieTatianaRecuenco
Gracias siempre por su apoyo y comentarios uwu <3
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Tropiezos 9
Un estruendo se escuchó, tan potente que había ocasionado que los vidrios de las casas retumbaran por efecto de las ondas sonoras. Un rayo de luz iluminó por un corto instante el cielo nocturno, completamente lleno de nubes grisáceas, inmediatamente otro estruendo aún más poderoso hizo vibrar el entorno.
Un fuerte grito se escuchó dentro de la casa, grito el cual resultaba ser tapado por los truenos que afuera conversaban.
Una enorme sombra era capaz de verse mover por entre los pasillos de la oscura casa que simplemente era iluminada de forma momentánea por los relámpagos que la tormenta había convocado, las enormes gotas de lluvia golpeaban las ventanas siendo estas atraídas por el fuerte viento.
La sombra continuó avanzando un par de pasos más cuando de nueva cuenta un intenso estruendo hizo acto de presencia, ocasionando un respingo y un sollozo provenir de aquel misterioso bulto que se movía con temor entre el lugar.
Un susurro muy leve, apenas perceptible se escuchó, siendo este acompañado por el sonido de una puerta siendo golpeada con el puño.
No hubo respuesta, pues el ruido del exterior opacaba los suaves golpes y el leve llamado que la sombra daba.
Un nuevo relámpago iluminó el entorno, dando una rápida vista de que aquella sombra se trataba de una coneja, una bastante pequeña que utilizaba una mullida cobija rosada para cubrir su cabeza, como si de un fantasma se tratara.
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La pequeña coneja se estiró, logrando con éxito abrir la puerta que le impedía el paso hacía lo que buscaba.
Se adentró en lo que parecía ser una habitación de entre las muchas que en el lugar había, su vista no era capaz de permitirle saber hacia donde debía de dirigirse mas, su olfato supo guiarla hacía lo que parecía ser una cama.
Algo mullido y cálido pudo ser percibido en su mano, una sensación que sin importar la oscuridad del entorno siempre podría reconocer de que se trataba.
Aquella tormenta rompió el silencio una vez más atacando con un estruendo tan poderoso que parecía expandirse por todo el lugar y capas de ser escuchado hasta en los rincones menos habitados de la localidad.
