Capítulo 7♡

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¿Por qué se tardaba tanto?

Dijo que estaría aquí en cinco minutos y ya pasaron diez. Se que estoy siendo un poco exagerada, quizás sólo sea algún chiquillo del lugar que no tiene nada mejor que hacer que molestar a las personas, tocando su timbre. Pero si a eso le agregas, estar completamente sola y con sólo la luz de tu celular para no estar totalmente a oscuras; creo que estoy en todo mi derecho de ser paranoica y exagerada.

Reviso por quinta vez la bandeja de mensajes, me doy cuenta que no cargue el móvil y que en cualquier momento se apagará.

¿Dios que hice para tener tan mala suerte?

Estarás bien Melody, solo se esta tardando un poco más de lo que dijo, no tienes que volverte loca. Apenas se están conociendo y no es su obligación correr hasta tu casa, solo porque te asustas con facilidad. Trato de calmarme, pero mis palabras de aliento, logran todo lo contrario; soy un manojo de nervios, sentada en el piso frío de mi habitación, abrazando mis piernas e iluminando todo el lugar con la pequeña linterna del teléfono.

De repente, rompiendo el silencio escucho el timbre sonar nuevamente; pero esta vez lo hacen con más insistencia. Lo que hace que mi corazón, pise el acelerador y amenace con desprenderse de mi pecho. Y no estoy exagerando.

El tono de llamada del celular, llama mi atención y veo el nombre que he esperado por casi trece minutos; sin pensarlo mucho, contesto la llamada.

-Melody estoy afuera de tu casa; no veo nada sospechoso ¿Podrías abrirme? Tocaré el timbre para que sepas que soy yo- Y acto seguido escucho el timbre.

Sin ni siquiera contestarle, corto la llamada, me levanto de un brinco del suelo y abro la puerta. Dirijo la luz de la linterna a las escaleras y las bajo lo más rápido que puedo (no quiero caerme de boca y cerrar la noche con broche de oro).

Al estar abajo iluminó la estancia y todo esta en su lugar; las golosinas a medio comer siguen en el sofá y las latas de soda vacías en la mesita. Así que voy directo a la puerta principal y giro lentamente la manilla, aun desconfiando de si lo conseguiré del otro lado.

Una luz demasiado brillante me da directo en la cara por unos segundos y luego se apaga, dejándome ver a la persona que llevo rato esperando como una demente paranoica.

Lo que hago a continuación me sorprende y creo que a él también. Y pienso ¿Cómo no sorprenderse? cuando alguien que apenas te habla, te abraza como si no existiera un mañana.

¡Pues si, lo estoy abrazando!

Eso es lo que estoy haciendo en este preciso momento, como si se tratase del lugar más seguro del mundo; estoy rodeando con mis brazos la cintura de Logan Brown y el hace lo mismo pero como es mucho más alto que yo pasa sus brazos por mis hombros.

-Puedo sentir tus latidos- susurra en mi oído- O mejor dicho el sonido del tambor que tienes por corazón.

Eso hace que suelte una carcajada y me separo de el poco a poco. Para así poder verlo mejor.

-Lo siento, pensaras que soy una niña miedosa.

-No lo sientas, yo no soy el chico más valiente del mundo y si te hace sentir mejor le tengo miedo a las arañas- No puedo evitar reírme por eso y tapó mi boca.

-Tranquila, puedes reírte. Ni yo puedo entender como alguien de mi tamaño, jugador de uno de los deportes más peligrosos del mundo. Le tiene miedo a un bichito tan pequeño.

-Yo le tengo miedo a la oscuridad- digo, quizás para que no se sienta mal.

-Eso explica el tambor que tienes ahí- señala mi pecho justamente donde queda mi corazón, con uno de sus dedos.

La calma después de la tormenta [PAUSADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora